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Comienzo con las palabras del historiador y crítico del arte Ángel González. En su ensayo “Religión Arte Pornografía” dedica unas páginas a las vírgenes negras. Dice así: “las Vírgenes Negras constituyen sin duda un enigma iconográfico y devocional… Los santuarios dedicados a las Vírgenes Negras fueron los más frecuentados durante la Edad Media, y yo imagino que por ser ellas más milagreras que otras, a pesar de su insólito y poco halagüeño aspecto o, tal vez, precisamente por eso. Y es que debéis tener en cuenta que las verdaderas “Vírgenes Negras” no lo son, según dice Huynen, por el material del que están hechas, alguna clase de piedra o madera oscuras, sino que deliberadamente se les pintó de negro la cara y las manos. De manera que todo el enigma tiene que radicar ahí, en lo negro [2]”.
Me pregunto si detrás
del triángulo negro de Paxlovid se esconde un fenómeno devocional
similar al que suscitan estas mujeres esculpidas de tez, manos y pies teñidos
de azabache.
Contexto de Paxlovid
Paxlovid es un medicamento antiviral comercializado por Pfizer indicado en
adultos que no requieren aporte de oxígeno suplementario y que tienen un riesgo
alto de progresar a Covid-19 grave [3].
Sus principios
activos son nirmaltrelvir y ritonavir. Este último fue creado en el año 1996 [4]
como tratamiento antirretroviral para el virus de la inmunodeficiencia humana
(VIH). Mientras que nirmaltrevir [5] es
una molécula (PF-07321332) sintetizada en 2020 a partir de otra molécula
(PF-00835231) sintetizada en 2002 destinada a tratar el Síndrome
Respiratorio Agudo Grave (SARS).
Pese a no haber a día
de hoy unas bases sólidas acerca de la etiopatogenia [6] de
la enfermedad denominada Covid-19, la asociación de estos dos antivirales, cuyo
perfil de seguridad no es sólido, se emplea a modo de tratamiento para,
supuestamente, evitar el agravamiento de la enfermedad.
Por ahora, podemos
afirmar que la ficha técnica de este fármaco tan prometedor parece más bien un
compendio de interacciones farmacológicas en las que ¡el agua es la única
sustancia que falta en la lista!
Esta “fast drug” (en
vez de “fast food”) creada en los laboratorios de Pfizer a la velocidad de la
luz (ACT-accelerator tools) [8]
fue aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados
Unidos (FDA) el 22 de diciembre de 2021 [9]
bajo autorización condicional de comercialización y presentada al mundo como “la
píldora antiviral de Pfizer” [10].
Conviene recordar que
se dio luz verde a Paxlovid tras el inicio de la administración de las
vacunas covid, las cuales se aprobaron al no existir, en ese momento (2020),
ninguna “alternativa adecuada, aprobada y disponible al producto para
diagnosticar, prevenir o tratar la enfermedad o condición” [11]. Dicho
de otra manera, no se dio puntada sin hilo.
Durante mis lecturas llamó
mi atención los criterios tenidos en cuenta en la exclusión de participantes en
el ensayo pivotal: no tener la saturación de oxígeno comprometida, excluir
pacientes con insuficiencia renal moderada o grave, en hemodiálisis o con
enfermedad hepática: VHB o VHC, cirrosis biliar primaria, fallo hepático agudo,
etc. [12], es
decir, los pacientes graves han sido excluídos del estudio.
Esto puede levantar
suspicacias ya que, al administrarse Paxlovid en el ensayo a individuos
cuya salud no está comprometida, puede enmascararse su inutilidad y, por
tanto, beneficiar más al laboratorio que a quien se le prescribe.
Así, es razonable
preguntarse, si no hay síntomas de agravamiento de la enfermedad, ¿por qué
administrar Paxlovid? ¿Qué
beneficios podemos garantizar cuando en la práctica clínica se prescribe
a personas que no se ajustan a los criterios que se tuvieron en cuenta con los
sujetos del ensayo?
Con las preguntas se
abre el melón de la medicina preventiva basada en factores de riesgo. Un
suculento nicho de mercado donde las métricas marcan el ritmo de la
prescripción. Pues, al contrario de lo que podríamos pensar, un fármaco que
reduce la puntuación en una escala puede causar más muertes de las que evita [13].
Por ello, el valor cuantitativo de la carga viral usada para valorar la eficacia
de este fármaco en el estudio publicado en el New England Journal of Medicine: Oral
Nirmatrelvir for High-Risk, Nonhospitalized Adults with Covid-19 (EPIC HR) [14] no
será de gran ayuda a la hora de evaluar los beneficios.
-¡Oiga!, ¿qué
ocurre con los daños!
David Healy, en su artículo The Prozac Era. What Next? [15], quizás nos pueda dar una pista que acompaña una de las causas de la importante infranotificación de efectos adversos [16]: “Pero los médicos han caído en la trampa de considerar cualquier empeoramiento como un empeoramiento de la enfermedad y duplican la dosis del medicamento si la situación parece volverse más peligrosa: los médicos ya no tienen más armas que los medicamentos para combatir los riesgos. Retirarle a alguien sus medicamentos se ha vuelto casi impensable”.
Otro problema añadido
es la escasa dedicación/interés en investigar si el enfermo empeoró por una
intoxicación al consumir el medicamento en cuestión. Esto se suma a la
ausencia de consecuencias negativas para los laboratorios que nos venden
los fármacos cuando la administración de estos produce efectos nefastos. Hasta
el grado delirante de concederles inmunidad legal frente a los daños, como
ocurrió con las vacunas covid [17].
Considero necesario poner sobre la mesa, a la
luz de la crítica, las limitaciones de la Medicina Basada Evidencia para evitar
meter al enfermo en el corsé homogeinizante de la enfermedad [18]. Motivo
por el que este apartado
está dedicado a analizar algunos sesgos y limitaciones detectados en el estudio
en que se basó la aprobación de Paxlovid, EPIC HR,
que cuestionan la utilidad clínica de
este medicamento desde varias perspectivas.
En primer lugar, en el ensayo pivotal EPIC HR el principal conflicto de
interés se encuentra en la financiación, ésta va a cargo del mismo laboratorio
farmacéutico que comercializa el fármaco: Pfizer.
Pfizer que, tras ser demandado por un grupo de científicos e
investigadores médicos [19,20] a finales de 2021,
pidió a la corte estadounidense una prórroga para mostrar ¡al cabo
de 55 años (en el 2076)! los detalles de los resultados de los ensayos de la vacuna contra el
covid-19 [21]. Sus antecedentes
de falta de transparencia, nos dificultan hasta el hacer un acto de fe para
creer en el milagro del triángulo negro de Paxlovid.
Por otro lado, desde el punto de vista epidemiológico, la compañía nos ofrece datos espectaculares usando la reducción del riesgo relativo (RRR). Pero ¿de qué nos sirve a nosotros esta fantasía que no podemos corporeizar [22]?
¿Qué sucede si, en vez de darnos sólo el valor
del RRR nos aportasen el número de pacientes a tratar (NNT) o el riesgo
absoluto (RA)? Conceptos tan básicos como esos nos ayudan a separar la paja del
trigo. También a detectar cuándo nos quieren vender la moto a los profanos, que
más nos vale procurarnos de armas para defendernos ante el analfabetismo
derivado del lenguaje especializado del que nos avisó Jünger [23].
Aquí va un análisis básico [24], en
relación a la mortalidad, partiendo de los datos mostrados en el estudio EPIC
HR:
RA grupo placebo: 9/682= 1.31%
RA grupo Paxlovid: 0/697= 0%
Traducción de los datos:
En el grupo que tomó Paxlovid entre los tres
primeros días tras el inicio de los síntomas hasta el día 28 hubo 0 muertes por
cualquier causa. Mientras que, en el grupo placebo, hubo 1,31% de muertes por
cualquier causa.
Es decir, de 100 sujetos, falleció un 1,31% de
los que tomó placebo, pero el 98,69% de ellos permanecieron sanos sin tomar
Paxlovid.
Por tanto, la diferencia entre las muertes con
placebo y con Paxlovid: 1,31-0=1,31% es el beneficio que se asocia con Paxlovid,
un 1,31%.
Hasta ahora
no he encontrado datos de la distribución de los pacientes por comorbilidades
en EPIC HR. Lo que nos impide saber si las personas del grupo placebo, en
comparación con los que toman Paxlovid, tienen más comorbilidades. Sesgo que
influiría en los resultados pues, si el grupo placebo tuviera menos
comorbilidades, a lo mejor el beneficio de Paxlovid en vez de ser del 1,31%
sería del 0,5%.
En relación al número total de pacientes a tratar, el Boletín de información Farmacoterapéutica de Navarra [25] nos ofrece el dato del NNT: “NNT en pacientes con anticuerpos basales para COVID-19: 75 (IC 95%; 41 a 435) vs 10 (IC 95%; 8 a 14) en seronegativos”.
Esto significa que, sería necesario administrar
Paxlovid a 75 sujetos con anticuerpos basales para que sólo uno se beneficiara
del tratamiento de entre los sujetos 41 a 435. El resto de sujetos no se
beneficiaría de la toma de Paxlovid. Y lo mismo ocurre con los sujetos
seronegativos.
En cuanto al tiempo de seguimiento de seguridad
éste es reducido, un mes y cuatro días, lo que nos impide sacar conclusiones de
la mortalidad y del perfil de seguridad más allá del día 34 [26].
Conclusiones: ¿Qui prodest?
Una de mis labores enfermeras, con la que coincido, es defender los
derechos del paciente y oponerme a la administración de tratamientos fútiles
según el artículo 55 del Código Deontológico de la Enfermería [27]. De modo
que, exprimiendo hasta el final el método socrático: ¿qui prodest? [¿a quién beneficia?]
En vista a todo lo anteriormente analizado, uno podría sospechar que,
por ejemplo, al usar ritonavir en una indicación distinta a la originaria
pudiera tratarse de una estrategia comercial para que Pfizer haga caja a costa
de las patentes de segunda generación [28, 29].
La deliberada
intención de no mostrar datos, como en este caso, tendría que hacer saltar
nuestras alarmas. Por ejemplo, ¿por qué el New England of Medicine [30] se
comporta como un vocero más de los laboratorios junto a la prensa y nos omite
en este estudio los datos de los eventos (o de las censuras) en cada corte
temporal que nos permitirían reconstruir la curva de supervivencia?
Sin duda, titulares
como los que muestra el periódico El País: “Pfizer anuncia una píldora
antiviral que evita el 89% de hospitalizaciones y muertes de pacientes de covid[31]”
contribuyen a la subida de las acciones de la compañía. Las cuales ya se
dispararon con las vacunas covid incluso antes de comenzar la campaña de
vacunación [32].
Éstas, después del
boom inicial, cayeron a los pocos meses hasta un 2,3% [33]
para después volver a subir por encima del 8% al anunciar Paxlovid [34].
Todo se articula con
la connivencia del Ministerio de Sanidad al firmar un acuerdo con Pfizer para
comprar 344.000 [35]
tratamientos completos (cajas de 30 comprimidos) cuyo precio ronda los 700€ [36], haciendo
caso omiso de la falta de evidencia en torno a Paxlovid.
Para concluir, en
este caso parece que lo milagroso tras el triángulo negro [37] sea
beneficiarse de este fármaco, condición, por lo visto suficiente, para que los
organismos reguladores le den la aprobación completa [38].
Sobre Gonzalo y la autora
-Gonzalo O. es el pseudónimo que utilizaba el paciente al
que me refiero en el texto y con quien me quedó para la eternidad un café
pendiente. Este texto es mi manera de honrar a todo el que, bajo mi punto de
vista, sufre nuestra iatrogenia.
-Sencillamente, me niego a recibir dinero de la industria.
-La escritura me permite crear el espacio de autonomía que
necesito para cuidar a mi manera. Por eso me leerás de vez en cuando.
Autora:
Bárbara Hernández Esteban. Enfermera.
BIBLIOGRAFÍA
[1] https://www.gacetasanitaria.org/es-cribados-una-propuesta-racionalizacion-articulo-S0213911113000745
[2] González
García A. Arte Religión Pornografía. Ediciones asimétricas.p.26-27
[3] https://cima.aemps.es/cima/pdfs/ft/1221625001/FT_1221625001.pdf
[4] https://cima.aemps.es/cima/pdfs/es/p/96016005/96016005_p.pdf
[6] https://www.mdpi.com/2218-273X/13/11/1565
[7] https://www.ema.europa.eu/es/documents/product-information/paxlovid-epar-product-information_es.pdf
[8] https://www.who.int/es/initiatives/act-accelerator/about
[10] https://cnnespanol.cnn.com/2021/12/22/pildora-antiviral-pfizer-paxlovid-covid-orix
[12] https://clinicaltrials.gov/study/NCT04960202
[13] https://davidhealy.org/truth-trust-and-health/
[14] https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2118542
[15] https://davidhealy.org/the-prozac-era-what-next/
[16] https://link.springer.com/article/10.1007/s00228-022-03326-x
[17] https://www.larazon.es/salud/20200724/m5vmxejjurgjjjh3ooufnjqlzm.html
[18] https://www.nogracias.org/2017/01/31/la-iatro-matematica-por-miguel-angel-moreno-rodriguez/
[19] https://fingfx.thomsonreuters.com/gfx/legaldocs/klvykdlryvg/vaccine%20foia%20complaint.pdf
[22] https://evalmed.es/?s=efectividad
[23] Pasados los setenta III. (Diarios 1981-1985). Jünger E. p 101-102.
[24] https://evalmed.es/2020/04/26/03-la-regla-del-1-cuando-el-control-es-placebo/
[25] https://www.navarra.es/NR/rdonlyres/6EAA15A8-75D9-4C43-B218-98D590FC247D/478104/FichaPaxlovid1.pdf
[26] https://www.nejm.org/doi/suppl/10.1056/NEJMoa2118542/suppl_file/nejmoa2118542_protocol.pdf
[27] https://www.consejogeneralenfermeria.org/pdfs/deontologia/codigo-deontologico-2023.pdf
[28] https://www.saludyfarmacos.org/lang/es/boletin-farmacos/boletines/may202307/10_co/
[29] https://e-revistas.uc3m.es/index.php/CDT/article/view/2266
[30] https://davidhealy.org/new-england-journal-of-misinformation/
[35] https://www.sanidad.gob.es/gabinete/notasPrensa.do?id=5624
"La teoría económica predice que las empresas invertirán en la corrupción científico-estadística siempre que los beneficios superen los costes. Si su detección es costosa para los reguladores, es previsible que este tipo de corrupción se extienda". ALAN MAYNARD.
ResponderEliminarRelacionado con el tema es contundente el libro "Medicamentos que matan y crimen organizado", de Peter Christian Gøtzsche, prologado por Joan-Ramón Laporte.
Aplaudo tu coraje Bárbara.
A veces es lo único que nos queda.
Un trabajo excelente. No imagino lo que ha debido pasar durante la pandemia... Se lo dice un asistente domiciliario que vivió como su paciente era desahuciado en minutos por una simple insuficiencia respiratoria, que habría podido ser tratada sin problemas en un hospital, como en ocasiones anteriores, y, en mi cuestionable opinión, asesinado mediante una sobredosis de morfina, un medicamento completamente contraindicado. Lo más terrorífico es que estos protocolos de eutanasia activa persisten para los pacientes de "peor pronóstico", sobre todo los dementes avanzados internados en residencias y todos aquellos ancianos con dolencias potencialmente mortales, especialmente los más pobres. Necrocapitalismo puro y duro.
ResponderEliminarGracias por tu revisión excepcional, Bárbara. Necesitamos muchas más reflexiones así, porque, como dice Maynard y nos recuerda Juanjo en el primer comentario, ésto sólo va a ir a más... Tiempos recios...
ResponderEliminarEstupendo texto, Bárbara. Me ha sorprendido gratamente, y eso que te conozco y no debería sorprenderme. Discúlpame.
ResponderEliminarRoberto Colino
Muy atinado artículo Bárbara. No sólo el Paxlovid, el Remdesivir y el resto de antivirales que se usaron en su momento están cayendo en desuso por su dudosa eficacia y cada vez más evidente toxicidad. Parece que se mantienen en el mercado porque a las agencias les da vergüenza reconocer que se ha tirado el dinero a manos llenas.
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