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miércoles, 23 de marzo de 2022

Del «ya no te quiero» al «no te he querido nunca»

"¿Se imagina un SNS sin atención primaria?". Así titulaba Gaceta Médica una noticia el pasado 9 de marzo (aquí). Subsistemas sanitarios de financiación pública y provisión privada pero sin atención primaria existen en España desde hace décadas (aquí). Algunos desaparecieron hace poco tiempo. Otros persisten. Entre estos últimos, el primero que nos viene a la cabeza es Muface, sin olvidarnos de Mugeju ni de Isfas. Se trata del Mutualismo Administrativo, llamado a integrarse a efectos de asistencia sanitaria en el Sistema Nacional de Salud por mandato de la Ley General de Sanidad de 1986. Mandato que nunca se cumplió. La noticia daba cuenta de una campaña del Foro de Atención Primaria para concienciar a la sociedad sobre el impacto de un sistema sanitario sin atención primaria. Pero la sociedad quiere lo que quieren sus élites, quiere lo que quieren aquellos que tienen posibles y quiere lo que quieren sus gobernantes que no es, precisamente, la atención primaria.



Porque se puede ir al especialista directamente sin consultar con el médico de cabecera
Los mutualistas eligen el mutualismo y la sociedad española se compra seguros privados precisamente para evitar tener que ir a la atención primaria. La prueba la tenemos en las respuestas a la pregunta 5A del barómetro sanitario de 2018 (aquí).




Estos seguros se promocionan fiscalmente con dinero público, con un coste coste fiscal anual (impuestos que no se ingresan) estimado en más de 1.000 millones de euros (aquí). Estos seguros que se regalan (con dinero público) por parte de las distintas administraciones públicas a integrantes y familiares de muchos organismos y empresas públicas (aquí). Así que no necesitamos imaginar lo que ya existe y va progresivamente a más según la patronal del seguro que ofrece datos hasta 2020 (aquí).
 

 
Tampoco necesitamos imaginar el deterioro y abandono de la atención primaria por parte de los gobernantes de cualquier color político ocurrido en el último cuarto de siglo. Quienes peinamos canas lo hemos vivido en carne propia y nadie nos lo tiene que contar para imaginarlo. 


Sin olvidarnos de esta vergüenza
España, junto con Italia, son los dos únicos países europeos sin Departamentos de Medicina de Familia/Atención Primaria en la Universidad (aquí). Más de 40 años después de creada la especialidad de Medicina de Familia, seguimos sin esos Departamentos y con estas ideas metidas en las cabezas de los estudiantes de medicina: "Tampoco me voy a tragar 6 años de carrera más el MIR más la especialización para acabar viendo resfriados". Evidentemente, esto es responsabilidad de quienes les forman en la Universidad.


"Tampoco me voy a tragar 6 años de carrera más el MIR 
más la especialización para acabar viendo resfriados" 





 
«No son los recortes, es que ya no te quiero»
Javier Padilla escribía en enero de 2019 un post titulado "No son los recortes, es que ya no te quiero"(aquí). Se dio cuenta Javier de que no sólo eran los recortes, que había algo más. Terminaba Javier su post con esta frase: "No son los recortes, simplemente es que quien decide a dónde va el dinero no quiere a la Atención Primaria". De ahí el título de su post. Me atreví entonces a poner un comentario a dicho post que empezaba así "Efectivamente, los recortes han servido para que quienes deciden se quitaran la careta. Se tuvieron que retratar y se retrataron. Y no es que «ya no te quiero» es que  «no te he querido nunca» Reproduzco a continuación dicho comentario pues no ha perdido, todo lo contrario, un ápice de actualidad.
 

No es que «ya no te quiero» es que «no te he querido nunca» 
Efectivamente, los recortes han servido para que quienes deciden se quitaran la careta. Se tuvieron que retratar y se retrataron. Y no es que «ya no te quiero» es que «no te he querido nunca». Los que deciden dónde va el dinero no han querido nunca a la atención primaria. Sólo la consideraron como «dique de contención» y como «sanidad de bajo nivel para la gente». Incumplieron reiteradamente, año tras año, la LGS no incluyendo al Mutualismo en el SNS. Manteniendo los beneficios fiscales a los seguros médicos privados que ya alcanza más de 9 millones de españoles (sin contar los 2 millones de mutuaalistas y los millones de pólizas de seguros dentales). El coste fiscal estimado de incentivar la compra de estos seguros es de 1000 millones de euros (aquí). 
 
Los asegurados por seguros médicos privados y los mutualistas son más jóvenes, sanos y ricos que los que únicamente tienen al SNS como asegurador sanitario. Curiosamente, los mutualistas y asegurados por seguros privados, se ausentan más al trabajo por motivos de salud que los que sólo tienen SNS (claramente tienen menos miedo a perder el empleo) pese a ser más jóvenes, sanos, ilustrados y de clases sociales más altas (aquí, aquí y aquí). 
 
Pero claro, por si esto no fuera suficiente, tuvieron que poner en marcha hace muchos años las «regalías sanitarias», tan variadas como administraciones y organismos públicos tenemos (aquí). ¿Cómo van a querer la atención primaria si hasta Muface presume de tener un Gobierno de Funcionarios? (aquí). ¿Cómo van a querer a la atención primaria si gran parte de sus señorías en la Carrera de San Jerónimo son funcionarios (e increscendo)? (aquí y aquí). También en los parlamentos autonómicos (aquí). 
 
En fin, que lo que se ha buscado desde siempre (y se ha conseguido) ha sido el descremado sociológico de la atención primaria (aquí).  Y esta es la principal causa de que no tengamos una APS fuerte desde el principio. 
 
La APS no es utilizada aquellos sectores sociales con mayor capacidad de influencia sobre la opinión y el poder públicos y por eso ha perdido ya el estímulo más potente de mejora representado por los ciudadanos más informados, formados, exigentes e influyentes.
 
Acababa esta entrevista para Salud 2000 con esta frase: «La atención primaria ha de ser para todos o nunca será» (aquí). Pues eso, como la atención primaria no ha sido «para todos» ya está empezando a «no ser».


Sólo nos quedan cuatro herramientas:

1.- Empezar a darnos cuenta de que los médicos de familia de los centros de salud somos los médicos de los pobres y defenderlos, pues un ataque a la atención primaria es un ataque directo a la salud de los menos favorecidos. Es lo que ha ocurrido durante la crisis.

2.- Empezar a pedir el sistema Muface para todos, para todos los ciudadanos no sólo para los 2 millones de mutualistas. Sistema Muface para todos o APS para todos. Una de dos.

3.- Ni un sólo euro en beneficios fiscales para gasto privado sanitario, ni en seguros médicos ni mediante pago directo a médicos (algunas CCAA siguen ofreciendo desgravación fiscal por el gasto privado en médicos).

4.- Y por supuesto, que se prohíban por ley las «regalías sanitarias» que han crecido como la espuma durante las dos últimas décadas. ¿Por qué tenemos que pagar de nuestro bolsillo un seguro médico privado a todos los empleados y familiares del Banco de España, o de televisión española? ¿Cómo no vamos a tener así elmejorsistemasanitariodelmundo? Con mi dinero, no.

Comentario
La crisis de 2008 dejó malherida a la atención primaria y la crisis pandémica ha terminado de rematarla. Sin haber aprendido todavía las lecciones de la pandemia para la atención primaria pasamos, sin solución de continuidad, de la crisis pandémica a la crisis por la guerra de Ucrania. En atención primaria se necesita inversión multimillonaria (en tecnología, en ladrillo y en personal), rediseño del modelo, introducción de nuevos perfiles profesionales, cambios de actitud y respeto a los atributos nucleares de la atención primaria de salud (especialmente la longitudinalidad). Pero, sobre todo, mayor autonomía de sus profesionales con rendición de cuentas (aquí). La atención primaria  no se levantará de la cama de la UCI por su propio pie sin hacer todo esto y sin revertir su descremado sociológico. 

Es decir, la moribunda atención primaria sólo tiene viabilidad inmediata si en los próximos 3-4 años se hace todo lo que no se ha hecho en el último cuarto de siglo. Y como cuesta creer que esto vaya a suceder, mucho nos tememos algunos que nuestros gobernantes en la vida de dios han querido a la atención primaria, ni ahora ni nunca. Pero claro, también cuesta creer que de esto no se hayan dado cuenta los más veteranos médicos de familia y pediatras de los centros de salud, ni siquiera sus también veteranas Sociedades Científicas, más dadas a codearse con políticos y gobernantes. 

Por cierto, hay quien es capaz de sorber y soplar al mismo tiempo, sin darse cuenta de que hay cosas que no se pueden defender a la vez: o en misa o repicando. Muface y la atención primaria son como el agua y el aceite: o una cosa o la otra. O todos Muface o todos atención primaria.

Poder elegir anualmente sanidad pública o sanidad privada pagada con fondos públicos será, si así lo consideran algunos, un "derecho social". Un "derecho social" que persiste desde los últimos meses de la dictadura franquista y que la LGS mandaba eliminar. Algunos otros pensamos que es un privilegio. 

Pero, ojo al dato, el privilegio no está en que la prestación sanitaria sea privada y la financiación pública pues así lo es en la mayor parte de los países desarrollados (excepto  España y pocos más), sino en la capacidad de elección. Y esa capacidad de elección es por donde brota la selección de riesgos mediante la cual el SNS recoge los peores riesgos del mutualismo. Una capacidad de elección que defienden para sí aquellos que también dicen defender la sanidad pública de las garras de la privatización. Está claro que sanidad privada pagada con fondos públicos algunos sólo la quieren para ellos pero no para los demás. Para ellos, es un "derecho social" pero para los demás es un triunfo de la política neoliberal. Para ellos, Muface; para los demás, atención primaria. ¿Cómo la van a salvar si tampoco la han querido nunca?



























2 comentarios:

  1. Suscribo hasta la última coma y enmarco el último párrafo como detector inmediato de fariseos y silencios cómplice. Gracias una vez más Juan

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  2. os atreveríais a hacer una encuesta para saber cuantos especialistas en atención primaria hoy en España , preferirían el modelo francés ... o el inglés, y con nuestras nóminas?

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