Supongamos que acaba de
instalarse el software de Hª clínica y vamos a una media de 10 colapsos o cuelgues
al día. Supongamos que dos de los médicos del centro “entretienen y se
entretienen” con sus pacientes, en vez de resolver sus problemas. Supongamos
que la dirección de enfermería ha puesto unos protocolos de enfermería en base
a una clasificación no clínica sino sintomática que bloquea la actividad de
enfermería y, por tanto, la asistencial del centro. Supongamos que el coordinador
de las Áreas Administrativas ha dictado una circular que anima a los
administrativos a que no intervengan en procesos burocráticos con información
clínica y ello cargue más al médico. No parece infrecuente. El
médico hace años que ni se inmuta. Dice resignado, mientras te sonríe, “hemos
de esperar a que se cargue de nuevo el programa, se ha vuelto a colgar”, o
mientras atiende esa consulta improcedente por aquello de “mire Dr. que el
Administrativo me ha dicho que esto lo tiene que hacer Ud” o “ya sé que me vio
la semana pasada, pero es que la enfermera no tenía cita hasta el mes que
viene”.