Aquel incapaz de valorar los aspectos excelentes de un bien propio porque piensa que en cualquier otra parte cualquier cosa es mucho mejor, es tan
estúpido como quien piensa que lo propio es lo
mejor en cualquier aspecto. A ambos les vendría bien reflexionar sobre la frase
adjunta de Roberto Fontanarrosa. Hay cosas buenas que podríamos copiar de otros países
para aplicar en nuestra atención primaria. En esta entrada con la que Isabel García finaliza su serie "Ser médico de familia en el Reino Unido" podemos encontrar no pocas. Aprovecho para agradecerle
públicamente su buen hacer y dedicación aplicados en todas las entregas elaboradas durante los últimos meses. Muchas gracias, Isabel.
Detalles varios, positivos y no tanto, del sistema de salud británico
Llegamos ya al final de esta serie, y en esta última entrega haré
una recapitulación y añadiré algún detalle no comentado hasta ahora. Pero
antes, quisiera recordar tres cosas que escribí al principio:
1.- No todo es mejor en el sistema de salud británico, pero sí muchas cosas importantes.
2.- Es en las diferencias en las que me voy a centrar, porque es de lo
que creo que debemos aprender, especialmente de aquello que no solo es
diferente sino que creemos que es mejor.
3.- Mi objetivo es que el contacto con otros sistemas produzca un
cambio a mejor en el nuestro.
Me gustaría
dejar claro qué sí es, y qué no es, esta serie de artículos que he tenido el
placer de escribir a petición de Juan Simó.
Esta serie es:
- Una exposición de diferencias
cotidianas para ver qué cosas concretas podemos aprender del sistema británico
para mejorar el nuestro.
- Una invitación a conocer.
- Una incitación al cambio.
Esta serie no
es:
-
Una competición para decidir cuál de los dos sistemas es mejor. (Difícil pero en todo caso,
¿para qué?)
-
Una descripción exhaustiva de todos los detalles del NHS. (Imposible y aburrido)
-
Una incitación a ir a trabajar a Inglaterra o una lista de pros y contras
para tomar esta decisión. (Habría que considerar muchos factores fuera del espectro de esta
serie, además de los personales).
Además
quisiera resaltar que no no hay que asumir que en el NHS todo viene
necesariamente “en paquete”: se pueden imitar unas cosas y descartar otras.
Por eso no
me parece que tenga mucho sentido buscar y rebuscar los defectos del NHS,
sino centrarse en lo positivo. Sí, comentaré algunas cosas menos buenas para
que no caigamos en la tentación de imitarlas, y para no dar una falsa
“impresión idealizada” (por si alguien necesitase recordar que ningún sitio es
perfecto), pero me perdonaréis que, por considerarla menos interesante y
constructiva, no me extienda en esa lista.
Es evidente
que cada uno de nosotros tiene unos valores y unas prioridades que harán que el
NHS le guste más o menos. Por ejemplo, para algunos, el escribir una
carta completa y cordial al especialista hospitalario, o leer su respuesta, más
larga que la española, supone una carga, mientras que para otros de nosotros es
una gozada y un componente de un trabajo de mayor calidad.
Es evidente
que yo escribo en función de mis valores y aspiraciones profesionales, que
pueden no ser compartidos universalmente. Pero también es verdad que lo escribo
con el bagaje de nueve años trabajados allí, como asalariada primero y como
socia después. El lector decidirá, por supuesto, si las cosas que a mí me
gustaría que el SNS imitase le parecen realmente positivas o no.
A modo de
síntesis, listo abajo los puntos que a mi juicio son “a imitar”, seguidos
de otros más discutibles “a
considerar” y por
último los que propondría “no imitar”. Luego añado breves comentarios sobre los
puntos que no había mencionado en las entregas anteriores.
A imitar
1.
Existen puestos técnicos (no políticos) de alto nivel ocupados por
médicos.
→ El sistema es gestionado por profesionales que saben de salud.
2.
La burocracia clínica es más sencilla y rápida. Receta única para todo el
tratamiento. Baja única sin partes semanales. → El médico puede dedicar más tiempo
a los pacientes.
3.
El paciente asume su responsabilidad. Firma el reverso de las recetas
y parte de baja. Tiene mayor educación sanitaria y nivel de autocuidado. → El
médico queda liberado de responsabilidades y tareas que no le corresponden.
4.
Las citas son de 10 minutos por paciente. → Hay espacio para la reflexión
durante la acción.
5.
Las enfermeras tienen consulta a demanda igual que los médicos. → El médico queda libre de tareas
realizables por la enfermera.
6.
Los pacientes tiene mayor educación sanitaria. → La demanda es menor y mejor.
7.
Médicos y pacientes se tratan con cortesía. El médico no muestra prisa o
desaprobación. Recibe decenas de respetuosas “gracias” al día. → El paciente se siente
escuchado, el médico se siente valorado.
8.
Los médicos se tratan con cortesía. Se escriben cartas en vez de informes. Se
agradecen mutuamente los servicios prestados al paciente. → La
comunicación es más rica y su entorno más agradable.
9.
El médico hospitalario tiene obligación de informar al MF. El MF tiene la máxima autoridad
clínica sobre el paciente. → El MF puede atender al paciente
de forma holística sin lagunas informativas.
10.
Se usa el teléfono y las cartas para atender a los pacientes. → Se ahorran consultas.
11.
Los médicos de familia gozan de autonomía de gestión. → Los MF contratan a su equipo y
organizan su trabajo con el fin de obtener resultados óptimos.
12.
La autonomía va ligada a la obligación de rendir cuentas (libertad-responsabilidad). → Se resuelven los conflictos de intereses en
favor del paciente.
13.
El sistema acoge las ideas de los profesionales. →
Se introducen mejoras sensatas.
14.
El personal se contrata por valía objetiva y subjetiva. → Las cualidades personales
también sirven para obtener un puesto de trabajo, además de los méritos
cuantificables.
15.
Las enfermeras pueden formarse para asumir mayores responsabilidades. → El médico queda libre de tareas
realizables por la enfermera, incluyendo la prescripción enfermera
independiente (limitada y regulada).
16.
La función de los administrativos es definida por los MF. → Los
administrativos suelen ser mucho más resolutivos y ayudan más a la tarea del
médico.
17.
Enfermeras y administrativos tienen oportunidad de progresar en la
escala laboral. → El personal está más motivado.
18.
Existe la opción de trabajar a tiempo total o parcial libremente. → Cada uno trabaja tanto como
elija, evitando el burnout o sobrecargas que afecten al paciente.
19.
La Medicina de Familia tiene Departamentos Universitarios. → El MF puede dedicar parte de su
tiempo remunerado a la docencia (pre y postgrado) o investigación. → Existen
oportunidades de desarrollo profesional. → La medicina de familia no es
una especialidad de segunda clase.
20.
El médico de familia goza de mayor prestigio
social y mejor remuneración.
21.
Los médicos tienen una voz única y potente ante el Gobierno. La British
Medical Association
es el interlocutor de los médicos ante el Gobierno, quien por lo general le
escucha.
A considerar
1.
Cualquier medicamento prescrito tiene un precio fijo de unas 8 libras. → El paciente prefiere comprar
medicación sin receta cuando sea pertinente (analgésicos, etc.). → Se
ahorra en gasto farmacéutico y se ahorran consultas por enfermedades banales.
2.
La ley permite a los trabajadores ausentarse una semana del trabajo
sin baja médica. El paciente firma su propio certificado.→ Se
ahorran consultas por enfermedades banales.
3.
El papeleo no esencial se cobra. → Se desincentiva el exceso de
burocracia y aumentan los recursos del centro.
4.
No se diferencia entre consulta “a demanda” y “programada”. → Se atiende al paciente según el
tiempo que necesite.
5.
El médico de familia puede derivar a especialistas privados. → Se ahorra presupuesto público.
Se respeta la libre elección del paciente.
6.
El médico de familia compra servicios de segundo nivel. → Se ofrece a la población lo que
mejor se adapta a sus necesidades. Se exige calidad y buen trato al segundo
nivel.
7.
No hay pediatra de atención primaria. → El MF ve
a toda la familia. Los pediatras son consultores en el hospital o en centros
extrahospitalarios.
A no imitar
1.
Los pacientes pueden pedir cita con cualquier médico o enfermera. → Se pierde longitudinalidad asistencial.
2.
La atención enfermera domiciliaria es un servicio externo. → Se
complica la atención y se pierde continuidad.
3.
Existen más miedos legales. → Se complican algunos
procedimientos y se vive cierta tensión.
4.
Cordialidad no es amistad. → Se mantiene por lo general
cierta distancia que hace difícil formar un equipo entrañable a la española.
Puntos nuevos
La educación sanitaria de los pacientes. Llama la atención lo que ya saben muchos pacientes antes de venir a
consulta, y cómo es más frecuente que deseen recibir explicaciones sobre su
posible padecimiento y participar en
decisiones sobre su tratamiento. También es diferente su actitud hacia la
prescripción: es común que antes de que le des una receta quieran sabes los
pros y contras de un medicamento, contemplando con naturalidad la posibilidad
de que no compense tomarlo. El gobierno suele hacer campañas para mejor uso de los servicios
sanitarios, por ejemplo la típica de invierno Antibiotics Don’t Work for
Colds (los antibióticos no sirven para los catarros). También fomenta el
conocimiento y autocuidado a través del sitio web NHS Choices.
Transparencia y rendición de cuentas. El Reino Unido es un país tremendamente transparente. Se publican los
resultados en salud de cada grupo de EAPs (Clinical Commissioning Groups), referidos fundamentalmente a
tasas de mortalidad evitable. También se publican informes de calidad de
la atención secundaria.
La acogida a las buenas ideas y el talento. Una de las primeras satisfacciones que recibí en mi centro de salud de
Londres fue el oír, como respuesta a alguna propuesta mía: That’s a good
idea! Y me maravillaba que esa respuesta se siguiera repitiendo, y que
muchas de mis propuestas, simplemente, se aplicaran. En España solía
encontrarme con “Eso no se puede hacer”… Podría decirse que esto ocurre por ser cada centro de salud
internamente una estructura “privada”, lo que le da mayor flexibilidad de
funcionamiento. Cierto, pero también el NHS como entidad pública invita a los
profesionales a aportar ideas para mejorarlo. Cuando aún existían las PCT
(órganos de gestión loco-regionales), la mía lanzó un concurso sobre ideas de
mejora organizativa, y gané el premio consistente en nada menos que una semana
de vacaciones con suplente pagado. Mi aportación: montar en mi centro un
sistema de gestión de la información entrante y del equipamiento en consulta
con la ayuda de una “nueva” figura que apenas existe en la AP británica: el
auxiliar de clínica. Es decir, les aporté una pequeña “españolización” con la
que quedaron encantados. También de forma centralizada el NHS pide a los profesionales que
aporten sus ideas, a través de consultas y premios. Aunque España ha escalado puestos en los últimos años en el Índice Global de Talento (referido a la capacidad de cada país de
atraer y retener talento), ocupando actualmente el puesto 22, sigue por debajo
del Reino Unido, que ocupa el 14. Es el RU un país más talentófilo que el
nuestro, y nuestra talentofobia probablemente se encuentre predominantemente en
el ámbito de lo público.
La medicina de familia en la Universidad. Mi motivo para ir a Londres fue realizar un Master in General
Practice en King’s College London. La primera novedad consistió en
la mera existencia de un grado de máster universitario desde, por y para
la Medicina de Familia. Me impactó ver las estupendas instalaciones del Department
of General Practice e incluso el porte distinguido del Jefe de Departamento,
Professor Roger Jones, hombre ocupadísimo donde los haya (en tareas académicas
fundamentalmente, aunque hacía algo de clínica) que tenía a su eficientísima
secretaria “a tope”. En el departamento había varios catedráticos más, como el
Professor Higgs, experto en ética, que también nos dio alguna clase. A nadie se
le ocurriría pensar que la medicina de familia ocupara un lugar menor que el de
otras especialidades en la Universidad, más bien todo lo contrario. Los alumnos se forman en comunicación y exploración clínica en los
centros de salud, comenzando desde el segundo curso. Son los médicos de familia
los que les enseñan esto también en las aulas de la universidad, además de
muchos otros temas de manera transversal.
El prestigio del médico de familia. El médico en general goza de mayor prestigio social en el RU. Yo era Dr
Garcia a todos los efectos: el DR figuraba en mi tarjeta de crédito y el
camarero me traía la cuenta llamándome Doctor. El médico de familia en particular es una figura muy tenida en cuenta
por la sociedad. Es frecuente que estén en entrevistas de radio o televisión,
actuando como informadores y referentes para la población. Los pacientes dan
gran valor a lo que les aconseja su GP. El GP es visto como un profesional de muy alta cualificación y
muy ocupado, cuyo tiempo es altamente valioso. El paciente suele expresarlo con
el típico Thank you for your time, doctor.
Los médicos ante el Gobierno. La British Medical Association (BMA)
es a la vez una
sociedad científica y un potente sindicato para todos los médicos del RU. Como
sociedad científica publica el conocido BMJ y organiza cursos de todo
tipo de gran calidad. Como sindicato es interlocutor ante el gobierno e influye
en las decisiones sanitarias de relevancia, a menudo tras consulta y debate
entre sus afiliados. En el RU hay “división de poderes” en el sentido de que por un lado
está la BMA para defender al médico y por otro el General Medical Council (GMC) para defender al público. El órgano que da y
quita licencias, pues, no es el mismo que se pone a priori de parte del médico,
lo cual parece lógico. Es curioso lo naturalmente que la sociedad asume esto,
hasta el punto de que si un paciente descontento que pone un reclamación quiere
sonar amenazante, sugerirá que podría “informar al GMC”. El GMC es de ámbito nacional único, pero la BMA tiene
también representaciones regionales y locales, estas últimas llamadas Local Medical Committees e integradas por médicos de familia.
Los pediatras como consultores. En el centro de salud los niños (desde 0 años) son vistos por el
médico de familia. Los pediatras no trabajan en los centros de salud, sino en
hospitales o centros de Community Paediatrics. Los community
paediatricians hacen valoración y seguimiento de problemas del desarrollo,
es decir, de los niños derivados por atención primaria tras los controles de
niño sano. Reconozco que tener que ver niños me asustó un poco al principio, pero
con formación y experiencia acaba haciéndose natural y lógico que un médico de
familia vea a toda la familia (como su nombre indica), y que el pediatra atienda
solo los problemas que solo un pediatra puede atender. Parece inteligente
aprovechar la formación (predominantemente hospitalaria) de un pediatra para
lidiar con patologías de mayor entidad, mientras el resto lo controla el médico
de familia y la enfermería especializada.
Los miedos legales. La cultura anglosajona es más proclive a la litigación en todos los
ámbitos de la vida, y la medicina no es una excepción. Esto determina que a
veces se dejen de hacer algunas cosas por las “posibles” reclamaciones que
puedan surgir. Por ejemplo en una residencia de ancianos me sorprendió oír de
las cuidadoras que no estaban dispuestas a ponerle un supositorio a una
paciente. Bastante difícil me parece a mí que tal procedimiento dé lugar a
sospechas de abuso sexual, pero en fin, yo no soy anglosajona…
Los lazos afectivos. He aquí una razón de primera magnitud para valorar nuestro trabajo en
España. Como latinos que somos, sabemos entablar relaciones más intensas (para
bien y para mal) que le dan sabor a la vida. Y como el trabajo es parte de la
vida, estos lazos pueden ser determinantes para que nuestro día a día tenga
sentido. Una experiencia en un país no latino nos aportará muchas riquezas y
nos dará ideas para mejorar, pero sin duda en calidez de relaciones humanas
(aunque en politeness podamos mejorar mucho) somos más maestros que
aprendices. Vivimos en ese lado del mundo en que podemos darnos abrazos con
libertad y en que no es raro que exista una ligazón de complicidad y cariño
entre los miembros de un equipo. Dicen los sociólogos1 que los ingleses tienen una torpeza
congénita para las relaciones sociales, que palían con multitud de normas y
cordialidades. Mucho podemos aprender de estos recursos, pero siempre echaremos
de menos esa chispa de humanidad quizás también “congénita” que solemos portar
nosotros.
Reflexión final
Es importante tener en cuenta que el NHS es un sistema dinámico, se
van introduciendo cambios con frecuencia: algunos son novedad y otros revierten
un cambio anterior.
No se debe perder eso de vista, pues probablemente el NHS nos resulte
más interesante o imitable en un estadio que en otro. Para la situación actual
del SNS español, en mi opinión, nos interesa copiar más cosas del NHS de
2000-2012 que del de 2013-2016, pues la tarea del médico de familia se ha ido
haciendo mucho más compleja de lo que nosotros podríamos absorber de entrada.
Es preferible comenzar por cambios más sencillos.
Todo lo que he comentado en esta serie puede y debe matizarse más, y seguro que han quedado
muchas cosas en el tintero.
Lo mejor para conocer bien el NHS es vivirlo en persona, sin duda. A los que queráis visitar la AP
británica os invito a participar en el programa Spandoc Exchange y a los que no podáis hacerlo, os invito a leer las impresiones de los participantes en www.spandoc.com.
En cualquier caso, espero que la lectura de esta serie os haya
resultado interesante, o mejor aún, inspiradora de aires nuevos.
Confío en nuestras posibilidades de cambio… y envío muchos ánimos a
los que también confían.
¡Un abrazo!
Hasta siempre,
Isabel García Gimeno
En el apartado: "a no imitar":
ResponderEliminar1)Los pacientes pueden pedir cita con cualquier médico o enfermera. No estoy de acuerdo. Creo que se trata de un aspecto a imitar y, por tanto, perder un dirigismo de un sistema que denota su origen franquista y cautivo. Ya escribí acerca de ello: http://tontosantajusta.blogspot.com.es/2012/04/sanidad-la-gente-quiere-elegir.html
2) Miedos legales van existiendo aquí muchos más, y más que van a existir. Es inevitable.
3) Lo de "cordialidad es amistad", es un viejo bulo latino. Los "equipos entrañables" se destruyen a conveniencia desde arriba con sesenta euros arriba o abajo. Lo sé porque lo he experimentado en mis carnes.
Resumen: de la lectura atenta del post, no veo más que ventajas en un país que me impresiona más civilizado y de mayor desarrollo en esto de una AP comprensiva. Y de mayor educación sanitaria poblacional. En fin, tal vez lo pueda ejercer como paciente, tras mi jubilación.
Me gustaría realizar un par de aclaraciones a la autora del post en relación a las menciones sobre trabajo de Enfermería, desde la perspectiva de una estudiante de dicho Grado. En primer lugar valoro su apoyo a la prescripción enfermera, coincido con usted en que ahorraría costes económicos y de personal al proporcionar más autonomía a dichos profesionales, como ya han demostrado las compañeras de Enfermería Comunitaria en Andalucía.
ResponderEliminarEn segundo lugar quería comentarle que en el sistema español las enfermeras podemos progresar laboralmente, ya que existen puestos de responsabilidad progresivos hasta alcanzar el nivel de Directora de Enfermería en los hospitales. Éste cargo que se encuentra al mismo nivel que el de Director de Medicina. Por otra parte es cierto que existe un techo de cristal en el ámbito de Atención Primaria.
Por último me gustaría hacerle notar que elevar el nivel de educación sanitaria de los pacientes es una parte importante del trabajo de enfermería recogido en la competencia de Educación para la Salud. Creo que sería adecuado aumentar el número de derivaciones hacia la consulta de enfermería para la realización de ésta tarea en lugar de recomendar a los pacientes que se informen por internet.