Ayer nos sorprendió la noticia de que se encuentra en trámite una “Orden de 2022, por la que se actualiza y desarrolla el sistema de presupuestación y tarifación de convenios y conciertos que suscriba el Servicio Andaluz de Salud para la prestación de asistencia sanitaria en centros sanitarios” (aquí). Dicha orden tasa la atención en una Consulta médica Atención Primaria en 65€ si se realiza en un centro privado como resultado de una prestación concertada con el Servicio Andaluz de Salud (SAS).
Que una normativa establezca dicho precio significa que la Junta contempla la posibilidad de concertar consultas de atención primaria con centros privados.
Los médicos de la pública ganamos entre 150-200€/día brutos, dependiendo del nivel de carrera profesional, trienios, población asignada y complemento de rendimiento profesional. Una consulta privada donde se atendieran 20 pacientes supondría unos ingresos privados de 1.300€/día (28.600€/mes). Una consulta con 35 pacientes serían 2.275€/día (50.050€/mes). Un pedazo de negocio. ¿Cuántos médicos podría contratar el SAS con ese dinero? Pues 5-6 durante un mes en el primer caso, unos 10 en el segundo, que podrían atender entre 5-10 veces ese número de personas.
No entendíamos el mantra tantas veces repetido por la Junta: “No hay médicos para contratar”, refiriéndose a médicos de familia y pediatras con especialidad (vía MIR) para trabajar en atención primaria. Nosotros, ingenuos, les respondíamos desde hace años insistiendo en que sí hay suficientes, pero que muchos se han ido a la sanidad privada, están en las urgencias de los hospitales (también en los públicos), en las mutuas, o en las clínicas de estética donde se han reciclado tras hacer un master. Nuestros especialistas en medicina de familia y pediatría, cuya formación es costeada con dinero público, se los lleva la privada, y como consecuencia la sanidad pública no tiene suficientes y contrata a médicos extracomunitarios sin especialidad, lo cual es ilegal.
En nuestro país se puede trabajar en el ámbito privado sin especialidad, pero no así en la pública. Sin embargo, el trato que nos dan en ésta lleva inclinando la balanza durante años hacia la emigración de especialistas a la privada. No hace falta ser un experto para saber que mientras menos formación, conocimientos y medios, menos resuelve el médico de primaria y más deriva a las especialidades hospitalarias que se saturan cada vez más.
También nos llama la atención que tasan la consulta médica de primaria pero no la de enfermería. La explicación podría ser que ya no prevén que falten enfermeras en primaria porque han aumentado las plantillas sustancialmente y van a consolidar esas plazas como plantilla estructural en este año.
Hace 3 años tampoco había enfermeras para contratar, o eso decían, pero fue llegar la pandemia y aparecieron. Han contratado varios miles, también en atención primaria. ¿Encontraron enfermeras por arte de magia o porque aumentaran las plazas en las universidades? No, simplemente el SAS pagaba mejor a las enfermeras que los hospitales privados pero los contratos eran muy precarios. Ofrecieron contratos de 6 meses con alta probabilidad de que continuaran durante tiempo y muchas saltaron a la pública. Se hizo el milagro: aparecieron suficientes enfermeras.
Parece que el SAS quiera sostener la Atención primaria con enfermeras, y mantener a los médicos en la distancia o lejos, con Tele-medicina, que eso significa tele (teléfono, videoconferencias y consultas virtuales). Y ahora también parece probable la llegada de médicos privados concertados que, por supuesto, seguro que sí atenderán presencial, como ya ocurrió durante la pandemia mientras a nosotros nos lo dificultaban.
El camino para conseguir médicos especialistas para la atención primaria pública está claro: competir con la privada y ofrecer mejores condiciones que en ella.
¿Lo harán nuestros gobernantes o dejarán morir la primaria beneficiando a los grandes grupos privados hospitalarios como hasta ahora?
Los médicos de la atención primaria andaluza vocacionales de ella estamos en huelga, y seguiremos hasta que se solucione nuestra situación de falta de plantilla, de medios y de tiempo para realizar nuestro trabajo de forma plena y saludable para nosotros y con calidad para nuestros pacientes. Unos y otros nos merecemos esa Atención Primaria.
14 de febrero de 2023, centro de salud Portada Alta, Málaga
Totalmente de acuerdo.Si um médico en la privada ve 25 pacientes derivados de la pública es que ¡HAY MÉDICOS! solo queno están dónde deberían.
ResponderEliminarSAS podria concertar con empresas privadas que a su vez sub contratarán el servicio en régimen no laboral con médicos de familia procedentes del mismo SAS : un círculo "virtuoso" donde la parte mayor del dinero queda en el empresario intermediario y amiguete. Es lo mismo o parecido a Mufaces : conciertan con seguros sin plantilla ni medios que subcontratan a multitud de especialistas SAS
ResponderEliminarYo entiendo que no hay nada que concertar. Quien quiera ir a un privado que lo pague. Esto es como la educación, quien quiera llevar a sus hijos a un centro privado que lo pague íntegro. No hay nada que concertar. Ese dinero queda en manos de intermediarios. El concepto de competir con la privada tampoco me parece adecuado. Competir, en qué? ¿En sueldo? ¿En resultados en salud?
ResponderEliminarLa pública y la privada son dos sistemas diferentes . Con objetivos diferentes y gestiones diferentes.
El camino para conseguir médicos especialistas para la atención primaria pública está claro: competir con la privada y ofrecer mejores condiciones que en ella.
ResponderEliminarQué significa exactamente esa frase? Que los sueldos de la pública deben ser los de la privada? O cambiar radicalmente la organización y gestión del sistema público? Es justo que todos los profesionales de la pública cobren lo mismo cuando todos sabemos que hay muchas diferencias de implicación y calidad de trabajo entre ellos ? Cobran los de la privada todos igual? Quizá tocaría darle una vuelta a todo nuestro sistema público....