... y perderá de nuevo la atención primaria.
El partido de los funcionarios lleva mucho tiempo ganando las elecciones. Su triunfo de 2011 permitió a la revista de Muface un titular que no dejó lugar a dudas: "Un Gobierno de funcionarios". Un Gobierno presidido por Rajoy en el que más del 80% de sus altos cargos eran también funcionarios. También supimos al comienzo de la X Legislatura, diciembre de 2011, que 126 de los 350 diputados (el 36%) eran funcionarios.
El partido de los funcionarios lleva mucho tiempo ganando las elecciones. Su triunfo de 2011 permitió a la revista de Muface un titular que no dejó lugar a dudas: "Un Gobierno de funcionarios". Un Gobierno presidido por Rajoy en el que más del 80% de sus altos cargos eran también funcionarios. También supimos al comienzo de la X Legislatura, diciembre de 2011, que 126 de los 350 diputados (el 36%) eran funcionarios.
Tras las elecciones generales de 2015 desembarcaron nuevos diputados en el Congreso y empezó la XI Legislatura, la más corta de la democracia. Rastas, mamás amamantando y besos en los morros fueron noticia. Pero también lo fue una que a muchos les pasó inadvertida: el número de funcionarios entre los diputados aumentó respecto de la legislatura anterior. De 126 pasó a 138 de los 350 diputados (el 39,4%), superándose por más de tres puntos porcentuales la marca de 2011. Esto permitió a John Müller el recomendable artículo titulado "El partido de los funcionarios ganó las elecciones".
El partido de los funcionarios lleva mucho tiempo ganando las elecciones. Triunfador, elección tras elección, el partido de los funcionarios en el poder ha incumplido año tras año durante tres décadas la Ley General de Sanidad que obligaba (y sigue obligando) a la inclusión de los mutualistas en el Sistema Nacional de Salud asignándoles a todos ellos un médico de atención primaria en un centro de salud. Sólo con que los poco más de 5.000 jueces españoles fueran atendidos por los médicos de familia de los centros de salud (y no por los especialistas de las aseguradoras privadas concertadas con su mutualidad), la mitad de las cosas que pasan en atención primaria no pasarían.
La semFYC lanzó una campaña en redes sociales hace diez días (#VotamásPrimaria) dirigida a los candidatos de los principales partidos que se presentan a las elecciones de hoy para que se pronunciaran sobre cómo gestionarían la atención primaria en el caso de que ganaran las elecciones. Como era de esperar, los candidatos prefieren el silencio y no han añadido a #VotamásPrimaria ni un solo tuit en estos diez días. El partido de los funcionarios desprecia la atención primaria y, especialmente, al médico de familia. El partido de los funcionarios prefiere el acceso directo al especialista y hospital privados, sin que intervenga el médico de familia y pagado todo con dinero público. La atención primaria no es para ellos, servidores públicos, la atención primaria es... para la gente. Por eso, sin vergüenza alguna, el partido de los funcionarios ha cuidado más su sistema sanitario que el de los demás durante la crisis.
No tengan la menor duda de que el partido de los funcionarios ganará hoy otra vez las elecciones y perderá de nuevo la atención primaria. Y será así porque el partido de los funcionarios es transversal entre los candidatos de las principales formaciones políticas que se presentan. Como consecuencia, será transversal a los grupos parlamentarios que se constituyan en el Congreso en la próxima XII Legislatura. Por eso no se habla de sanidad en campaña electoral. Lo señalaba hace apenas tres días la periodista Elena Sevillano en El País "Ni en los debates ni en los mítines ni en las tertulias. La sanidad pública está prácticamente desaparecida de esta campaña electoral". Elena es joven, pero los que ya no lo somos tanto hace tiempo que nos dimos cuenta de que en las campañas se impone el silencio electoral de la sanidad.
No tengan la menor duda de que el partido de los funcionarios ganará hoy otra vez las elecciones y perderá de nuevo la atención primaria. Y será así porque el partido de los funcionarios es transversal entre los candidatos de las principales formaciones políticas que se presentan. Como consecuencia, será transversal a los grupos parlamentarios que se constituyan en el Congreso en la próxima XII Legislatura. Por eso no se habla de sanidad en campaña electoral. Lo señalaba hace apenas tres días la periodista Elena Sevillano en El País "Ni en los debates ni en los mítines ni en las tertulias. La sanidad pública está prácticamente desaparecida de esta campaña electoral". Elena es joven, pero los que ya no lo somos tanto hace tiempo que nos dimos cuenta de que en las campañas se impone el silencio electoral de la sanidad.
Transversalidad del partido de los funcionarios en la XI Legislatura
Buenas, por estos lares andaluces, desde hace varios años, a través de la Escuela Andaluza de Salud Pública, he presenciado conferencias y debates del tipo "análisis y medidas de regeneración de la sanidad pública". Siempre he participado desde la ingenua responsabilidad de que "alguien de Primaria" se hiciera visible. En los momentos en los que la crisis económica ha sido más dura, me sorprendía el hecho de que el debate del papel de la Atención Primaria en la Sanidad púbica jamás apareciera como elemento clave. Sin embargo, en los dos últimos años, escuchando de nuevo otros tantos debates sobre el tema, he ido comprendiendo porqué no se produce un debate público y serio sobre nuestra sanidad, y la clave está justo aquí, en lo que tú has recogido Juan. Mientras las "élites" funcionariales transversales de los diferentes partidos estén en aseguradoras privadas, el deterioro de la sanidad pública continuará hasta que quedemos como médicos de pobres y marginales.
ResponderEliminarDesde hace tiempo, cuando alguien me pregunta qué medida tomarías para la mejora de la sanidad pública, siempre contesto lo mismo: que todo el mundo, incluidos los funcionarios, entre por la puerta de mi consulta. Todo lo demás (recursos personales y materiales que permitan aumentar la capacidad resolutiva y la atención de calidad en Atención Primaria) caerá por el peso de esa única medida.
Salud
Soy funcionario de la Generalitat Valenciana desde 1992 y nunca he tenido la oportunidad ( ni ganas) de ser de Muface. Pero además te digo que si fuera de Muface optaría por la sanidad pública ( como sabes es posible y muchos lo hacen)
ResponderEliminarY si fuera una consulta fácil no me importaría ir a la privada pero desde luego no lo consideraría un lujo sino más bien una desgracia que ante una urgencia o una operación seria me obligaran a ir a la privada.
Por otro lado prefiero que los políticos tengan un trabajo al que volver sea público o privado y que no tengan que depender de otros intereses.
Resulta incongruente que funcionarios PÚBLICOS elijan ser atendidos fuera del SNS, denostando "lo público", su casa, a quien sirven y para quien trabajan. Hacen de menos a sus compañeros, empleados públicos, fundamentalmente por comodidad. La prueba de ello es que ante cualquier eventualidad que revista gravedad, optan por la sanidad pública, a la que tienen opción de cambiarse anualmente, al tener más medios y mayor preparación y conocimiento. Esto hace que a las aseguradoras privadas les resulte rentable este colectivo. No deja de ser una parasitación de la Sanidad Pública; una forma de hacer negocio, una vez más, a costa del erario público.
ResponderEliminarEn mi opinión hay dos formas de acabar con esto:
1º. Cumplimiento, de una vez por todas, de la Ley General de Sanidad, incluyendo a todos los funcionarios en el SNS.
2º. No permititiendo elegir anualmente entre Sanidad Pública o Privada. Quien elija la "privada" tendría que continuar en ella de por vida, aunque sí se les permitiría cambiar de aseguradora privada una vez que hubiesen optado por esta modalidad de atención sanitaria. No se puede estar a la vez al plato y a las tajadas. No se debe permitar tales privilegios de un colectivo (no pequeño precisamente) sobre el resto de ciudadadanos. ¿Dónde queda así, la igualdad de todos los españoles?
Nota:
Puede darse el caso de que incluso a las aseguradoras privadas, les compense, en casos muy gravosos, ofrecer dádivas como pueden ser la gragtuidad de por vida de la póliza privada para el enfermo y toda su familia, a cambio de imputar los gastos de la enfermedad grave del enfermo a la "pública". Esto es relativamente fácil de conseguir, pues es tan sencillo como acordarlo, por interés mutuo, callando la dolencia desde que se conoce, hasta el nuevo periodo de elección (enero de cada año) en el que el paciente eligiria la SS (SNS). Unos se ahorrarían mucho dinero, y otros ganarían los beneficios de las dádivas (póliza, dinero contante y sonante,...) y la garantía que ofrece la Sanidad Pública, mediante los medios que aporta y la profesionalidad de sus trabajadores (empleados públicos, ellos también, pero "estatutarios", es decir, sin los privilegios de sus homólogos funcionarios).
Tengo Muface y opté desde siempre por el SERGAS, servicio público galego de saúde. Muchos compañeros, han elegido la privada, pero cuando tienen algo serio, se cambian a la sanidad pública así que los beneficios para la privada y los gastos para la pública .Vivo en A Coruña y tenemos un joya que pese a los recortes sigue funcionando muy bien, porque el personal sanitario se deja la piel. La joya se llama Chuac.
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