Como dice Xavier Marcet (aquí), las burocracias se regodean en planes, indicadores innecesarios y metodologías de una sofisticación eludible. Fruto todo de una pulsión controladora que alberga la vana aspiración de capturar una realidad compleja para meterla enterita en una hoja excel. Así, con la pretensión de gestionar la complejidad no consiguen otra cosa que aumentarla inútilmente. Aunque, a mi parecer, quien mejor definió la degeneración burocrática fue Carlos Castillo Peraza (aquí) mediante esta frase para enmarcar: "Burocracia es el arte de convertir lo fácil en difícil por medio de lo inútil".
La charca del chapapote burocrático
Los burócratas chapotean a gusto en su endogámica charca de chapapote burocrático, principio y fin de su existir. Y cuando la organización está tan buroesclerosada, se sienten tan a gusto y seguros en su charca que a veces evacuan, sin percatarse lo más mínimo, un producto tan degenerado como el que estos días nos ha brindado el aparato gestor sanitario madrileño (aquí). Es tan endogámica su charca burocrática que ni se dan cuenta de lo cenutrio que ha de ser uno para protocolizar sus debilidades y miserias. Sobre todo, cuando ese uno es el principal responsable de haber llevado su atención primaria a esa debilidad y miseria. La excusa argüida, como siempre que uno quiere tapar sus vergüenzas gestoras, es el bulo de la falta de médicos (aquí) y, consecuentemente, la necesidad de que la Universidad ofrezca más plazas para su formación.
El bulo de la falta de médicos
Pero no sólo es Madrid. El grado de desfachatez no tiene límites ni conoce de colores políticos. El bulo de la falta de médicos está siendo engordado por los malos responsables sanitarios de uno y otro color desde hace años. Por ejemplo, así lo hacía el consejero extremeño a primeros de 2019 (aquí).
En el País Vasco también pero sin protocolo
La consejera de salud del País Vasco acaba de decir algo parecido al protocolo madrileño pero sin protocolo: centros que cerrarán, centros sin médicos, etc. Y todo por la "falta de médicos". Eso sí, no ha desaprovechado la oportunidad para echar la culpa de esa "falta de médicos" a la Universidad que, según sugiere, debería producir más médicos (aquí).
Tras el revuelo, acude a la radio a explicarse mejor y vuelve a insistir en que hay que aumentar el número de estudiantes de medicina en las facultades (aquí). Es evidente que el sueño húmedo de volver a disponer de "petróleo barato" todavía habita en las calenturientas mentes de nuestros responsables sanitarios.
Nunca hemos tenido tantos médicos como ahora
El tiempo y los datos no hacen más que quitarles la razón pero ellos siguen desde hace años machaconamente con la matraca de la "falta de médicos". ¿Cuándo se darán cuenta de que están haciendo el ridículo? La siguiente figura procede de la página 181 del último Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2020-2021 (aquí): nunca hemos tenido en España tantos médicos como ahora. ¿Faltan médicos o falta "petróleo barato"? (aquí).
Crecimiento de la oferta de plazas universitarias de medicina
En 2007 se decidió aumentar el númerus clausus en medicina. Los datos (aquí y aquí) nos dicen que, respecto del curso 2007-08, la oferta de plazas públicas creció un 21% hasta el curso 2020-21 (de 4.757 a 5.753). Sin embargo, durante el mismo periodo de tiempo, el número de plazas privadas se multiplicó por 5,49 (de 275 a 1.511). Las privadas significaban el 5,5% del total el curso 2007-08 pero representaron casi el 21% el pasado curso 2020-21.
Unos sacuden el árbol y otros recogen las nueces
Los malos políticos responsables de nuestra sanidad pública llevan años tapando sus vergüenzas gestoras con la matraca de la "falta de médicos". Lo hacen para esconder lo que en realidad falta: dinero y reaños para enfrentar las reformas que nuestra sanidad pública precisa, en particular nuestra atención primaria. Los políticos sacuden el árbol cada vez que dicen que en España "faltan médicos". Y pese a que los datos muestran justo lo contrario hay gente que les cree, incluso los periodistas. Mientras tanto, a otros les viene muy bien recoger las nueces del árbol sacudido mediante el negocio de la formación de esos médicos que supuestamente tanto "faltan". Y así, tutti contenti.
¿Quién cerrará el grifo?
Tenemos hoy en las facultades españolas un total aproximado de 43.000 alumnos matriculados en medicina, una cifra comparable a la que había en la segunda mitad de los años 80. ¿Qué pasará cuando nos demos cuenta de que en verdad "sobran" médicos en España? ¿Quién cerrará el grifo de la producción? ¿la universidad pública? ¿la privada? Menos mal que los decanos de medicina no se han tragado el superbulo político de la "falta de médicos" ni comparten la idea de fabricar de nuevo "petróleo barato" (aquí).
De 275 plazas en la privada a 1.511 está claro que hay negocio en la formación de médicos
ResponderEliminarHasta 43000 todavía faltan 41500, el negocio es del estado y las consejerías que quieren seguir teniendo "petróleo barato"
ResponderEliminarNo sólo los políticos repiten su mantra de la falta de médicos. A mi me pitan los oídos y me chirrían las neuronas cuando escucho a compañeros médicos decir que faltan médicos. Ha sido un discurso habitual en muchas sociedades científicas y en la Organización Médica Colegial. Pero tanto la población, como los "colegas" siguen sin ver lo evidente: falta inversión y los médicos simplemente cambian de aires a otro lugar en el que el viento les sople de cola y no de cara.
ResponderEliminarNo faltan médicos, como dices, falta "petróleo barato", o, como le dijeron a un compañero en los ochenta, "pañuelos de usar y tirar".... Y si en algún momento vuelven a "sobrar médicos" (mira que lo dudo, cualquiera que sepa inglés o francés no se va a quedar en España con la que está cayendo), seguro que la excusa será otra...
ResponderEliminarHola. He visto este post en el canal del CAS Madrid. Quiero saber si puedo reproducirlo en Kaosenlared. Es que no sé si es Creative Commons o tienes Copyright. Gracias
ResponderEliminarSuelo estar de acuerdo casi siempre con Vd, pero aquí, sin dejar de estarlo, debo hacer una matización importante. Cuando usa el término burócrata pasa a describirlo con lo que en realidad corresponde a la corriente del GERENCIALISMO, ésta, que nuestros gestores venden como "tecnología" y que en sociología ya se admite más como ideología e incluso como doctrina, es realmente la que cumple con su descripción y se puede ser burócrata sin seguir la corriente gerencialista (hoy día ya deben quedar pocos). Errar en la etiqueta puede llevarnos a errar en el tratamiento adecuado. En ciencias sociales, la diferencia es importante porque el gerencialismo ha introducido importantísimas patologías en las organizaciones y en las personas. ( sugiero ver V. de Gaulejat "la société malade de gestion" y con N. Aubert " Le coût de l'excelence" y M. Henri-Coll. “Las falacias del management"). El Experto tan citado como poco conocido (por interés) por nuestros gestores, H Mintzberg, diferencia dos tipos de burocracia en las grandes organizaciones: la simple (la que todos tenemos en mente) y la de expertos, en ésta nos ubica a las grandes organizaciones sanitarias y de educación. Cada una de llas con sus especificidades y lo que pretende y consigue el gerencialismo es que ambas sean simples. Mintzberg es el que dijo que el gran error de los gestores sanitarios es creer que para gestionar los sistemas sanitarios cualquiera (de ellos) vale.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu blog
No entiendo que se diga que no hacen falta más médicos y que hay los mismos estudiantes que en los 80. Si la actividad médica sobre cada individuo se ha duplicado o triplicado en estos 40 años cómo no van a faltar médicos!!
ResponderEliminarLa actividad médica, efectivamente se ha duplicado o triplicado, sin impacto claro en la salud. Lo que se ha hecho es medicalizar muchas situaciones normales de la vida que antes no se medicalizaban. Hablando como pediatra, yo no entiendo que se lleve a un niño al médico porque le ha picado una pulga, una avispa o 3 mosquitos. No entiendo que lo lleven porque está resfriado. No entiendo que lo lleven porque en el cole le han dado una patada jugando al futbol y le duele el hematoma que le han hecho en la espinilla. Y tampoco entiendo que la gente vaya al médico porque están muy tristes porque se les ha muerto la pareja, el padre o el gato, o porque han roto con la pareja. La vida es así y no existe el perfecto estado de bienestar físico, mental y social. La gente ha olvidado los autocuidados y un 10% de los "usuarios", a los que yo llamo #abusuarios, abusan del sistema, colapsando centros de atención primaria y urgencias. Durante un partido madrid-barcelona, el número de urgancias cae en los hospitales un 90% y no es porque los efluvios del futbol sanen a nadie, sino porque realmente ese 90% no debería ir a urgencias ni antes, ni durante, ni después del partido.
EliminarHay médicos de sobra para atender a las personas que realmente se pueden beneficiar de la asistencia médica. Lo que nunca habrá es médicos suficientes para atender las exigencias infinitas de los #abusuarios, cuya educación para que dejen de usar mal el sistema, es competencia de sanitarios, gestores y también de los buenos usuarios, entre los que, sin duda, se encuentra usted.
Pasa como la leyenda negra, que nos la acabamos de creer los propios españoles, compramos el discurso a ingleses y franceses, lo asumimos como propio y transmitimos a generaciones. El ministerio demuestra que no faltan medicos, están mal distribuidos por ausencia de planes, ausencia de gestion real, de falta de inferencia, de cortoplazistas, de desconocimiento, de falta de previsión etc. Y alguna Sociedad Cientifica de primaria se lo ha creido por estar en la linea politica correcta o buscando prevendas
EliminarMi formación (politólogo, MBA en políticas públicas) y experiencia (funcionario por oposición de SP, enfermero AP) me permite sugerir que el problema burocrático está en la cabeza de todos. Educados en la competencia y la eficiencia los equipos producían registros de ocasión con datos que se repetían en diversos de ellos y que perduraban en el tiempo fuera de su utilidad. Desde la informatización la estupidez ha sido delegada a una pantalla que nos da órdenes y dificulta la básica relación profesional-paciente.
ResponderEliminarEn la serie “Yes Minister” hay cómicos ejemplos de la mentalidad burocrática, que no se trata tanto de papeles como de incrementar su poder y el número de su personal. En el capítulo 3 de la serie 3 (The Skeleton in the Cupboard) sale un buen ejemplo de como una administración local es perseguida por no rellenar los papeles, aunque sus indicadores sociales son los mejores de la región. En todas partes, hasta en la gestión de las residencias, la cuestión no es la eficiencia con la que se llenan la boca los gestores y directores, sino de la independencia (de la privada) para hacer el máximo dinero posible, es decir, de quien manda.
Magnifico una vez mas. Y para mi es una muestra del valor de tener una ideología q ayude a entender. Ideologismo no pero ideología es mut necesaria
ResponderEliminarY si realmente fuera “el sueño” de los (la tentación es insuperable, lo siento) BURRÓCRATAS, con perdón del hermano pollino, pues ni tan mal. Sus monstruos oníricos se los comerían ellos con o sin patatas, que es lo que hacemos las personas decentes con los nuestros, y sanseacabó.
ResponderEliminarPero no, no son sus sueños. Nuestras pesadillas son sus “realidades”, basadas en sus relatos, a su vez fundamentados en hacer a las personas cada vez menos autónomas, más dependientes de “la sociedad del bienestar”.
Una “solidaridad” paternalista hasta decir basta empieza ayudando y termina usurpando voluntad, iniciativa, creatividad y, en definitiva, poder personal. Gestionar todo eso consume gestores y recursos sin cuento que, sencillamente, no podemos sostener sino abrasando a impuestos y congelando salarios de, entre otros, los mismísimos facultativos.
Entonemos el mea culpa. Colaboramos como sanitarios con ellos, con los campeones de la burrocracia en mantener a la población atemorizada, indecisa, dependiente e irresponsable frente a todo el espectro que abarca desde la salud hasta la enfermedad, y así nos va.
Esta hiperdemanda de falsa necesidad asistencial, y su correlato, el gasto sin fondo, no se arreglan, efectivamente, ni con más carne licenciada ni con más recursos ni con más gestorcilles de esta espantosa pesadilla que se muerde la cola con voracidad insaciable.
Pero, entre tanto, ahí siguen ufanos los boceros y las boceras, tanto del comercio sanitario como de la dependencia absoluta, empoderándose un poquito más cada día en sus púlpitos mediáticos. No es poco lo que recibimos a cambio de nuestro voto en el cepillo.
Lo que, sin duda, seguirá llenando de orgullo y satisfacción al Negocio.
¿La banca siempre o gana porque la banca somos, a fin de cuentas, todes?
Saluz.
MR
Muchas gracias por el artículo y por los brillantes comentarios.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo, sin olvidar, claro, que si en un Centro de Salud no hay MAP, ningún MAP, pues no será un C.S, sino un centro sanitario con consulta de enfermería, matrona, etc.
Recomendable ver, a colación de varias opiniones que he leído sobre la sociedad actual y sus conductas (muy bueno el vocablo "a usuarios"), el controvertido documental 'The Swedish Theory of Love".
EliminarAbusuarios
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