Murió Juan Irigoyen a los 75 años de edad, en Madrid, el 31 de mayo de 2024, de infarto de miocardio.
¿Quién fue Juan Irigoyen Sánchez-Robles?
Juan Irigoyen fue catedrático de Sociología en la Universidad de Granada.
Fue también profesor en la Escuela de Salud Pública de Granada.
Defendió su tesis doctoral en Granada, en 1995 (publicada como libro en 1996): "La crisis del sistema sanitario en España: una interpretación sociológica" (aquí).
Fue especialmente crítico con el devenir político de la izquierda en España, y con lo perverso del sistema evaluador de alumnos y de profesores y maestros en la escuela y en la universidad. Llevó una asignatura "de libre configuración" (antes del plan Bolonia) sobre "Sociología de la salud" con la que contribuyó a acrecentar el interés y curiosidad de estudiantes que cambiaron para siempre, y se lo reconocieron públicamente (¡incluso ya jubilado en un encuentro casual en El Retiro de Madrid: !“Maestro”, le increpó un adulto parando su carrera al trote, “Mi maestro en la interpretación social de la salud”!
Juan Irigoyen fue “carne de cañón” del Partido Comunista, en los 70 del pasado siglo. Se lo advirtió su madre:
“Hijo mío, no seas tonto, no te pido que no seas comunista, pero los comunistas solo te respetarán si eres alguien, y los estudios y la profesión es lo fundamental. Eres carne de cañón” (aquí).
Pasó de miembro y organizador del Partido Comunista sucesivamente a ser persona marginada y marginal, a la pobreza, a “marido de Carmen”, a estudiante, a profesor, a “viudo de Carmen” y finalmente a jubilado y viejo (aquí).
Acabó de MENA (mayor, extraño, no acompañado) y observador de las rarezas de la vida (aquí).
La lectura de su último texto, deja un sabor amargo por la dureza y clarividencia de sus revelaciones: “Ochocientos: en el invierno biográfico” (aquí).
Juan Irigoyen participó desde el comienzo en los SIAP (Seminarios de Innovación en Atención Primaria), como asistente y como ponente y por ello es muy conocido entre participantes, ponentes y organizadores de SIAPs.
Reivindicó siempre el valor de cada persona; como se definía en Twitter (aquí).
“El poder trata de convertirme en una millonésima parte de algo. Me gusta decir que soy uno, nada más y nada menos que eso, que en este tiempo es mucho”.
Llevaba una bitácora, Tránsitos Intrusos (aquí), en donde también se definió: “Juan Irigoyen es hijo de Pedro y María Josefa. Ha sido activista en el movimiento estudiantil y militante político en los años de la transición, sociólogo profesional en los años ochenta y profesor de Sociología en la Universidad de Granada desde 1990. Desde el verano de 2017 se encuentra liberado del trabajo automatizado y evaluado, viviendo la vida pausadamente. Es observador permanente de los efectos del nuevo poder sobre las vidas de las personas. También es evaluador acreditado del poder en sus distintas facetas. Para facilitar estas actividades junta letras en este blog”
Defendió siempre lo pequeño y autogestionado, como NoGracias, la Federación de Asociaciones de Defensa de la Salud Pública, Sergio Minué, Javier Segura, Enrique Gavilán, los SIAP, Equipo CESCA, los MIR, etc.
- “Médicos disidentes” (aquí)
- “NoGracias y los médicos hipopótamos” (aquí)
- “La huelga de los MIR en Granada y la farfolla gerencial” (aquí)
- “Enrique Gavilán, un médico que se niega a desaprender su oficio” (aquí)
- “Los SIAP: un garaje en la atención primaria” (aquí)
- “El SIAP de Lisboa y la imaginación médica” (aquí)
- “El SIAP en el laberinto de las tortugas” (aquí)
- “El SIAP de Zaragoza y los alineados” (aquí)
Se puede escuchar a Juan Irigoyen en Ràdio Malva, sobre la pandemia covid19: “Entrevista a Juan Irigoyen: la pandemia, más allá de la salud pública” (aquí).
A mí me dio la oportunidad de defender en la Universidad de Granada mi pronunciamiento de que los excesos de la Medicina dañan a pacientes, profesionales y sociedad (en el vídeo se puede ver a Juan Irigoyen pacientemente sentado al lado de Mercedes Pérez-Fernández, en la primera fila): “La Medicina sin Límites es una Medicina Dañina” (aquí).
En la entrevista que le hizo Rafa Cofiño («La sociología es inevitable. Forma parte de mi vida») van algunos rasgos de su personalidad: “De mi padre llevo la determinación de actuar sin tener en cuenta el juicio de la gente que te rodea y de mi madre saber encajar las adversidades de la vida” (aquí).
No escribo ni hablo de Juan Irigoyen con objetividad sino con dolor pues pese a mantener un contacto personal fluido epistolar y directo durante años nunca había visitado su casa en Madrid (a donde vino a vivir cuando se jubiló en Granada). Juan Irigoyen sí había estado en nuestra casa en Madrid, cuando celebramos los 10 años de SIAP con una jornada de casa abierta, y allí expliqué porqué para nosotros no hay "amigo-amigo" hasta que no hemos visitado su casa (y ha visitado la nuestra). Al dolor de lo que conté del porqué de esta definición sobre Carmen "mi" enfermera podré contar ahora con dolor el "asunto Irigoyen". ¡No tenía su dirección de Madrid, y cuando se "apagó" en Twitter, en el teléfono y en Tránsitos Intrusos no pude ir a su casa a ver qué pasaba!
El miércoles 28 de agosto, JuanDi (Juan Diego Areta) me hizo llegar la dirección a la que le envió su libro "Mi carrera no progresa" (aquí).
Y allí nos presentamos (Mercedes y yo) al día siguiente, desde Buitrago de Lozoya, a su casa, cerca de El Retiro. A través de vecinos, portera, inmobiliaria y demás pudimos saber que Juan Irigoyen falleció el pasado 31 de mayo por un infarto agudo de miocardio, antes de un cateterismo cardíaco, ya en el hospital. Le acompañaron dos buenas vecinas y amigas, que se han hecho cargo de su perra, Totas.
No hay mayor compasión en esta situación que seguir siendo libres y solidarios como Juan irigoyen y reivindicar constantemente en todos los ámbitos lo marginal y a las personas marginadas, y poner en alto el valor de la dignidad de cada cual pues somos apenas nada pero una nada casi infinita que brilla con fuerza en el mar de la soledad en que nos quiere hacer vivir el capitalismo.
Juan Gérvas, Doctor en Medicina, médico general jubilado, ex-profesor de salud pública, Equipo CESCA, Madrid, España. jjgervas@gmail.com
Cronicidad: la mirada desde el interior. Intervención de Juan Irigoyen
Organizado por el FoCAP y celebrado en Barcelona el 1-10-2014
Juan Irigoyen, maestro al q nunca conocí personalmente, pese a haber estado tan cerca... Leer sus "Tránsitos Intrusos" era como recibir calambrazos d trance revelador, por esa exquisita capacidad ver el mundo con una mirada q mezclaba explosivamente "El Principito" d Sant-Exupéry y "Los condenados de la tierra" d Frantz Fannon.
ResponderEliminarQué la tierra te sea leve
Somo más huérfanos q ayer.
Pablo Simón Lorda
Coincidí con Juan durante años en la Escuela Andaluza de Salud Pública y luego más esporádicamente en la Universidad de Granada. Era un profesor excepcional, un maestro y una de las mentes más brillantes y originales que he conocido. Compartimos muchos momentos buenos y alguno menos bueno. Su honestidad intelectual y personal lo volvía un referente para todos los que no se conforman con la pastilla azul que el actual sistema de capitalismo de vigilancia nos ofrece para que no veamos lo que hay más allá de las luces de neón y los cantos de sirena. Soy adicto a Tránsitos Intrusos, una droga literaria que expande mi limitada visión del universo, la gente y la vida. Que Juan no este entre nosotros duele.
ResponderEliminarPepe Martín Martín
Fui alumno suyo en la EASP en 1989-1990. Siempre me gustó su mirada sobre asuntos que los demás veían convencionalmente. A mi le ayudó a comprender mejor muchas cosas del entorno sanitario en el que trabajaba. Después de eso nos encontramos casualmente algunas veces cuando andaba por Granada y siempre nos miramos con cariño.
ResponderEliminarMe aportó más de lo que pude devolverle, ni siquiera como reconocimiento y lo aprecié más que lo traté, lamento no haberlo hecho más. DEP
No tuve la fortuna de conocerle personalmente, pero, cruzamos a lo largo de los años opiniones y reflexiones.
ResponderEliminarAsí como la ciencia es incremental y se trabaja e investiga sobre hombros de gigantes, qué difícil es que eso ocurra en la filosofía, la organización, la relación, la finalidad.
Si ya quedó demostrado o evidenciado a la luz de la razón, la lógica y el conocimiento, ¿por qué insistir reiteradamente en los errores?
De ahí que sea más doloroso perder un faro de orientación y luz como la de Juan, incansable en repetirnos que no, que por ahí no.
Descanse en paz y un fuerte abrazo a los que recibieron en dolor de su pérdida.
ART
A todo lo dicho por Juan Gervás y algunos de los respondentes a los que tanto aprecio, añadiría su visión crítica del entorno académico. Su capacidad de análisis, reflexión y extrañamiento sobre lo que ocurre en la Academia siempre me ha acompañado y dado luz en medio de la vorágine universitaria. No se va de nuestro pensamiento por la profunda huella que personas tan excepcionales siempre dejan.DEP
ResponderEliminarUn privilegio conocerle. Disfrutar de su colaboración en mis años de Director de Distrito de Atención Primaria, de obligarme a reflexionar, de ponerme en el lugar del paciente y su familia con sus comentarios a mis propuestas. Influyó no sólo en mi ,sino también en todos aquellos a los que expuse a su voz ( directores de centros,personal auxiliar..), en todos nos dejó su huella. Me acabo de enterar, y he sentido pena por él, y por nosotros que no podremos seguir revisando nos a la luz de los textos de su blog o sus palabras en Twitter
ResponderEliminarMe impresiono en mi breve paso por la Escuela Andaluza de Salud Publica, una mente excepcional y un gran maestro que te hacia reflexionar con su disertación. DEP
ResponderEliminarUn maestro que te hacía dudar de los saberes establecidos, que te motivaba a leer, a buscar otros enfoques. Muy inteligente y un gran comunicador. En las distancias cortas, desconcertante. Uno de los mejores docentes de mi promoción 1990-1994 facultad de sociología ugr. DEP, maestro.
ResponderEliminarSociólogo bestial, docente que dejaba impronta. No es fácil que se reúnan en la misma persona el carisma de los malditos, el conocimiento de los sabios y la pericia de los actores para transmitir y estimular. Cuando me tocó enseñar Sociología, lo imité todo de él. Desde los exámenes con apuntes personales a los textos fundacionales. En cinco años de carrera, solo tuve dos maestros. Irigoyen fue uno. Que la tierra le sea leve.
ResponderEliminarProfunda tristeza al conocer la desaparición de un referente por su lucidez, coherencia y nobleza. Gratitud por todo lo que nos aportó.
ResponderEliminarFui alumna de Juan en la carrera de sociología(1993) en UGR. Tengo un recuerdo magnífico de él como profesor y como persona.
ResponderEliminarSe fue una persona buena y un magnífico profesor, poco reconocido. Tuve el privilegio de conocerlo, siento su pérdida. Echaré de menos sus tránsitos intrusos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu post. Juan Irigoyen fue mi maestro (que no profesor) durante varios años. La única persona que realmente me hizo sentir pasión por la sociología. Nunca olvidaré sus clases, ni las tutorías a las que iba buscando únicamente que me contara sus historias. Cuando se jubilo me regaló dos libros que han resultado fundamentales para mi vida: La sociedad desescolarizada, de Iván Illich y las obras completas de la internacional situacionista. Seguirá vivo mientras lo recordemos. Un abrazo, Jose Angulo.
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