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sábado, 7 de octubre de 2017

Listados de pacientes, ¿cuándo para Muface?



Colea el asunto de los extensos listados de pacientes que los responsables de la sanidad andaluza mandan a sus médicos de familia sugiriéndoles revisar, y en su caso retirar, la prescripción de determinados medicamentos. No es objetivo de esta entrada enjuiciar la medida aisladamente pero sí desde la equidad del trato a los profesionales. A todos los profesionales implicados en el gasto farmacéutico público que es, recordemos, toda aquella prescripción en receta médica oficial del SNS o del mutualismo administrativo. Por lo tanto, a los prescriptores del SNS y a los prescriptores de las mutualidades de funcionarios.



Al respecto de los listados andaluces, Vicente Baos pregunta en Twitter "¿qué hay de malo en que te manden un listado de pacientes ancianos con estatinas en prevención primaria para que los revises?". Un cuestionamiento, el de Vicente, con buen criterio si se tiene en cuenta la utilidad de las estatinas en prevención primaria (aquí), especialmente en personas mayores (aquí). Pero quien manda estos listados únicamente se preocupa de una parte de la prescripción supuestamente inadecuada: la sobreprescripción. Y se olvida de la otra parte, de la infraprescripción inadecuada, que también existe y a veces en similar proporción que la primera. Los médicos andaluces agradecerían, por ejemplo, listados de pacientes con el diagnóstico de fibrilación auricular que no estén antiagregados ni anticoagulados. Es decir, del "control de la prescripción" hemos de pasar, con ayuda de la tecnología, a la gestión clínica de la indicación (aquí). Pero me parece a mi que el enfado de los compañeros andaluces no va por la vía de la evidencia científica sino, más bien, por la vía del trato presupuestario que recibe la atención primaria por parte de su Consejería cuando se compara con el trato recibido por especializada.



Quizá también venga bien recordar que desde 2003, todo el peso que ha perdido el gasto en farmacia de receta dentro del gasto sanitario público se lo ha comido literalmente el gasto en atención especializada. Nada, absolutamente nada, del supuesto "ahorro" en farmacia de receta se se haya podido obtener con esta u otra medidas ha ido a parar a la atención primaria (aquí). 






Quizá pueda estar ocurriendo que los médicos de familia empecemos a estar un poquito hasta los mismísimos de tanta tomadura de pelo, especialmente en Andalucía que ha sido la Comunidad Autónoma que, con diferencia, más ha reducido su gasto per cápita en atención primaria durante la crisis (aquí). Y por si esto no fuera suficiente, acabamos de saber que Andalucía, junto con Cataluña, lideran la pérdida de empleo público sanitario desde 2010 (aquí), y en ambas el castigo ha sido mayor para la atención primaria (aquí). Parece que el negociado sanitario de la Junta de Andalucía no pasa, precisamente, por un momento estelar. La destitución de Joan Carles March como Director de la EAPS es el penúltimo episodio de un correpollosincabeza (aquí).



Carlos Bautista Ojed nos cuenta lo de los listados andaluces





Listados también para Muface... ¿o no es Muface sanidad pública?
Pese al mecanismo centrifugador de riesgos farmacéuticos desde Muface al SNS, la prescripción mutualista acabamos de ver que es menos eficiente que la del SNS. Además, con datos de 2010 se detectan indicios de una mayor inadecuación por exceso en la prescripción de determinados medicamentos. Sabemos que la población mutualista es más joven, menos enferma y de mayor nivel educativo y de renta que la población que sólo tiene al SNS como único asegurador sanitario (aquí).Teniendo en cuenta esto, con datos más recientes (de 2014), y sólo de un simple vistazo, podemos ver cómo la inadecuación en la prescripción puede ser sospechada por cualquier médico de familia normalito que pase consulta a diario. Más deberían sospecharlo las altas esferas de la sanidad pública que, siguiendo su política de "listados de pacientes", deberían mandarlos también a los prescriptores de Muface. ¿Por qué no lo hacen? Si tan bueno es para "unos", también debería serlo para "los otros". O es que "los otros", los prescriptores de Muface, mayoritariamente especialistas privados, ¿van a seguir disparando con la pública pólvora del rey sin que nadie les rechiste? Carmen González Uceda, a la que mando desde aquí un fuerte abrazo, lo pilló perfectamente:





Los quince principios activos de mayor consumo en IMPORTE y en ENVASES en 2014: SNS vs. Muface
La fuente de datos para la prescripción del SNS es el Informe Anual del SNS 2015 (págs. 202-203) y para la de Muface es la Memoria Muface 2014 (pág. 105). Basta un simple vistazo para darse cuenta de lo que pasa.




------------------   MAYOR CONSUMO EN IMPORTE  ---------------------

SNS



Muface





------------------   MAYOR CONSUMO EN ENVASES  ---------------------


SNS


Muface




A destacar:


Rosuvastatina:
Ocupa el 1º lugar en importe en Muface pero el 14º en el SNS. Ocupa el 9º lugar en el ranking de prescripción en Muface pero, sin embargo, no aparece entre los 15 principios más prescritos en receta del SNS.

Azitromicina: 
Es el antibiótico más prescrito en Muface en donde ocupa el 11º puesto como fármaco más prescrito. En la prescripción del SNS no aparece ningún antibiótico entre los 15 principios activos más prescritos.

Ezitimiba:
Ocupa el 11º lugar en el ranking de importe en Muface. Sin embargo, en la prescripción del SNS ni siquiera aparece entre los 15 principios que mayor importe significan.

Olmesartan:
Pese a sus efectos secundarios (aquí) que condujeron a que, por ejemplo, Francia lo excluyera de la financiación pública (aquí), ocupa el 4º lugar en el ranking de importe de Muface. Es el antihipertensivo que supone un mayor importe para Muface. Lo que contrasta con que en el ranking de importe del SNS no aparezca ningún antihipertensivo.


Muface love Sysadoas
En este blog ya se detectó mediante una estimación conservadora una mayor prescripción de casi un 30% de Sysadoas en Muface respecto del SNS con datos de 2010 (aquí). Vicente Baos estimó las DHD con datos de 2012 en 11,48 DHD en el SNS y en 21,20 DHD en Muface (aquí). Con datos más actualizados, y ya sin estimaciones, se puede comparar las DHD de condroitin sulfato en el SNS y en Muface. Las DHD del SNS proceden de dos informes de la AEMPS (este y este). Las DHD de condroitin sulfato en Muface se pueden calcular perfectamente a partir de los datos publicados en la mayoría de sus últimas memorias anuales (aquí) siguiendo esta metodología (aquí, pág. 82). El resultado es esta figura que no requiere comentario alguno más que esta pregunta: ¿cómo es posible que ocurra esto con un medicamento cuya única indicación es la artrosis cuando sabemos que la población mutualista es más joven y sana que la del SNS y la eficacia del mismo es más que dudosa?







Incentivos a la calidad de la prescripción en Muface
Muface paga a las aseguradoras con las que concierta la asistencia sanitaria de su colectivo una cantidad por incentivos a la calidad asistencial. Este montante ascendió en 2015 a 13,45 millones de euros y a 16,18 millones de euros en 2016, según este BOE (pág. 73073). Aproximadamente el 30% de esta cantidad corresponde a incentivos a la calidad de la prescripción. En este otro BOE se puede consultar el sistema de asignación de incentivos a la calidad asistencial (pág. 120195 y siguientes) y los indicadores de calidad de prescripción (pág. 120202 y siguiente). Para que los lectores se hagan cargo de la extremísima dificultad que conlleva el cumplimiento de estos cuatro indicadores (literalmente, cuatro) aquí los pongo:






CONCLUSIÓN: 
Listados de pacientes para los prescriptores de Muface... ¡YA!
A la vista de todo lo expuesto, alguien debería mandar ya mismo listados de pacientes que toman rosuvastatina, ezetimiba, azitromicina, olmesartan y condroitin sulfato a los médicos prescriptores de Muface. Si esto no ocurre de inmediato, debería interrumpirse ahora mismo esta política de listados interminables de pacientes que las autoridades del SNS remiten a los médicos de familia, en especial a los compañeros de Andalucía. Por cierto, deberíamos exigir unos incentivos a la calidad de la prescripción como los que diseña y paga Muface, tanto en cuantía como en dificultad. O todos moros, o todos cristianos. Ya vale de tomaduras de pelo. Y además, si Muface paga a las aseguradoras privadas que atienden al 80% de sus mutualistas por el cumplimiento de estos cuatro indicadores de calidad de prescripción, ¿por qué no paga al SNS por el mismo concepto por aquellos mutualistas que eligen ser atendidos en el SNS?

2 comentarios:

  1. La epidemia de consumo condroitínico en MUFACE puede deberse a la complacencia de sus prescriptores pero también a que estamos ante un medicamento de "aportación normal", que en el modelo mutualista (30%) es menor que en SNS (50% para este tipo de rentas). Por ello, igualar al alza los copagos de acceso a este tipo de productos podría contribuir a mejorar la equidad y también la calidad de la prescripción mutualista, cuyos incentivos, por otra parte, dejarán de aplicarse (dada su inutilidad) en el concierto 2018-2019 que esta Mutualidad acaba de licitar http://boe.es/boe/dias/2017/10/03/pdfs/BOE-B-2017-57043.pdf

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  2. Querido Juan, en Andalucía nos irrita el uso o mal-uso que de esos objetivos y listados se hace y se nos exige, sin tener en cuenta siquiera si la tasa de prescripción pudiera ser óptima o si la prescripción procede de otro nivel asistencial, con lo cual toda bondad que inicialmente pudiera tener esa medida se pervierte y se convierte en que prescribas menos, no mejor.
    Y efectivamente, la equidad es un concepto por el que políticos y profesionales-pacientes entendemos cosas distintas.
    Otro fuerte abrazo para ti, con mi agradecimiento por la espléndida labor que realizas.
    Carmen González Uceda

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