La experiencia
del modelo de Entidad de Base Asociativa (EBA) se inició en Vic, en octubre de
1996 y Albert Ledesma fue uno de sus principales impulsores. Bajo el liderazgo de Ledesma, un grupo
de profesionales constituyeron la entidad Equip d'Assistència Primària Vic
S.L.P., que se presentó al concurso público de septiembre de 1996 para la
adjudicación de la concesión para la gestión de los servicios de atención
primaria del Área Básica de Salud (equivalente catalán a la Zona Básica de
Salud) Vic 2. Así fue como se creó el Centro
de Atención Primaria El Remei, el primer centro de salud autogestionado,
que abrió sus puertas a la población el día 1 de octubre de 1996, dirigido desde ese momento hasta la actualidad por Albert Ledesma. Desde
entonces se han ido creando nuevas EBAs hasta las doce que actualmente existen.
La creación de nuevas EBAs favoreció la relación entre los profesionales del
sector y la ejecución de acciones conjuntas entre los centros. Con este fin, el
15 de noviembre de 2002 se creó la Asociación
Catalana de Entidades de Base Asociativa (ACEBA), que integra a todos los
centros de atención primaria autogestionados de Cataluña, presidida por Ledesma durante muchos años. Albert Ledesma es, probablemente, la persona que más y mejor conoce el modelo
EBA y, por ello, quien mejor puede explicar este modelo a los lectores de este
blog. Quiero agradecer públicamente a Albert Ledesma su participación en forma de un entrevista de 30 preguntas que se publicará en varias entradas durante las próximas semanas. Así, empezamos hoy con la primera de las cinco partes.
ENTREVISTA (1ª parte)
1.- ¿Podrías explicarnos los rasgos más relevantes del modelo
EBA y por qué razones se encuentra más próximo a la autogestión que a la
autonomía de gestión?
Los
aspectos más relevantes para mí son:
La
implicación jurídica y económica de los profesionales: algunos son socios de la
entidad asociativa profesional y el resto crea expectativas reales de llegar a
serlo. Esta es la principal diferencia con la autonomía de gestión, en la cual
algunos aspectos de la gestión se traspasan a los profesionales, pero son
limitados e irrelevantes para implicarlos realmente con todas las consecuencias
y responsabilidades.
El
segundo aspecto importante es el hecho de introducir la gestión privada,
especialmente la económica y la de recursos humanos, como instrumentos que
hacen posible o facilitan el trabajo en equipo. Crear un equipo de trabajo y
mantenerlo a lo largo del tiempo precisa de la capacidad de elección de los
profesionales que lo integran y los que no deben seguir integrándolo. También
es necesario disponer de una política de incentivos que no se consolide como
salarios o como prebendas no económicas.
Por
lo que se refiere al modelo de gestión económica permite comprar productos o
servicios sin concurso público, negociar los mejores precios con un pago al
contado o poco diferido, etc. También hace posible la política de incentivos
citada anteriormente.
En
definitiva se trata de crear un marco donde el profesionalismo se adapte al
trabajo de equipo y se aleje de los conceptos que contiene la laboralización,
muy adecuada en determinados servicios pero no en la gestión de servicios de
salud en atención primaria.
Las
normas de relación laboral establecida desde los conceptos empresario,
trabajador y sindicato no son adecuados en los servicios de atención primaria, y
menos con gestión pública. La visión de las EBA es introducir los conceptos
socio, profesionalismo y transparencia en la gestión económica y de los
recursos humanos. Implicando a todos los profesionales en conseguir y mantener
el equilibrio de estos conceptos. ¿Cómo lo hacemos? La solución pasa por
respetar o mejorar el marco legal vigente, explicar los resultados y la
gestión, compartir los objetivos del proyecto con todos los profesionales y hacer
participes a todos ellos de los incentivos que se generen. Todo ello orientado
a ofrecer el mejor servicio público que sea posible. Así, el profesionalismo se
hace realidad.
2.- ¿Qué se puede decir tras 18 años de funcionamiento del
modelo EBA como resultado de las evaluaciones realizadas respecto a resultados
en salud, accesibilidad, eficiencia y satisfacción de profesionales y pacientes?
Desde
lo personal, y compartido con la personas que empezamos en nuestro centro de Vic
–primera EBA–, ha resultado una experiencia profesional fantástica que nos ha
permitido y nos permite desarrollar nuestra profesión en las mejores
condiciones posibles.
Hemos
aprendido a ser empresarios en una entidad cuyo valor se relaciona con el
ejercicio profesional y no con el capital que aportas ni con su rendimiento.
Desde esta óptica podemos afirmar que hemos tenido un éxito rotundo con una
gestión económica excelente, unos resultados consolidados estables, haciendo
frente a todas las obligaciones de pago en plazos muy cortos y una gestión de
recursos humanos impecable. Hemos puesto todo lo necesario para que EAP Vic SLP
sea un equipo de verdad, durante 18 años y sin crisis considerables. Lo hemos
hecho así en periodos de crecimiento de la tarifa pública y ahora en un periodo
de crisis y recorte en la asignación por habitante.
Por
las suspicacias que ha generado el modelo, especialmente por el afán de lucro
que tienen las sociedades mercantiles, los centros gestionados por entidades EBA
han sido evaluadas por diferentes agentes públicos más allá de la evaluación
ordinaria del CatSalut. Entre otros por el Sindic de Greuges (el defensor del
pueblo en Cataluña), la fundación Avedis Donabedian, etc. En algunos casos los
resultados no se han hecho públicos en toda su extensión, pero siempre han
mostrado una mayor satisfacción entre los profesionales y las personas que
utilizan los centros gestionados por EBA. Las entidades EBA siempre están en
los primeros puestos de Cataluña en el benchmarking
del CatSalut, tanto en resultados en salud como en gestión de farmacia. La satisfacción
de los ciudadanos tiene que ver con la accesibilidad, el trato y el servicio
recibido. En cuanto a la eficiencia, hay evidencia de que tienen un coste
situado muy por debajo de la media de Cataluña y que sus resultados, cuando
menos, no son peores que la media. Por lo que respecta a los profesionales, la
mayor satisfacción tiene que ver con su implicación en el proyecto, los
sistemas de incentivación y la posibilidad de ejercer la profesión con los
valores esenciales del profesionalismo.
3.- ¿Qué razones serían las que con mayor probabilidad
explicarían que el modelo EBA no haya traspasado las fronteras de Cataluña y no
se haya probado en otras Comunidades Autónomas?
En
primer lugar, la configuración del modelo catalán que inspiró la ley de ordenación
sanitaria de 1991, asentada en una realidad histórica y cultural que existía en
Cataluña, con muchos proveedores de salud de titularidad no pública, con
estructuras potentes ya existentes y de su propiedad, y también la presencia de
aseguradoras privadas con muchos asegurados. Posiblemente la ley señalaba el
único camino posible desde la realidad histórica a la incardinación de un
modelo de aseguramiento público casi universal. Es decir, la existencia de
separación de funciones, planificación, financiación y compra, por un lado, y
la provisión de servicios por el otro.
En
segundo lugar, el hecho de que en Cataluña estaba presente, consolidada y
normalizada la gestión no publica, especialmente de recursos humanos, en la
provisión de servicios. Crear un modelo con este tipo de cultura era mucho más
factible en Cataluña que en otras autonomías del estado español.
Como
último factor creo que es necesario citar al Colegio de Médicos de Barcelona
que siempre ha tenido un papel protagonista en el desarrollo del modelo catalán
de la salud. Desde esta posición, su defensa de los valores del profesionalismo
fue, y sigue siendo, determinante para que el modelo EBA viese la luz.
Estos
factores culturales e históricos son muy importantes y condicionan el progreso y
la adaptación de los sistemas nacionales de salud. En el Reino Unido nadie pone
en tela de juicio el hecho de que los médicos de familia tengan un contrato
administrativo a título individual, o un contrato en el marco de una entidad
profesional y sean los propietarios de los centros en los que visitan y que
ponen a disposición del sistema público mediante un alquiler. Evolucionar hacia
una cultura organizativa en la que lo importante sea contratar el mejor
servicio posible al menor coste no es sencillo. Los diversos agentes con
intereses en el sector dificultan esta necesaria evolución hacia un sistema
satisfactorio, de calidad y eficiente en donde la persona tenga un protagonismo
relevante.
4.- Y centrándonos en Cataluña, ¿qué razones serían las que con
mayor probabilidad explicarían que el modelo EBA, tras 18 años de
funcionamiento, no se haya desarrollado y extendido más en la propia Cataluña y
esté prácticamente estancado durante los últimos 10 años? ¿Qué argumentos
esgrimía el tripartito para frenar su expansión? ¿Es ahora Esquerra Republicana
quien presiona a CiU para mantener el freno?
Para
sintetizar la respuesta voy a centrar estos factores en tres:
El
primero es el peso de las patronales y su apuesta por los hospitales, su
influencia en la adjudicación de servicios ha impedido que el modelo EBA
crezca. Desde mi punto de vista la gestión de la atención primaria desde
entidades hospitalarias es un error importante. Como alternativa, se podría
haber promovido la incorporación del modelo EBA en estos centros gestionados
por empresas hospitalarias. Seguramente sería un acierto compartir la gestión
de estos centros desde una EBA en la que una parte mayoritaria estuviera en
manos de los profesionales sanitarios de dicha EBA y el resto fuera propiedad de
la empresa hospitalaria. Los hospitales siguen teniendo en Cataluña un peso
excesivo en el conjunto del sistema de salud que dificulta la evolución hacia
un modelo integrado de base comunitaria. En los próximos años la balanza debería
de inclinarse hacia la comunidad, es decir hacia la atención primaria social y
sanitaria.
El
segundo factor obedece a una ausencia de apuesta política por este modelo de
gestión, excepto la inicial del Consejero Trias promoviendo su creación y,
posteriormente, la del Consejero Pomés que apostó decididamente por su implantación
en el poco tiempo que dirigió el Departamento de Salud. Por las connotaciones
políticas, sindicales y sociales que tiene el modelo EBA requiere una decisión
política clara y sin titubeos, con
capacidad negociadora y de consenso que no ha existido ni existe.
El
tercero tiene una mezcla de aspectos políticos, sindicales y de defensa del rol
laboral entre los profesionales del sector. La ausencia de un proyecto de futuro
a medio o largo plazo en el que el Institut Catalá de la Salut (ICS) evolucione
hacia una organización orientada a las necesidades de las personas, en un marco
profesional atractivo y con expectativas de futuro en donde el modelo EBA,
posiblemente adaptado, podría contribuir a ello. Una entidad profesional
compartida con el ICS, en la que el régimen laboral y económico estuviese sujeto
al derecho privado es una buena solución, posiblemente la única capaz de hacer
factible la evolución de la atención primaria en los términos anteriormente expuestos,
centrada en las necesidades de las personas y atractiva para los profesionales.
Sin
olvidar la falta de iniciativa de Convergencia i Unió para hacer evolucionar al
ICS en las épocas previas al tripartito y también ahora. El papel del gobierno
de izquierdas es mucho más activo en impedir que nada cambie en el sistema
público de provisión. Y si cambia, que no sea en el sentido apuntado sino todo lo
contrario: cada vez el profesional tiene un rol menos protagonista, las
estructuras y la organización son lo importante y las personas y sus
necesidades de atención quedan relegadas a un segundo plano.
El
posicionamiento de ERC en el tripartito fue exclusivamente ideológico y sin
analizar ninguno de los resultados que tenían a su disposición. Hay que señalar
que los datos económicos de las EBA son públicos y consultables y que los
resultados en salud o de satisfacción están disponibles. Nadie duda de que en
todos los casos los resultados de las EBA y la trasparencia de sus datos son
muy superiores al resto de servicios de atención primaria. La posición abierta
de la Consejera Geli, la evaluación de los modelos de gestión y los resultados
obtenidos impidieron que las EBA fueran eliminadas de la provisión. Hacerlo no
tenía justificación alguna atendiendo a los resultados publicados y esto frenó
el ímpetu ideológico de ERC.
Tampoco
hay que olvidar que durante el tripartito se intentó la reforma en profundidad
del ICS, con una propuesta de ley de la Consejera Geli que quedó profundamente
descafeinada por una actuación proactiva de ERC desde varias consejerías y desde
el propio partido. A pesar de existir una ley desde 2008, con una voluntad
reformadora muy limitada, su aplicación se ha ido demorando permanentemente. El
resultado, un aplazamiento indefinido de la reforma del modelo público de
gestión.
El
momento actual tiene aspectos propios que podrían explicar la parálisis del
gobierno para abrir nuevas EBA. Sólo se ha abierto una en Tarragona, en la que
todos sus profesionales firmaron de forma voluntaria el paso al modelo EBA.
Creo que la escasa voluntad política de todos los partidos por extender el
modelo EBA, la crisis económica y los recortes, la ausencia de una propuesta de
futuro sólida y consensuada en el ICS y un gobierno en minoría centrado en un
proyecto independentista soportado por ERC son factores que globalmente
explican la situación y que no me atrevo a analizar por separado.
En
este momento el sistema sanitario catalán está transformando su modelo
asistencial hacia una atención integrada, en la que la comunidad y todos sus
dispositivos han de tener un mayor protagonismo. Creo que el modelo EBA,
evolucionado y bajo un gran pacto profesional, podría dar lugar a una atención
primaria capaz de dar respuesta adecuada a este gran reto, en el que la implicación
del profesional en el proceso de atención a la persona se convierte en la clave
del éxito.
... continuará...
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