Los humanos somos animales homeotermos; es decir, tenemos una temperatura interna que mantenemos con independencia de la temperatura exterior.
A veces, por causas varias, la temperatura interna sube, y al tomar la temperatura decimos que hay fiebre si es mayor de 37,5ºC. Pero hay pacientes que te dicen, con razón, que: “Mi temperatura normal es 36ºC, así que si tengo 37ºC no es raro que me sienta con fiebre”.