Con dos médicos de Familia al frente del Ministerio de Sanidad (María Luisa Carcedo y Faustino Blanco), durante los primeros meses del anterior Gobierno de Pedro Sánchez creció la esperanza de que se pondría remedio a los cronificados problemas de la Atención Primaria. Se anunció un plan de renovación mediante un proceso participativo (administración, colegios, sociedades científicas, sindicatos, pacientes, etc.) del que resultó un documento que se aprobó el miércoles 10 de abril de 2019 por el Consejo Interterritoral bajo el nombre de
Marco Estratégico para la Atención Primaria y Comunitaria. El documento está colgado desde entonces en el web del Ministerio de Sanidad (
aquí), lo aprobó el Consejo de Ministros y se publicó en mayo de 2019 en el BOE (
aquí). El proceso estuvo contaminado en su fase final por la situación preelectoral pues en febrero de 2019 Sánchez convocó elecciones para el 28 de abril y, obviamente, el documento tenía que estar terminado y aprobado antes. El mismo 10 de abril, los Consejeros de Salud del PP abandonaron el pleno del Consejo Interterritorial minutos antes de que se produjera la votación del documento desvinculándose del mismo (
aquí). Unas semanas antes, el 27 de marzo de 2019 fue noticia la dimisión de los dos coordinadores del documento, Amando Martín Zurro y Andreu Segura Benedicto (
aquí). Con esta entrada, se inicia la primera entrega de una serie de cuatro artículos escritos por Amando Martín-Zurro y Andreu Segura titulada ANÁLISIS CRÍTICO DEL MARCO ESTRATÉGICO PARA LA ATENCIÓN PRIMARIA Y COMUNITARIA Y SUS PROPUESTAS DE ACCIÓN.