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martes, 31 de marzo de 2020

Kamikazes Sanitarios, la fama y la lana en el "mejorsistemasanitariodelmundo"

The New York Times habla de "Health Care Kamikazes"  (aquí) para referirse a la falta de medios de protección con la que se enfrentan ya demasiados profesionales de la sanidad pública española a la epidemia de Covid-19. Dicho periódico lo muestra con un impactante vídeo. Siempre podremos indignarnos con un reportaje que ofrece una imagen negativa de la sanidad pública española. Una sanidad que, sin embargo, está atendiendo a todos los afectados de un modo más equitativo a como lo puede hacer EEUU que carece de una sanidad universal y donde millones de americanos no cuentan con protección sanitaria. A mi me avergüenza este vídeo como profesional sanitario y como español. No sólo por la pésima imagen, lamentablemente real, que ofrece de la sanidad pública española sino también porque, además, peca de lo mismo que pecan los reportajes de los medios españoles que tratan el mismo tema: imágenes de hospitales cuando los siete médicos muertos por Covid-19 en el ejercicio de su profesión en la sanidad pública española trabajaban en siete centros de salud de los miles que conforman nuestra atención primaria. Unos tienen la fama y otros cardan la lana.











HASTA HOY (2-4-20), LOS ÚNICOS MÉDICOS FALLECIDOS POR COVID-19 EN EL 
EJERCICIO DE SU PROFESIÓN EN LA SANIDAD PÚBLICA ESPAÑOLA. 
TODOS ELLOS MÉDICOS DE CENTROS DE SALUD.










Isabel Muñoz, 59 años, médica del centro de salud de Fuente de San Esteban, Salamanca (aquí)

Manuel Barragán, 63 años, médico del centro de salud Levante-Sur de Córdoba (aquí)

Sara Bravo, 28 años, médica del centro de Mota del Cuervo, Cuenca (aquí)

Santos Julián González, 63 años, médico del centro de salud Zona VIII de Albacete (aquí)

José Ramón Izquierdo, 61 años, médico del centro de salud Cuenca I (aquí)


Albert Coll, 63 años, médico de los consultorios de Os de Balaguer y Castelló de Farfanya, Lleida (aquí)

Antonio Gutiérrez, 60 años, médico del centro de salud  Eras de Renueva de León (aquí)




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NOTA
Algunos comentarios en twitter ponen en duda lo dicho en esta entrada (aquí). Todos sabemos que el primer fallecido por Covid-19 fue la enfermera de Osakidetza. Pero mi entrada, quise centrarla en médicos del Sistema Nacional de Salud (SNS). Pese a una búsqueda intensa, no encontré -y sigo sin encontrar- noticia de ningún médico fallecido por Covid-19 en el ejercicio activo de la profesión en el ámbito hospitalario-especializado público. Si la encontráis, me lo decís, por favor, y la añadiré en la entrada. 

Efectivamente ha muerto un otorrino de Covid-19 en ejercicio activo profesional, Antoni Feixa, de un hospital privado, la Quirón de Barcelona (aquí). También es probable que hayan fallecido algunos compañeros más, de primaria o especializada, de los que no se haya dado noticia y, por tanto, no lo sepamos. La intimidad y la privacidad de las personas y su familia es lo primero que hay que respetar.

Con los últimos dos fallecidos ya son siete desde el pasado 25 de marzo que tuvimos noticia de la muerte del primer médico del SNS fallecido por Covid-19 en el ejercicio activo de su profesión. Se trataba de Isabel Muñoz, médica de un centro de salud rural de la provincia de Salamanca. Desde ese día, la media de médicos de centros de salud fallecidos por Covid-19 en el ejercicio activo de su profesión ha sido de casi uno al día. He actualizado la entrada con los dos compañeros recientemente fallecidos.

Hoy en mi centro de salud a las 12:00 hemos salido a la puerta de la calle del centro todos los miembros del equipo con un lazo negro pintado en un folio en memoria de los profesionales sanitarios en ejercicio activo fallecidos por Covid-19. En memoria de los que figuran en la entrada y del resto, sin distinción. Veremos si el fotógrafo de prensa la publica mañana. Lo más emocionante, el aplauso final de los vecinos desde sus ventanas y balcones.


Sabía que había enfermado nuestro querido Vicente Baos y la alegría de hoy ha sido leer, de su propia pluma, que ya está en casa y fuera de peligro (aquí). Un fuerte abrazo querido Vicente e infinitas gracias por tu relato.

Según la prensa, es evidente que las victimas mortales en los profesionales sanitarios del SNS incide especialmente en los médicos de los centros de salud. Creo que las SSCC de atención primaria (de medicina, de pediatría y de enfermería) deberían hacer algo. Al menos, exigir suficiente protección para quienes ejercen en este nivel asistencial y el desglose de la cifra de los más de 16.000 profesionales sanitarios infectados (aquí) por categoría, especialidad y nivel asistencial. Es lo menos que se puede pedir. No vaya a ser que dentro de unos meses, alguien engorde su curriculum de publicaciones dando a conocer unos datos que se deberían publicar ya mismo por el Ministerio. No será por falta de un "n" suficiente.


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6 comentarios:

  1. Muchas gracias por poner rostro a nuestros queridos compañeros desaparecidos. Un abrazo para sus familias y para todos los médicos de familia que siguen (seguimos) en la primera línea, como siempre hicimos... como siempre haremos.

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  2. Triste, muy triste... morimos los de Atención Primaria, que "sólo" hacemos llamadas telefónicas para algunos, pero que vamos a los domicilios y nos enfrentamos (con profesionalidad y sin quitarnos del medio) en primera línea con la pandemia. Pero, como dice Juan Simó, lo único que airean los medios son imágenes y quejas del medio hospitalario. Pero los que llevamos toda la vida sufiendo el hospitalocentrismo no nos sorprendemos. Ánimo, profesionales de Atención Primaria. No nos han considerado nunca, pero seguimos siendo imprescindibles y la base del sistema. Y por supuesto, un entrañable recuerdo a los que se han ido y sus familias. Adiós, José Ramón, tus compañeros de Cuenca echaremos de menos tu sentido del humor y tu permanente sonrisa. Adiós Sara, Isabel, Santos y Manuel, dos de ellos compañeros del SESCAM como José Ramón que, tristemente, parece ser el servicio sanitario más afectado.

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  3. Con franqueza, no veo a Spiriman aquí ni para ridiculizar lo que dice.
    Mi solidaridad con los compañeros que han sido víctimas de la falta de previsión, de la falta de recursos y, en alguna medida, también de la fatalidad de una epidemia que no fuimos capaces de anticipar, y que no fuimos capaces de gestionar. Porque el desastre continúa, pero el desastre ya está hecho.
    El discurso hospitalocentrista continúa, ahora disfrazado y engalanado del mediático resplandor tecnológico de los respiradores. Mientras, la atención primaria trabaja lidiando con sus complejos y con una falta de autoestima (convicción) cada vez menos comprensible.
    Un saludo

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    Respuestas
    1. Tienes toda la razón Carlos, lo elimino pues no hace más que ensuciar este entrada que no pretende ser más que un homenaje a estos compañeros. Gracias por hacerme reflexionar. Lamentablemente he de añadir dos más fallecidos en las últimas 48 horas.
      Un abrazo
      Juan

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    2. No se merecen, como dicen en mi pueblo. Gracias a tí, Juan, por el brillante y necesario trabajo que haces y por tu enorme generosidad.
      Un abrazo. Y cuídate

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