¿Hemos “vivido por encima de nuestras posibilidades” en sanidad pública en España? Responderé a la pregunta utilizando únicamente datos relativos a España y centrándome en determinar si durante los últimos años el crecimiento de nuestro gasto sanitario público per cápita ha sido claramente superior, similar o inferior al crecimiento de nuestro PIB per cápita. Si ha sido claramente superior cabría concluir que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Si el crecimiento del gasto sanitario público ha sido similar al crecimiento del PIB concluiremos que “hemos vivido según nuestras posibilidades”. Concluiremos que “hemos vivido por debajo de nuestras posibilidades” si el crecimiento de nuestro gasto sanitario público ha sido claramente inferior al crecimiento del PIB.
Los datos de gasto sanitario público per cápita proceden del Ministerio de Sanidad y los datos del PIB per cápita del INE. Las cifras de gasto y de PIB ofrecidas por el Ministerio y el INE son nominales (sin deflactar), es decir, sin tener en cuenta la inflación. A diferencia del crecimiento nominal, la determinación del crecimiento real precisa considerar la inflación y para ello recurro al IPC también procedente del INE.
CRECIMIENTO DEL GASTO SANITARIO PÚBLICO
El gráfico 1 recoge el crecimiento nominal entre 1991 y 2009 del gasto sanitario público per cápita (GSPupc), del PIB per cápita (PIBpc) y del IPC. El gráfico 2 representa el crecimiento real tras deducir el incremento del IPC de cada año. Es decir, muestra el crecimiento del GSPupc y del PIB pc para un IPC de cero (no inflación).
Gráfico 1.-
Gráfico 2.-
Conclusión: El crecimiento del gasto sanitario y del PIB son muy similares desde 1991 hasta 2004. A partir de 2005 crece algo más el gasto sanitario público per cápita que el PIB per cápita. Claramente desde 2008, con el inicio de la crisis y el derrumbe del PIB, el gasto sanitario mantiene su pendiente de crecimiento mientras que el PIB se viene abajo. Con el gráfico 2 nos hacernos una mejor idea del crecimiento real tanto del gasto sanitario como del PIB. Durante los años previos a la crisis el crecimiento del gasto sanitario público per cápita ha sido muy similar al crecimiento del PIB tanto en términos nominales como en términos reales. Este resultado respalda muy escasamente que en sanidad pública hayamos “vivido por encima de nuestra posibilidades”.
CRECIMIENTO DE LOS SECTORES FUNCIONALES
Se intenta aclarar qué ha ocurrido con los gastos per cápita de los principales sectores funcionales (hospital, primaria, farmacia de receta) del gasto sanitario público. ¿Todos han crecido de forma similar al PIB? ¿Alguno de ellos ha crecido mucho más o mucho menos que el PIB?
El Gráfico 3 muestra el crecimiento nominal de los gastos per cápita de los estos sectores funcionales: gasto en atención especializada (GAESpc), gasto en atención primaria (GAPSpc), gasto en farmacia de receta (GFARpc) y el del PIB per cápita. Incluye también la curva del IPC. El Gráfico 4 recoge lo mismo pero en términos reales al descontar el IPC.
Gráfico 3.-
Gráfico 4.-
Conclusión: El gasto per cápita en farmacia de receta es el único que claramente crece, tanto en términos nominales como reales, muy por encima del PIB durante todo el periodo. Tanto el gasto per cápita en atención especializada como el gasto per cápita en atención primaria crecen igual o menos que el PIB. Llamativo el decenio (1996-2006) durante el cual el crecimiento de gasto en atención primaria es claramente inferior al crecimiento del PIB. El gasto en atención especializada crece claramente por encima del PIB a partir de 2005 muy probablemente influido por el crecimiento del gasto en farmacia hospitalaria que, como sabemos, ha sido exponencial durante los últimos años. Por lo tanto, si en alguno de estos tres sectores funcionales hemos vivido “por encima de nuestras posibilidades” ha sido clarísimamente en farmacia de receta. Y si en alguno hemos “vivido por debajo de nuestras posibilidades” ha sido claramente en atención primaria.
CRECIMIENTO DEL GASTO DE PERSONAL
Ante la crisis, las medidas implementadas para contener el gasto sanitario público han consistido básicamente en reducir el precio de los medicamentos de receta, reducir el salario de los profesionales (fijos y no fijos) y reducir el personal no fijo. No es extraño que se haya actuado así pues con estas medidas se actúa prácticamente sobre el 70% del gasto sanitario público. Por ello, considero importante determinar el crecimiento del gasto per cápita en personal durante el mismo periodo de tiempo y compararlo con el crecimiento del PIB per cápita y el IPC.
El Gráfico 5 muestra el crecimiento nominal del gasto per cápita en personal y del PIB per cápita. El Gráfico 6 lo muestra en términos reales tras deflactar por el IPC.
Gráfico 5.-
Gráfico 6.-
Conclusión: El crecimiento del gasto per cápita en personal en la sanidad pública ha sido siempre similar o muy inferior (la mayor parte de los años) al crecimiento del PIB. Sólo en 2009, tras un año de crisis, creció claramente por encima del PIB. A destacar el periodo entre 1991 y 1998 durante el cual, además, creció lo mismo que el IPC lo que significa un crecimiento real prácticamente nulo. Si tenemos en cuenta que durante ese periodo se incrementó sin duda el número empleados en la sanidad pública, lo descrito hablaría a favor de una más que probable pérdida importante y continuada de poder adquisitivo entre 1991 y 1998 de los empleados en la sanidad pública. En todo caso, es evidente que en gasto de personal no "se ha vivido por encima de nuestras posibilidades" en la sanidad pública, sino todo lo contrario: en gasto de personal es en lo que más claramente se "ha vivido muy por debajo de nuestras posibilidades". Por lo tanto, son mucho más injustos los recortes en los salarios del personal que las reducciones de precios en farmacia de receta que deberían ampliarse a los precios de la farmacia hospitalaria.
La verdad es que los gráficos, al hacerlos per cápita, ocultan el dramático incremento de gasto que ha supuesto meter deliberadamente en la economía y en el país de 8 a 10 millones de emigrantes que, lógicamente, contribuyen muy por debajo de lo que cuestan. Este es el agujero negro.
ResponderEliminarHabría que descubrir quiénes fueron los genios keynesianos que consagraron ese modelo de "crecer"
¿Es todo lo que se te ocurre?
EliminarEso no es verdad, la sanidad la pagan todos los que están en territorio español (y no los trabajadores como algunos ignorantes y/o xenofobos afirman), sean españoles o del turkistan, sean legales o ilegales (los ilegales también consumen y por tanto pagan impuestos). Y por cierto los inmigrantes suelen ser más jóvenes y sanos que la media.
EliminarYo creo que te equivocas, ya que los emigrantes -la gran mayoría- son jóvenes y sin enfermedades importantes. Yo por ejemplo, como extranjero, contribuyo muchísimo mas de lo que gasto (en sanidad hablando).
ResponderEliminarDaniel Florescu (florescu_daniel@yahoo.com)