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sábado, 19 de octubre de 2019

Médicos pagados por la industria: influyentes camuflados entre insignificantes que se parten la cara por los influyentes

El colectivo de médicos que reciben pagos de las farmacéuticas es un nicho ecológico perfecto para que un subgrupo de élite se camufle como lo hace la lechuza de la figura adjunta. En el listado de estos médicos, entre una mayoría de miles de insignificantes, se camuflan o diluyen los KOL (Key Opinion Leaders), aquellos médicos influyentes que reciben pagos generosos de los laboratorios por asesoramiento y trabajos varios, entre los que destaca convencer a sus colegas insignificantes de las bondades de determinados fármacos. Lo curioso es que, cuando vienen mal dadas, son los insignificantes quienes se parten la cara por los influyentes.



Listado de médicos pagados por los laboratorios
Los laboratorios farmacéuticos mantienen lo que ellos llaman "relaciones de colaboración" con organizaciones y profesionales sanitarios que en algunos casos, implican "transferencias de valor" (en castellano, pagos en especie o en dinero contante y sonante) por la participación en lo que ellos llaman "actividades de formación y actualización médica y científica" y como remuneración por sus "servicios y tiempo de dedicación". Por supuesto, todo ello "en beneficio último de los pacientes" (aquí).

El nuevo Código de Buenas Prácticas de Farmaindustria (aquí) es el resultado de la transposición del Código de EFPIA (Federación Europea de Asociaciones de la Industria Farmacéutica) de 2013 (aquí).  El Código obliga a la publicación de todas las "trasferencias de valor" realizadas cada año a organizaciones y profesionales sanitarios. Inicialmente, los primeros años (2015 y 2016), la información se publicaba de forma agregada y de forma individual sólo cuando se disponía del consentimiento previo del profesional sanitario. Sin embargo, la Agencia Española de Protección de Datos indicó en abril de 2016 que todas las "transferencias de valor" que se realizaran a partir del 1 de enero de 2017 fueran publicadas de forma individualizada sin necesidad de ningún consentimiento del profesional (aquí).

EJEMPLOS DE PUBLICACIÓN. En los siguientes enlaces (aquí y aquí) se encuentra la publicación de las "transferencias de valor" de Novartis (2015) y Ferrer (2017). Se trata de dos documentos en pdf que permiten la búsqueda por localidades o nombres y apellidos. Algunos laboratorios cumplen con la obligación de publicar los pagos pero lo hacen de modo que sea muy, pero que muy difícil "buscar" por localidades o nombres y apellidos. Por ejemplo, Novo Nordisk publica el listado pero en formato imagen lo cual impide cualquier tipo de búsqueda (aquí). Otros, como Pfizer, lo publican en formato HTLM con pocos resultados por página para que uno se aburra entre las casi 1200 páginas sin ninguna posibilidad de búsqueda. Y para complicarlo más, para poder acceder a los datos es necesario leer el contenido de cada una de las etapas en una página previa (aquí).

BAJEMOS AL DETALLE. Veamos con más detalle lo último publicado por Novo Nordisk (aquí). Se trata de un documento en formato imagen de 58 páginas que recoge las "transferencias de valor" a profesionales y organizaciones sanitarias efectuadas por el laboratorio en 2018. Figuran 2971 nombres de profesionales y 85 de organizaciones (mayoritariamente sociedades científicas). El total de lo pagado es de casi 2 millones de euros, en concreto 1.857.311 €. Los pagos a sociedades científicas son, en promedio, superiores a los pagos a profesionales. De hecho, una de ellas, la Casa del Corazón, sede de la Sociedad Española de Cardiología y de la Fundación Española del Corazón (aquí), recibió un pago de casi 385.000 €.  La Fundación Española del Corazón también es conocida por prestar su logo a los envases de algunos productos como Avecrem, MegaRed, Aguacates y Leche Unicla que, gracias a ello, presumen de ser "alimentos sanos". Es de suponer que también recibirá alguna compensación económica por ello por parte de los fabricantes de dichos productos. Todo muy científico, como corresponde a una suciedad científica.



¿Y cómo encontrar los KOL? Relativamente sencillo: no hay más que ir página a página para encontrar, entre la muchedumbre de insignificantes médicos que reciben pagos también insignificantes, unos cuantos que reciben pagos importantes. El KOL más KOL de todo el listado de Novo Nordisk de 2018 figura en la página 30 del mismo con un pago que supera los 58.203 €.  El segundo KOL, a bastante distancia ya, figura en la página 5 con un pago de casi 34.673 €. El tercer KOL figura en la página 8 con casi 31.518 €, el cuarto se encuentra en la página 13 con 30.363 €, el quinto figura en la página 19 con un pago de 27.207 €, el sexto figura en la página 3 con un pago de 23.341 € y el séptimo en la página 17 con 20.364 €. Estos siete son los pagos más abultados a profesionales y superan todos ellos los 20.000 €. Además, hay que destacar los 9 profesionales que reciben pagos entre 15.000 y 20.000 €; los 18 que reciben pagos entre 10.000 y 15.000 €; los 44 que reciben pagos entre 5.000 y 10.000 € y, por último, los 72 profesionales que reciben entre 3.000 y 5.000 €. En resumen, 150 profesionales (el 5,05% de los 2.971) han recibido pagos que superan los 3.000 € y 34 (el 1,14%) han recibido pagos que superan los 10.000 €.

La inmensa mayoría de quienes reciben pagos destacados son jefes de servicio o de sección y/o profesores universitarios de medicina del sector público y privado. Parece que algo se nos está yendo de las manos y una fosa séptica se va llenando en los sótanos de nuestros centros sanitarios y facultades que algunos intentan justificar de forma penosa (aquí). Sobre el papel de los KOL recomiendo este libro de Federico Relimpio (aquí), este artículo de Ray Moynihan (aquí), este de Abel Novoa (aquí), este otro de Jaime Raul Molina (aquí), este reciente del BMJ (aquí) y este tuit de Rafa Bravo y comentarios (aquí).




Influyentes camuflados entre insignificantes
El colectivo de miles de médicos de reciben pagos de la industria farmacéutica constituye un nicho ecológico perfecto para que una minoría de influyentes se camuflen entre una mayoría de insignificantes. Los miles de médicos que aceptamos que la industria nos pague la inscripción a un curso de formación somos la comparsa insignificante en la que se diluyen los cientos de KOL. De hecho, en los primeros años (2015 y 2016), cuando el laboratorio sólo publicaba la información individual si contaba con la autorización del profesional receptor del pago, curiosamente, ningún KOL daba su consentimiento y sólo aparecía la información desagregada (individual) de la insignificante comparsa (véase "plantilla de recogida de información" del años 2015 y del 2016 aquí).



Los insignificantes se parten la cara por los influyentes
Cuando Montoro quiso gravar, como remuneración en especie, los pagos de la industria a los médicos (aquí), salieron en tropel los médicos diciendo: "¡Sólo faltaba esto, que tuviera que tributar por los 400 € de la inscripción a un curso [congreso, jornada formativa, etc.], cuando yo esos euros ni los veo pues ya se encarga el laboratorio de inscribirme y pagarlos a quien lo organiza [sociedad científica, colegio de médicos, etc.]. Además, ¿qué formación nos financia nuestro empleador público?!" Aquella pretensión de Montoro duró apenas una semana, la minoría de influyentes fueron "defendidos" por la gran mayoría de insignificantes y los pagos de los laboratorios a los médicos quedaron libres de impuestos (aquí). Montoro no iba a por los pagos de los insignificantes, claro está, pero no supo cómo hacer para que tributaran los KOL influyentes (aquellos que reciben pagos considerables y reiterados por desplazamiento, alojamiento y manutención a congresos top ten en países lejanos).









Como vemos en este tuit de Farmaindustria, la modificación del artículo 44 del Reglamento del IRPF nada dice de los pagos en concepto de "honorarios" que, por ello, se entiende que sí tributan pues no se trata de pago en especie sino en dinero contante y sonante. Por lo tanto, en los pagos en especie (inscripción, desplazamiento, manutención, etc.), quizá habría que poner un mínimo anual, sobrepasado el cual sí se tributaría. Teniendo en cuenta que la media por profesional está entre los 500 y 600 € (en el caso que se ha descrito) este podría ser perfectamente el límite. Además, es injusto que si un curso me lo paga un laboratorio no tribute yo por ese pago en especie y sí lo tenga que hacer si me lo pago con mis ingresos (por los que sí tributo). Por lo tanto, son equivocados titulares como este: "Los médicos, exentos de tributar por los cursos de formación" (aquí). Sería cierto si yo pudiera desgravarme en el IRPF el importe del curso que pago de mi bolsillo del mismo modo que no tributo como remuneración en especie cuando me lo paga un laboratorio.




¿El "prestigio" anula el "conflicto de interes€€€€s" o viceversa?
El chapapote del conflicto de intereses no sólo nutre la fosa séptica de centros sanitarios y facultades, también alcanza a la administración sanitaria (aquí y aquí). Algunos piensan que el prestigio es el antídoto del conflicto de intereses: "Es posible que haya un potencial conflicto de intereses como investigador, pero mi prestigio como tal es superior". Sin embargo, probablemente ocurra lo contrario: el conflicto de interes€€€€s atenúa el prestigio y hasta puede erradicarlo.







Di "NO" para no formar parte de los miles de insignificantes 
entre los que se camuflan los influyentes





Transferencias de valor Amgen (Evolocumab) 2015 (aquí), 2016 (aquí), 2017 (aquí) y 2018 (aquí)
Transferencias de valor Sanofi 2016 (aquí), 2017 (aquí) y 2018 (aquí)
Transferencias de valor AstraZeneca 2016 (aquí)
Transferencias valor Ferrer 2018 (aquí)





Los pagos de las farmacéuticas a los médicos en concepto de "honorarios" tributan a través del IRPF (ya sería el colmo que no lo hicieran). En cualquier caso, con las cuantías de estas "transferencias de valor" que reciben los KOL, aunque tributen, yo también aguantaría muy bien, como hacen ellos, la reducción y congelación salarial que sufrimos los médicos rasos desde hace 10 años. Si para eso he de decir que el LDL es "claramente un producto tóxico para nuestras arterias y nuestro corazón" pues lo digo... total, si hasta lo dice Bertín Osborne (aquí).






Cuando el salario en especie se toma en serio por hacienda




























5 comentarios:

  1. Cada país tiene sus Vicios y virtudes, públicas y privadas, y sus c9rrespondientes velos o burkas de transparencia : en España, si los consumos farmacéuticos del SNS se siguen publicitando como en los tiempos de Franco (o sea tarde mal y nunca) parece lógico que la farmaindustria exponga a media luz los pagos a médicos, máxime cuando los devengados a otros profesionales, diputados, etc no se conocen ni por asomo, y todas estos códigos les vienen impuestos de fuera (donde por cierto los aplican a tono con los usos y costumbres de cada país : la transparencia del nhs se corresponde con la de la farmauk, disponible en abpi disclosure). Por último, respecto al fondo del asunto, me parece que nuestra sociedad no ve mal que lo médicos se formen con cargo a la industria (cosa distinta es que lo hagan a cambio de favores, y con menoscabo de su trabajo : la ley de montoro dice que la asistencia debe contar con la autorización del empleador)

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  2. Cómo se resuelve la disonancia cognitiva. Puede verse en este estudio cualitativo etológico que publicó Susan Chimonas en 2007:
    http://evalmedicamento.weebly.com/sesgos/estudio-etologico-exploratorio-sobre-la-dinamica-de-la-relacion-entre-medicos-y-representantes-de-la-industria-farmaceutica-susan-chimonas

    Galo Sánchez

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  3. Interesante toque de atención a la generalidad de la profesión en su comportamiento canelo de aceptación de dádivas menores utilizadas como cortinas de humo para los verdaderamente influyentes. El no venderse por un plato de lentejas desnudaría y evidenciaría, por su soledad, a los verdaderamente vendidos al cabildeo interesado. Otra opción sería que se publicara aparte la relación de profesionales con más de 20.000€ -año de ingresos por la industria sanitaria. Ya no haría falta tener que bucear en cientos de páginas. ART

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  4. Yo no comprendo esto. Si alguien me habla de que la industria puede formar a los médicos es desde la ignorancia, desde la tomadura de pelo o desde la disonancia cognitiva (que tampoco lo entiendo). Creo que hemos dejado de buscar el conocimiento; parece que ya no es necesario el conocimiento para hacer bien nuestro trabajo, o que no nos importa demasiado hacer bien nuestro trabajo. Cuando muestro alguna información polémica de relevancia con los compañeros, no la miran y hasta se violentan si insisto; y no son malos profesionales, es algo generalizado.
    Parece que la sociedad evoluciona de forma parecida con internet, con grupos de contacto cada vez más distantes donde solo se habla desde cierto punto de vista. Las opiniones discordantes están distantes, no llegan o lo hacen muy bajito, y es fácil dejar de oirlas.
    Angel, he intentado contactar contigo por una duda en la página 111 de "La Sanidad Eludida". Soy bastante torpe con la informática; mis disculpas por salirme del hilo de comentarios.
    Muchísimas gracias a los "perdedores" que manteneis la lucha, aportandonos los argumentos y el ánimo necesario para seguir ayudando a los pacientes con sus necesidades reales

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  5. Lo más curioso es que los únicos que pagan impuestos por las inscripciones a congresos y alojamientos somos los médicos del sistema público que nos lo pagamos de nuestro propio bolsillo, ya que no lo podemos desgravar en la declaración de la renta. Y esto con gobiernos de derechas y de izquierdas.

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