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jueves, 20 de abril de 2023

¿En qué puedo ayudarle?, Vicente Baos

Se acaba de jubilar Vicente Baos (aquí). Vicente dice que ya no volverá a preguntarle a nadie en una consulta "¿en qué puedo ayudarle?" Pero seguro que seguirá ayudando a mucha gente en esta nueva etapa. Vicente ha sido para mí, y para muchos, uno de los principales referentes de la medicina de familia y de la atención primaria en España. En cualquier país desarrollado, Vicente Baos hubiera sido jefe de departamento o catedrático de un servicio o departamento universitario de medicina de familia. Vicente nos ha enseñado y compartido mucho. Al inicio de esta nueva etapa, no puedo menos que agradecerle el trabajo hecho, su dedicación, su compromiso con la especialidad y la atención primaria. Siempre ha sido un gusto leerle y compartir con él lo que fuera, como aquella presentación que hicimos a pachas hace dos años sobre la pandemia y cuyo vídeo pongo más abajo. Todo mi agradecimiento y reconocimiento por lo que nos ha ayudado a muchos con su trabajo y esfuerzo. Dicen que no se puede ser buen médico si no se es buena persona. No dudo de ambas cualidades en Vicente. Médicos como Vicente son un orgullo para la profesión y para la especialidad. Enhorabuena Vicente. Suerte y salud.


Cuando un médico se jubila o se cambia de cupo después de muchos años al frente del mismo se pierden cientos de relaciones, se pierden miles de contactos almacenados en la memoria de dicho médico, cientos de miles de datos blandos muy útiles para la atención clínica del paciente. Toda esa información, que en ocasiones ni el médico es consciente de que la tiene, hace que en poco tiempo de consulta el profesional optimice el beneficio agregado del contacto con el paciente, maximizando el beneficio de las decisiones clínicas y, al mismo tiempo, minimizando el error y la iatrogenia asociados a las mismas. Ese médico ha sido testigo en sus pacientes de cosas que nadie creería. Todo eso se pierde, de un día para otro, como lágrimas en la lluvia...

 






Las conocidas incógnitas de la Covid-19.
Datos para la reflexión en tiempos de coronavirus.



12 comentarios:

  1. Muchas gracias Juan, me sumo al reconocimiento profesional y personal de Vicente Baos, uno de mis maestros en la medicina de familia. Mis mejores deseos para su nueva etapa. Un abrazo.

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  2. Emocionado por tus palabras. Un fuerte abrazo.

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  3. Es verdad que resulta difícil imaginar el paisaje sin saber que en algún momento aparecerá Vicente Baos. Y yo no lo conozco personalmente. Ciertamente forma parte de la “banda musical” de la vida profesional de cualquier médico de familia, desde que ésta empezó a germinar, hasta ahora que parece languidecer (la medicina de familia, no Vicente 😀). Yo le deseo lo mejor y en eso, confío poder seguir encontrándolo con frecuencia. Enhorabuena!

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  4. Ese no se jubila, va a seguir por la vida viendo si puede ayudar a la gente. Y encima alejado del talonario de recetas. Fenómeno; ya lo verás Vicente: hay vida, "pero" fuera de la consulta (ya sé que exagero un poco con el "pero", aunque las cosas, según dicen, van siendo más complicadas en las consultas)

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  5. También médicos ajenos a la medicina de Familia hemos seguido a Vicente como un ejemplo de práctica médica ética, sensata y realmente saludable. Si no pasando consulta, seguro que su visión, sus opiniones pueden seguir ayudándonos.
    Disfruta de tiempo libre!

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  6. Feliz nueva etapa, Vicente. Excelente compañero y maestro en ciencia y en humanismo. Un abrazo

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  7. El Dr. Baos seguirá "dando guerra", seguro, por el bien de la sanidad española y sus pacientes

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  8. Totalmente de acuerdo con Juan Simó, nos dela un referente, un maestro. Hace 30 años, cuánto trabajé en Madrid tuve la operatividad de participar el la publicación: Guía de uso de Los medicamentos en Atención Primaria, de la que Vicente era director del proyecto, que gran recuerdo tengo.
    No dejes de guiarnos Vicente. Aunque yo me jubilo también dentro de 15 días. Los jóvenes necesitan tus enseñanzas

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  9. Fui: José Ignacio Torrente

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  10. Muchas gracias a todos por vuestras palabras. Un abrazo

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  11. “No-sin-evidencia” excepto cuando uno mismo enferma. Entonces sí. Entonces uno lo experimenta con confianza, lo recibe con esperanza y termina proclamando, agradecido, a los cuatro vientos (YT incluido) lo que uno considera o cree honestamente: que unos tratamientos “sin evidencia” le han salvado la vida. Pongamos Covid.

    Con intenciones varias, que a veces serán las mejores y otras las más perversas, se hace mucho daño a la independencia del acto médico acosando, por una parte la libertad de conciencia, de prescripción y hasta de opinión del médico; por otra, la autonomía del paciente. Pongamos praxis médica no convencional. Supuestos “expertos”, también facultativos, se suman al acoso indiscriminado desde la inexperiencia clínica absoluta y la seudoescepticemia más brutal, jaleados por altas instancias corporativas colegiales rendidas al “solo y nada más que ciencia”. Esa “ciencia”.

    Efectivamente, asistimos atónitos al intento de eliminación de toda praxis médica no basada en (es decir, no permitida por) ESA “evidencia”, con la robotización del médico en el horizonte cercano. Excepto, claro, si el enfermo es uno mismo, y volvemos a la casilla de partida.

    ¿Qué pinta este comentario aquí? Todo, puestos a glosar.

    Si, como dice CC, hay “banda musical” en la vida profesional de cualquier médico de familia (y, añado, por extensión de todo/a facultativo/a), el pronóstico sonoro es obvio: en el proceso de someter TODO acto médico a una “ciencia” al servicio del Negocio y sus “evidencias”, no necesariamente de la Medicina, todavía quedan páginas por escribir.

    Y, parafraseando a Carles Porta, son armonías oscuras.

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