A partir de los microdatos anonimizados de la Encuesta Europea de Salud para España 2014 podemos determinar algunas características del último ingreso hospitalario del encuestado en el caso de que lo haya habido. Interesa en esta entrada determinar si el encuestado estuvo en lista de espera para dicho ingreso y el tiempo de espera (en meses). En especial, en el caso de que el ingreso lo hubiera motivado una intervención quirúrgica. El objetivo es determinar si existen diferencias según clase social o según tipo de aseguramiento ante el hecho de las listas de espera quirúrgicas.
LAS PREGUNTAS
En el caso de que hubiera habido algún ingreso hospitalario por parte del encuestado en los últimos 12 meses, estas son las preguntas del cuestionario de la EESE referidas al último de ellos. Nótese que la pregunta sobre si estuvo en lista de espera no se le hace a quien ingresó por parto o cesárea, y que la pregunta sobre cuánto tiempo estuvo en lista de espera sólo se le hace, obviamente, a quien afirma haber estado en lista de espera.
¿Estuvo en
lista de espera?
Se presentan los datos referidos únicamente a quienes ingresaron por el motivo de
intervención quirúrgica (aquellos que responden la opción 1 a la pregunta 71).
SEGÚN CLASE SOCIAL
SEGÚN TIPO DE ASEGURAMIENTO
¿Cuánto tiempo
en meses estuvo en lista de espera?
(en el caso de ingreso por intervención
quirúrgica)
SEGÚN CLASE SOCIAL
SEGÚN TIPO DE ASEGURAMIENTO
¿A cargo de
quién corrieron los gastos de hospitalización?
(en el caso de ingreso por
intervención quirúrgica)
SEGÚN CLASE SOCIAL
SEGÚN TIPO DE ASEGURAMIENTO
COMENTARIO
Clase social y lista de espera
Si hay algo evidente es que, ante una intervención quirúrgica que requiera ingreso, las clases sociales más altas están en lista de espera en menor proporción que las clases sociales más bajas. Pero no sólo ocurre eso, sino que también esperan durante menos tiempo (pese a los 15 meses que dicen esperar los sujetos de la clase 2).
Tipo de aseguramiento y lista de espera
Aquí es donde se aprecian más claramente las diferencias. El 53,6% de los sujetos cubiertos únicamente por el SNS estuvo en lista de espera antes del último ingreso motivado por intervención quirúrgica. Mientras que en el mutualismo y en el grupo de los seguros privados esto ocurre solamente en el 14,5% y el 17,9% respectivamente. Y en el caso de que haya que esperar, los cubiertos únicamente por el SNS esperan tres veces más que los mutualistas (9,06 vs. 3,13 meses) y casi del doble que los que tienen seguros privados (5,6 meses).
¿A cargo de quien corrieron los gastos de hospitalización?
Por clases sociales, se detecta un claro gradiente creciente en la respuesta "Sanidad Pública (seguridad social)" y decreciente en la respuesta "Sociedad médica privada". En la respuesta "Mutualidad obligatoria (Muface, Isfas, etc)" predominan abrumadoramente las tres primeras clases sociales. Según tipo de aseguramiento, el 96% de los que tienen al SNS como único asegurador sanitario responden "Sanidad Pública (Seguridad social)", el 76% de los mutualistas responden "Mutualidad obligatoria (Muface, Isfas, etc" y el 68% de los que tienen seguros médicos privados responden "Sociedad médica privada".
Como nos recuerda Enrique Costas en un reciente artículo publicado en BEZ, las listas de espera no son una disfunción del sistema, son consecuencia inevitable de una Sanidad gratuita. Los sistemas de salud universales pagados por impuestos han abolido el precio del mercado a fin de que todos los ciudadanos tengan la misma oportunidad de ser atendidos. Ya no se paga con dinero sino con tiempo y lo que esto conlleva (dolor, sufrimiento, desamparo, etc.). El tiempo que uno espera a ser operado en el caso que nos ocupa hoy. El problema viene cuando, con el mismo dinero público que se financia el SNS, el mutualismo y se incentiva fiscalmente el seguro médico privado, se consigue que los más pudientes, ante una misma situación de necesidad (intervención quirúrgica que requiere ingreso), no esperen (o esperen mucho menos tiempo) que los demás mortales. Y esta flagrante inequidad, pagada con dinero público, ocurre en nuestra sanidad pública pagada por impuestos.
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Si hay algo evidente es que, ante una intervención quirúrgica que requiera ingreso, las clases sociales más altas están en lista de espera en menor proporción que las clases sociales más bajas. Pero no sólo ocurre eso, sino que también esperan durante menos tiempo (pese a los 15 meses que dicen esperar los sujetos de la clase 2).
Tipo de aseguramiento y lista de espera
Aquí es donde se aprecian más claramente las diferencias. El 53,6% de los sujetos cubiertos únicamente por el SNS estuvo en lista de espera antes del último ingreso motivado por intervención quirúrgica. Mientras que en el mutualismo y en el grupo de los seguros privados esto ocurre solamente en el 14,5% y el 17,9% respectivamente. Y en el caso de que haya que esperar, los cubiertos únicamente por el SNS esperan tres veces más que los mutualistas (9,06 vs. 3,13 meses) y casi del doble que los que tienen seguros privados (5,6 meses).
¿A cargo de quien corrieron los gastos de hospitalización?
Por clases sociales, se detecta un claro gradiente creciente en la respuesta "Sanidad Pública (seguridad social)" y decreciente en la respuesta "Sociedad médica privada". En la respuesta "Mutualidad obligatoria (Muface, Isfas, etc)" predominan abrumadoramente las tres primeras clases sociales. Según tipo de aseguramiento, el 96% de los que tienen al SNS como único asegurador sanitario responden "Sanidad Pública (Seguridad social)", el 76% de los mutualistas responden "Mutualidad obligatoria (Muface, Isfas, etc" y el 68% de los que tienen seguros médicos privados responden "Sociedad médica privada".
Como nos recuerda Enrique Costas en un reciente artículo publicado en BEZ, las listas de espera no son una disfunción del sistema, son consecuencia inevitable de una Sanidad gratuita. Los sistemas de salud universales pagados por impuestos han abolido el precio del mercado a fin de que todos los ciudadanos tengan la misma oportunidad de ser atendidos. Ya no se paga con dinero sino con tiempo y lo que esto conlleva (dolor, sufrimiento, desamparo, etc.). El tiempo que uno espera a ser operado en el caso que nos ocupa hoy. El problema viene cuando, con el mismo dinero público que se financia el SNS, el mutualismo y se incentiva fiscalmente el seguro médico privado, se consigue que los más pudientes, ante una misma situación de necesidad (intervención quirúrgica que requiere ingreso), no esperen (o esperen mucho menos tiempo) que los demás mortales. Y esta flagrante inequidad, pagada con dinero público, ocurre en nuestra sanidad pública pagada por impuestos.
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Algunas referencias a la vista
de algunos comentarios:
Incentivo fiscal a la compra de seguros médicos privados (aquí).
El menor uso del sistema público que hace la población con seguro
médico privado (aquí)
no compensa el coste de su incentivación fiscal pues la pérdida de ingresos
fiscales por la desgravación es mayor que el aumento de gasto sanitario público
que produciría su ausencia (aquí).
Efectivamente, la población mutualista, y también la población con seguros médicos privados, son más jóvenes y más sanas como se ha mostrado en anteriores entradas (aquí). También se conoce desde antiguo la selección de riesgos en el mutualismo (aquí). Lo que no se conoce tanto, pero también ocurre en el mutualismo, es la selección adversa en farmacia de receta (aquí). Todo eso es cierto, y todo esto podría estar relacionado con la existencia de diferencias en el motivo de ingreso quirúrgico entre unas poblaciones y otras, lo cual no desmiente que mutualistas y sujetos con seguros privados en ocasiones no esperan cuando tienen que ingresar para operarse, y cuando esperaran, esperan menos tiempo que los que tienen al SNS como único asegurador sanitario.
Efectivamente, la población mutualista, y también la población con seguros médicos privados, son más jóvenes y más sanas como se ha mostrado en anteriores entradas (aquí). También se conoce desde antiguo la selección de riesgos en el mutualismo (aquí). Lo que no se conoce tanto, pero también ocurre en el mutualismo, es la selección adversa en farmacia de receta (aquí). Todo eso es cierto, y todo esto podría estar relacionado con la existencia de diferencias en el motivo de ingreso quirúrgico entre unas poblaciones y otras, lo cual no desmiente que mutualistas y sujetos con seguros privados en ocasiones no esperan cuando tienen que ingresar para operarse, y cuando esperaran, esperan menos tiempo que los que tienen al SNS como único asegurador sanitario.
Brillante. Demuestra lo que todos sabemos. Una pregunta: podria concretar a que se refiere con que se incentiva fiscalmente el seguro privado? Gracias.
ResponderEliminarEn al año 1998 Calonge et al, demostraron que las clases sociales mas desfavorecidas utilizaban muchos mas recurso publicos sanitarios que los que pagaban y tasó en un 31% la cantidad de recursos que se redistribuían a través de la sanidad publica. No hay un estudio similar actual pero probablemente lo que quiere decir el autor es que se redistribuye menos que ese 31% y que esto deja mas recursos a las personas menos desfavorecidas, recursos que pueden emplear en la compra de un seguro privado o en lo que quieran.
Eliminarlo que creo quiero decir es que las empresas y los autónomos se desgravan como gasto en impuesto de sociedades la compra de seguros privados para empleados y familiares, que tampoco pagan impuestos IRPF por este regalito empresarial (en realidad del contribuyente) y que utilizan p. ej. así http://www.elconfidencial.com/espana/2016-07-23/las-facturas-del-dentista-de-rajoy-que-manos-limpias-denuncio-en-los-tribunales_1237984/
EliminarExcelente artículo, aporta lo cunatitativo , a lo que posiblemente en una sociedad de clases, sea lo racionalmente esperable. En una progresión de equidad - por ahora no tenemos plan b- salvo alterar hacia mayores grados de justicia .
ResponderEliminarSiempre son de interés tus entradas en el blog Juan. Gracias por tu aportación. Entiendo que en este trabajo la conclusión se deduce de la descripción de los datos pero creo que hay que tener una cautela. Admitir estes datos supone que no hay diferencia de motivo de ingreso (quirúrgico) en el sistema público y en el privado y esta afirmación, creo-no tengo datos, que no es cierta. Tendríamos que comparar los tiempos de espera por un problema determinado en los diferentes regímenes de aseguramiento.
ResponderEliminarLos grupos más comparables son el de sanidad pública y el de mutualismo funcionarial pero incluso ahí creo que las poblaciones y, por lo tanto, sus motivos de ingresos quirúrgicos, globalmente, son diferentes ya que hay, creo-tampoco tendo datos-, una tendencia a seleccionar sanidad pública entre los mutualistas mayores (estimulado por los propios seguros médicos o no) con lo cual tenemos probablemente una población más joven y más sana entre el mutualismo funcionarial cuyo proveedor son seguros médicos privados.
Muy interesante, como de costumbre. La información supone que los motivos de cirugía son equivalentes, según cobertura y/o según clase, pero es posible que no sea así, que, por ejemplo, mutualistas y asegurados privadamente estén demandando un tipo de cirugía distinta (menos grave, más complaciente,....). El mutualismo y los seguros privados estarían restando recursos a la sanidad pública (vía financiación y desgravación fiscal)y saltándose listas de espera para obtener una asistencia más complaciente, que no más urgente, ni más grave, ni más necesaria.
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