Algunas investigaciones (1-5) muestran
en España diferencias en la visita ambulatoria al médico especialista (ME) y al
médico general/de familia (MF) relacionadas con la renta de los individuos:
mayor utilización del ME (y menor del MF) en los sujetos de más renta y viceversa.
Sobre ello y su contexto, el lector puede consultar una revisión publicada en
un número anterior de EL MÉDICO (6).
En el presente artículo se describen las
diferencias en el ámbito nacional en la utilización ambulatoria del ME y del MF
según la clase social y el tipo de aseguramiento sanitario a partir de la
información más reciente disponible.
Origen de los datos
Toda la información procede de los microdatos anonimizados de la Encuesta
Europea de Salud en España 2014 (en adelante, la encuesta) disponibles en
la web del Ministerio de Sanidad junto con su metodología y el cuestionario de
preguntas (7). Esta encuesta, realizada por el Instituto
Nacional de Estadística, es la parte española de la European Health Interview Survey, coordinada por Eurostat. El
trabajo de campo se llevó a cabo desde enero de 2014 hasta febrero de 2015 mediante
entrevista a 22842 sujetos de 15 y más años residentes en España.
Variables
Todas proceden de la encuesta, algunas son idénticas (edad, clase social,
dependencia funcional del último médico visitado, presencia de enfermedad
crónica), otras se han recategorizado por mor de la simplificación (nivel
educativo, estado de salud autopercibido, presencia de sintomatología
depresiva, tiempo desde la última visita médica) y otras se han creado a partir
de los microdatos (tipo de aseguramiento, último médico visitado, número de visitas al MF por cada visita al
ME y número total de visitas por persona). Las
variables se definen a continuación, aunque el lector puede ampliar información
si consulta la metodología y cuestionario de la encuesta (7) y el blog del autor (8).
Edad. Del sujeto entrevistado (medida en años).
Clase
social. Basada en la
ocupación actual o pasada de la persona de referencia o sustentador principal
del hogar (miembro que más aporta regularmente al presupuesto del mismo) en
donde vive el entrevistado. Sus categorías son:
Clase 1. Directores
y gerentes de establecimientos de 10 o más asalariados y profesionales
tradicionalmente asociados a licenciaturas universitarias.
Clase 2. Directores
y gerentes de establecimientos de menos de 10 asalariados, profesionales
tradicionalmente asociados a diplomaturas universitarias y otros profesionales
de apoyo técnico. Deportistas y artistas.
Clase 3. Ocupaciones
intermedias y trabajadores por cuenta propia.
Clase 4. Supervisores y trabajadores en ocupaciones técnicas
cualificadas.
Clase 5. Trabajadores
cualificados del sector primario y otros trabajadores semi-cualificados.
Clase 6. Trabajadores
no cualificados.
Nivel educativo. La encuesta contempla las siguientes
opciones:
1- No sabe leer o escribir
2- Educación Primaria incompleta (Ha asistido menos de 5 años a la escuela)
3- Educación Primaria completa
4- Primera etapa de Enseñanza Secundaria, con o sin título (2º ESO
aprobado, EGB, Bachillerato Elemental)
5- Estudios de Bachillerato
6- Enseñanzas profesionales de grado medio o equivalentes
7- Enseñanzas profesionales de grado superior o equivalentes
8- Estudios universitarios o equivalentes
En el trabajo
se agrupan en las siguientes categorías: “Estudios primarios” (opciones 1, 2, 3
y 4), “Estudios medios” (opciones 5, 6 y
7) y “Estudios superiores” (opción 8).
Tipo
de aseguramiento. La encuesta
investiga (pregunta nº 80) las siguientes modalidades de aseguramiento
sanitario. Se admiten hasta dos respuestas, lo que permite detectar
duplicidades de cobertura.
1-Sanidad pública (Seguridad Social)
2-Mutualidades del Estado (MUFACE, ISFAS, MUGEJU) acogidas a la
Seguridad Social
3-Mutualidades del Estado (MUFACE, ISFAS, MUGEJU) acogidas a un
seguro privado
4-Seguro médico privado concertado
individualmente.
5-Seguro médico privado concertado por la empresa
6-No tengo seguro médico
7-Otras situaciones
En este trabajo se agrupan estas
modalidades en los siguientes tres tipos de aseguramiento:
“Sólo
SNS”: Incluye aquellos sujetos que
declaran la “Sanidad pública (Seguridad Social)” como única modalidad de
aseguramiento (modalidad 1). Por tanto, excluye aquellos sujetos que refieran
la modalidad 1 y cualquier otra modalidad adicional. Por tanto, en este grupo
no se dan duplicidades de cobertura.
“Mutualismo”: Agrupa los sujetos que refieren
disponer de una Mutualidad del Estado (MUFACE, ISFAS, MUGEJU). Incluye, pues, la modalidad 2 y
la modalidad 3. En este grupo se dan duplicidades representadas por aquellos
mutualistas que disponen de otra modalidad adicional de aseguramiento. Las más
relevantes, "Sanidad Pública (Seguridad Social)" (28,2% de los
sujetos de este grupo) y “Seguro médico privado” (2,7%).
“Seguro
médico privado”: Incluye
aquellos sujetos que refieren disponer de seguro médico privado adquirido
individual o colectivamente (modalidad 4 y modalidad 5). En él también se dan
duplicidades. La más relevante, la duplicidad con la "Sanidad pública
(Seguridad Social)" declarada por el 94% de los sujetos de este grupo.
Estado
de salud autopercibido. Las opciones de respuesta relativas al
estado de salud autopercibido durante los últimos 12 meses (pregunta nº 21)
son: 1) Muy bueno; 2) Bueno; 3) Regular, 4) Malo y 5) Muy Malo. En este trabajo
se agrupan en dos categorías: “Muy Bueno o Bueno” (opciones 1 y 2) y “Regular,
Malo o Muy Malo” (opciones 3, 4 y 5).
Presencia
de enfermedad crónica. La encuesta indaga sobre ello mediante la
pregunta nº 22 redactada así: “¿Tiene alguna enfermedad o problema de salud crónicos
o de larga duración? (Entendemos por larga duración si el problema de salud o
enfermedad ha durado o se espera que dure 6 meses o más)”. Es, pues, una variable dicotómica: Presencia de
enfermedad crónica (sí/no).
Presencia de sintomatología
depresiva. La encuesta ofrece la variable "Salud
mental en población adulta: severidad sintomatología depresiva". Sus
categorías son: "Ninguna", "Leve", "Moderada",
"Moderadamente grave" y "Grave". En este trabajo se agrupan
en una todas las categorías que indican presencia de sintomatología depresiva
sea cual sea su gravedad. Se transforma,
pues, en una variable dicotómica: Presencia de sintomatología depresiva
(sí/no).
Tiempo
desde la última visita médica [1]. A partir de las respuestas a las preguntas
nº 48 y nº 50 se construyen dos variables que miden el tiempo transcurrido
desde la última visita al MF y al ME. En este trabajo se consideran tres
posibilidades: 1) Última visita en los últimos 12 meses, 2) Última visita hace
12 meses o más y 3) Nunca se ha hecho una visita.
Último
médico visitado. A partir de las respuestas a las preguntas
nº 48, nº 50 y nº 52 se construye una variable derivada (“Ultimo médico visitado”) que informa sobre si la última visita
médica fue a un ME o a un MF en aquellos individuos que habían visitado a algún
médico durante las cuatro semanas previas a la entrevista.
Dependencia
funcional del último médico visitado. La pregunta nº 57 indaga sobre la
dependencia funcional de este último médico visitado y contempla las siguientes
posibilidades:
1-Sanidad pública (Seguridad Social)
2-Sociedad médica
3-Consulta privada
4-Otros (médico de empresa, etc.)
A partir de las respuestas se construyen
dos variables referidas a la dependencia funcional del MF cuando es éste el
último médico visitado, y del ME cuando lo es éste.
Número
de visitas al MF por cada visita al ME. A partir de las respuestas a las preguntas
nº 49 y nº 51 se construye una variable que mide el número de visitas al MF por
cada visita al ME (nº visitas al MF/nº visitas al ME) en el conjunto de sujetos
que habían efectuado alguna visita médica en las cuatro semanas previas a la entrevista.
Número
total de visitas por persona. A partir de las respuestas a las preguntas
nº 49 y nº 51 se construye una variable que mide el número total de visitas
(suma de las efectuadas al MF y al ME) por persona en los sujetos que habían
efectuado alguna visita médica en las cuatro semanas previas a la entrevista.
Resultados
La tabla 1
muestra la distribución de las variables entre las clases sociales y en el
total de la muestra. La encuesta no asigna clase social alguna a 529 sujetos
(2,36% de la muestra). Por tanto, es posible conocer la clase social en 22303
de los 22842 sujetos entrevistados.
La tabla 2
muestra la distribución de las variables entre los tres tipos de aseguramiento.
No se han incluido 98 sujetos (0,43% de la muestra): 48 por no disponer de
cobertura sanitaria alguna, 41 por declarar una cobertura diferente a las
consideradas en la encuesta y 9 por no responder a la pregunta correspondiente.
Por tanto, es posible clasificar a 22744 de los
22842 sujetos de la muestra en al menos uno de los tres tipos de aseguramiento.
Edad
Las tres clases sociales más altas son más
jóvenes que las tres más bajas. El
colectivo mutualista y el grupo con seguro médico privado son más jóvenes que
el colectivo cubierto únicamente por el SNS.
Nivel
educativo
Las clases sociales más altas muestran el
mayor nivel educativo. Así, conforme se desciende en la escala social crece el
porcentaje de sujetos con estudios primarios pero decrece el de estudios
superiores. Por tipo de aseguramiento, tienen estudios superiores el 50,2% de
los mutualistas, el 40,2% del grupo con seguro médico privado y el 12,8% del
grupo cubierto únicamente por el SNS.
Estado
de salud
Conforme se desciende en la escala social
decrece cada vez más el porcentaje de sujetos con un estado de salud “Muy Bueno
o Bueno”. El colectivo mutualista y el grupo con seguro médico privado declaran
un estado de salud “Muy Bueno o Bueno” en idéntica proporción (78,1% y 78,0%
respectivamente), porcentaje que se reduce al 64,7% en el grupo cubierto sólo
por el SNS. Conforme se desciende en la escala social crece progresivamente el
porcentaje de sujetos con enfermedad crónica y con sintomatología depresiva. La
enfermedad crónica y la sintomatología depresiva son más prevalentes en el
grupo únicamente cubierto por el SNS (66,0% y 19,3% respectivamente) y menos en
el colectivo mutualista (58,3% y 11,9%) y en el grupo con seguro médico privado
(58,9% y 12,2%).
Clase
social y tipo de aseguramiento
Se detecta un
claro gradiente decreciente en la proporción de sujetos con seguro médico
privado a medida que se desciende en la escala social, desde un 35,3% en la
clase 1 hasta un 4,6% en la clase 6. La presencia de mutualistas es más
frecuente en las clases altas que en las bajas, con una prevalencia media del
12,8% en las tres primeras clases y del 1,0% en tres últimas. El hecho de
disponer únicamente de la cobertura del SNS también es cada vez más frecuente a
medida que se desciende la escala social, desde el 52,2% en la clase 1 hasta el
94,0% en la clase 6. Por tipo de aseguramiento, las tres clases más bajas
predominan en el grupo cubierto únicamente por el SNS (68,0%) mientras que las tres
más altas predominan en los otros dos: 85,5% del colectivo mutualista y 66,5%
del grupo con seguro médico privado.
Utilización
del MF y del ME según clase social
Tiempo
desde la última visita
Conforme se desciende en la escala social se visita más al MF y
menos al ME en el último año. Llama la atención que el 5,4% de los sujetos de
la clase más baja no haya consultado nunca con un ME, algo que sólo ocurre en
el 1,6% de los sujetos de la clase más alta.
Último médico visitado, dependencia
funcional del mismo, número
de visitas al MF por cada visita al ME y
número total de visitas médicas
Un
37,1% de la muestra (8483 sujetos) efectuaron al menos una visita médica en las cuatro semanas previas a la entrevista. Este
porcentaje crece a medida que se desciende en la escala social, desde un 30,1%
en la clase 1 hasta un 40,5% en la clase 6. Conforme se desciende en la escala
social se visita más al MF y menos al ME. La dependencia funcional del médico
es en su mayor parte pública en todas las clases sociales excepto en los
sujetos de la clase 1 cuando visitan al ME que, mayoritariamente, lo hacen a
uno privado. Existe también un claro gradiente creciente en la dependencia
funcional pública de médico, sea MF o ME, conforme se desciende en la escala
social. Las tres clases sociales más altas son las que muestran un mayor
porcentaje de proveedor médico privado (sociedad médica y consulta privada)
especialmente en la visita al ME. El número de
visitas al MF por cada visita al ME crece progresivamente a medida que se
desciende en la escala social. Sin embargo, el número total de visitas por
persona (suma de las efectuadas al ME y al MF) es prácticamente idéntico en
todas las clases sociales.
Utilización
del MF y del ME según tipo de aseguramiento
Tiempo
desde la última visita
El grupo cubierto únicamente por el SNS es el que más utiliza al
MF en el último año. Así, un 81,2% de los individuos de este grupo han
consultado al menos una vez con dicho profesional en ese tiempo. Este
porcentaje se reduce al 77,3% en los mutualistas y al 71,7% en el grupo con
seguro médico privado. El colectivo mutualista y el grupo con seguro médico
privado han visitado al ME en el último año en la misma proporción (68,1 y
68,2%, respectivamente), porcentaje que desciende al 53,9% en el grupo cubierto
únicamente por el SNS.
Último médico visitado, dependencia
funcional del mismo, número
de visitas al MF por cada visita al ME y
número total de visitas médicas
El grupo
cubierto únicamente por el SNS y el colectivo mutualista han efectuado al menos
una visita médica en las cuatro semanas previas a la entrevista en la misma
proporción (38,0%), cifra que se reduce al 32,5% en el grupo con seguro médico
privado. El último médico visitado es
mayoritariamente MF (74,5%) en el grupo cubierto únicamente por el SNS pero se
reduce al 54,0% en el colectivo mutualista y al 51,9% en el grupo con seguro
médico privado. La dependencia funcional del médico es mayoritariamente pública
en el grupo cubierto únicamente por el SNS (98,8% para el MF y 91,7% para el
ME). En el grupo con seguro médico privado, la dependencia es mayoritariamente
pública cuando se visita al MF (68,0%) pero privada (sociedad médica + consulta
privada) en la visita al ME (75,9%). En el colectivo mutualista la dependencia
es en su mayor parte privada (sociedad médica y consulta privada) tanto en la
visita a MF (70,7%) como al ME (85,9%). En el grupo cubierto sólo por el SNS se cuentan
2,43 visitas al MF por cada visita al ME. Sin embargo, esta cifra se reduce a
1,23 en el colectivo mutualista y a 1,14 en el grupo
con seguro médico privado. El número total de visitas por persona (suma de
las efectuadas al ME y al MF) es prácticamente idéntico en los tres grupos
de aseguramiento.
Discusión
La
proporción de sujetos que efectúan al menos una visita médica en las cuatro semanas previas a la entrevista crece a
medida que se desciende en la escala social, en consonancia con el mayor
envejecimiento, peor salud autopercibida y mayor prevalencia de enfermad
crónica y depresión en las clases más bajas. Pese a ello, se visita menos al ME y más al
MF conforme se desciende en dicha escala.
Pese a
las diferencias en edad, estado de salud y prevalencia de enfermedad crónica y
depresión, la proporción de sujetos que efectúan al menos una visita médica en las últimas cuatro semanas es idéntica en el grupo
cubierto sólo por el SNS y en el colectivo mutualista (38,0%), porcentaje que
se reduce al 32,5% en los sujetos con seguro médico privado. Sin embargo,
mutualistas y sujetos con seguro médico privado consultan más al ME y menos al
MF que los sujetos únicamente cubiertos por el SNS. Así, en este último grupo, el número de visitas al MF por cada
visita al ME se duplica (2,43) respecto del colectivo mutualista (1,23) y del grupo con seguro médico privado
(1,14). Lo mismo ocurre, prácticamente,
cuando comparamos la última (2,59) con la primera clase social (1,32).
La mayor utilización del ME por parte de
las clases altas, mutualistas y sujetos con seguro médico privado se detecta
mediante las tres variables utilizadas (“Tiempo
desde la última visita médica”, “Último
médico visitado” y “Número de visitas
al MF por cada visita al ME”), lo que confiere consistencia al hallazgo. Esta
mayor utilización del ME sería en parte inadecuada si tenemos en cuenta que las
clases altas, mutualistas y los sujetos con seguro médico privado son,
precisamente, los colectivos más jóvenes, con mejor salud autopercibida y con
menor prevalencia de enfermedad crónica y depresión.
El número
total de visitas (suma de las efectuadas al MF y al ME) por persona durante las
cuatro semanas previas a la entrevista es prácticamente idéntico en las seis
clases sociales y en los tres grupos de aseguramiento. Esto significa que las
clases altas, mutualistas y sujetos con seguro médico privado, que destacan por
ser colectivos más jóvenes, sentirse más sanos y tener menos enfermedades
crónicas y depresión, generan tantas visitas médicas por persona como el resto
de grupos y lo hacen, además, con un mayor peso de la visita al ME. Esto
refuerza la hipótesis de una mayor inadecuación por sobreuso de la visita al ME
en estos colectivos.
Los resultados
sobre la dependencia funcional del último médico visitado sugieren que los
mutualistas y las personas con seguro médico privado se sirven de sus
respectivas modalidades de aseguramiento para acceder a médicos privados con
mayor frecuencia que los sujetos cubiertos únicamente por el SNS. Algo que
también ocurre con los sujetos de las tres primeras clases sociales respecto de
las tres últimas, bien por la mayor presencia del mutualismo y del seguro médico privado entre las clases altas o bien
mediante el pago directo de estas consultas (consulta privada). La visita a los
médicos privados es mucho más frecuente en las tres clases altas que en las
tres más bajas: 7,6 veces más frecuente en el caso del MF y 3,5 veces en el
caso del ME. La visita al MF privado es 70,7 veces
más frecuente en el mutualismo y 30,8 veces más frecuente en el grupo con
seguro médico privado que en el grupo cubierto únicamente por el SNS. Cifras
que se reducen a 11,4 y 10,1 veces, respectivamente, en el caso de la visita al
ME privado.
Los
resultados de este trabajo sugieren una
deficitaria universalización efectiva de la atención médica ambulatoria del SNS,
especialmente de la atención primaria, por infrautilización por parte de
determinados grupos socioeconómicos (clases altas, mutualistas, sujetos con
seguro médico privado) que, además, infrautilizan al MF pero sobreutilizan al
ME. Buena parte de la esta sobreutilización del ME en estos grupos se
financia públicamente de modo directo (mutualismo) o indirecto (coste fiscal
producido por los beneficios fiscales ligados a la compra de seguros médicos
privados). La
mayoría de los beneficiados por este incentivo fiscal son sujetos
pertenecientes a las clases altas, lo que resta
respaldo al mantenimiento de esta medida pues desde el punto de vista de la
equidad se destina dinero público (precisamente el que no se ingresa) a quien
menos lo necesita.
Como vemos, el análisis de la encuesta muestra como todavía perdura
en España la desigualdad en la utilización
ambulatoria del ME y del MF relacionada con la renta de los individuos
detectada en investigaciones precedentes (1-5).
Además, arroja
algunos resultados que cuestionan la existencia en España de subsistemas
especiales de cobertura sanitaria o exenciones fiscales a la compra de seguros
médicos privados. Sobre el perjuicio que supone para la calidad de los
servicios no atender a colectivos con un nivel cultural, educativo, adquisitivo
y de influencia superior a la media es muy interesante la reflexión de Freire (9).
Su argumento central es que en una sanidad pública, la universalidad efectiva
de uso por todos los estratos sociales es un pre-requisito para la calidad.
Consecuentemente, la atención primaria sólo tendrá la mejor calidad posible si
es efectivamente utilizada por todos los grupos sociales, especialmente por
aquellos con mayor capacidad para exigirla. Desde una perspectiva de igualdad y
equidad de poco sirve que la atención primaria sea declarada la “puerta de entrada al sistema” si sólo la
utilizan quienes no disponen de otras “puertas”
alternativas como los subsistemas descritos (“descremado sociológico”) (6,10).
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ARTÍCULO COMPLETO (REFERENCIA)
Simó J. Últimas cifras del descremado sociológico de la atención primaria española. El Médico. 2017; 1180: 8-15.
VERSIÓN EL MÉDICO
VERSIÓN EL MÉDICO
Realmente el articulo publica una serie de vanalidades conocidas que si le hubiera salido el contrario era imposible y no podria publicarlo, alguien creeria que la gente con menos ingresos esta mas afiliada a mutuas
ResponderEliminarEl que esta a una mutua puede ir directamente al especialista es logico que vaya mas que el que esta al SNS que tiene que esperar semans o mese para que le den hora
Los mayores tiene menos mutuas porque las mutuas no les quieren y les cobran mas cara, las clases altas pueden pagarlas y las bajas no
Estudios aun hoy va relacionado con ingresos familiares
Lo que usted llama vanalidades es la objetivizacion de las desigualdades y la inequidad y tal vez las sobre utilización de la AE de las clases sociales más favorecidas. Si todos hicieron esa sobreutilización el sistema público de salud sería insostenible. Hay más hipótesis a trabajar. Quienes necesitandolo no acceden y si el no acceso tiene una distribución por igual entre clases sociales. Las obviedades hay que demostrarlas con datos. Eno todo caso no son obviedades son hipotesis
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