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domingo, 22 de mayo de 2022

200 plazas han "volado": ¡vivan las cadenas!

El pasado jueves 19 fue el Día Mundial de la Medicina de Familia. España lo celebró por todo lo alto el día siguiente, 20 mayo, cuando la elección MIR terminó dejando sin cubrir 217 plazas de las que 200 fueron de Medicina de Familia. Esto no ocurre únicamente, como algunos piensan, por la mala previsión ministerial en el número de presentados a la prueba, ni por un punto de corte demasiado exigente para "superar" la misma, ni por la forma telemática (no presencial) de elección de plaza. ¡Ojalá sólo fuera por eso! 

viernes, 20 de mayo de 2022

Desmedicalizar el malestar emocional, por Abel Novoa

Condiciones de vida que hagan que ésta merezca la pena ser vivida: tarea de políticos, no de médicos
La medicina ha querido "prevenir" durante tiempo alrededor de los "factores de riesgo" y los "estilos" de vida. Que si el colesterol, el PSA, la osteoporosis, el ejercicio físico regular, las revisiones ginecológicas, la comida sana,... especialmente en los países más desarrollados, bien alimentados, con mayor renta y esperanza de vida. Quienes no lo aprendieron con la crisis financiera de 2008 tienen ahora una segunda convocatoria. Una pandemia y una guerra en Europa para que lo aprendan definitivamente: no son los "estilos", son las "condiciones" de vida (aquí). La crisis de 2008 y las políticas de austeridad aplicadas aumentaron el sufrimiento y la desigualdad social. Las consecuencias asociadas al modo de enfrentar las crisis económicas nos muestran que la mayor parte del malestar o sufrimiento emocional es exógena y de causa social. Y no se soluciona con más médicos o psicólogos, ni con más medicamentos. Los políticos tienen más capacidad de evitar estas consecuencias que los médicos de tratarlas. Los problemas de acceso a un trabajo o vivienda dignos, o los derivados de la imposible conciliación entre el trabajo y el cuidado de pequeños o mayores, orígenes de mucho del malestar emocional prevalente, tienen más posibilidades de resolverse con el BOE en la mano que blandiendo el Vademecum. Por supuesto que hay una parte endógena del malestar emocional que ha de orientarse a la atención médica pero es la menor. Si se aminora el estado del bienestar con unos enjutos servicios sociales, una atención primaria rayana en la beneficencia y una parte creciente de la población atrapada en la precariedad laboral y económica, sin posibilidad de conciliar familia y trabajo, ¿cómo no va a aumentar el malestar emocional? Como dice Marta Carmona en esta recomendable entrevista (aquí), "la gente necesita una seguridad económica, una estabilidad laboral, un mercado que no sea expulsivo, una serie de condiciones de vida que hagan que ésta merezca la pena ser vivida". Son los políticos los responsables de que esas condiciones de vida se den, para eso les pagamos. Por eso he creído importante difundir, con el permiso de su autor, el siguiente artículo de Abel Novoa titulado "Desmedicalizar el malestar emocional", publicado hace pocos días en prensa local e inaccesible al no suscriptor (aquí).

lunes, 2 de mayo de 2022

El descremado sociológico de la atención primaria metastatiza en el hospital público

Las enfermedades crónicas casi siempre avanzan. El descremado sociológico de la atención primaria es una enfermedad crónica cuyo avance se ha permitido tanto que sus consecuencias han destrozado ya a la atención primaria. Cada día que pasa, este destrozo es más difícil de remediar. Y, lo peor, ya no se arregla con dinero. Hace unos 10 o 15 años se hubiera arreglado con dinero, ahora ya no se puede arreglar únicamente con dinero. Se ha superado el punto de no retorno. Pero lo peor no es esto. Lo peor es que el descremado ha metastatizado ya en la parte hospitalaria del Sistema Nacional de Salud (SNS). 

domingo, 1 de mayo de 2022

Espiritualidad y neumonía covid19 grave en 2022: una experiencia personal e intransferible, por Juan Gérvas

Caso clínico
Cuadro infeccioso que se inició en Aguamarga (Almería) el 24 de diciembre de 2021, con un catarro, y cuyo relato finaliza el 27 de abril de 2022, en Buitrago de Lozoya (Madrid), cuando escribo este texto. 

Varón sano, casado, cuatro hijos independizados, vive de su pensión, sin enfermedad ni tratamiento crónico alguno, hábitos saludables, 73 años, médico rural jubilado, ex-profesor de salud pública, dos ingresos hospitalarios casi consecutivos por grave neumonía covid19, primero en Murcia (hospital Morales Meseguer, del 2 al 21 de enero de 2022,  incluyendo dos semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI) y luego en Madrid (hospital de La Princesa, del 28 de enero al 11 de febrero de 2022, una semana inmovilizado en cama de habitación compartida). Neumólogo para seguimiento en el Hospital de la Princesa. Médica de cabecera en el centro de salud de Buitrago de Lozoya (Madrid). En proceso de recuperación, a día de la fecha todavía sigue con tratamiento intenso con corticoides y oxigenoterapia nocturna pudiendo caminar por bosques y montañas en marchas diarias de hasta ocho kilómetros.