En un artículo elaborado en colaboración con la Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria (SEDAP), la revista EL MÉDICO ofrece (aquí) lo más destacado del último Congreso de la SEDAP (aquí). El texto destaca algunas conclusiones por su teórica importancia, entre ellas la frase adjunta. Afirmar esto, por muy "experto" que se sea, es ignorar la sobrada evidencia de que los sistemas santiarios basados en una atención primaria fuerte son más efectivos, más eficientes y, sobre todo, más equitativos.
Desde la perspectiva de estos "expertos", y a la vista de cómo se han distribuido los recursos entre atención
especializada y primaria en los últimos 30 años en el SNS, es de suponer
que el hospital habrá demostrado sobradamente su efectividad y su
eficiencia. Por eso el hospital recibe cada vez más recursos (incluido
en personal), y por eso la atención primaria cada vez recibe menos pues, como todos sabemos, la atención primaria no ha demostrado ni la efectividad ni eficiencia que, por lo visto, sí ha
demostrado el hospital.
El simple hecho de que
se haya producido año tras año esta distribución de los recursos entre
un nivel y el otro no hace más que poner de relieve que si alguno de
los dos niveles ha mejorado su eficiencia ha sido, precisamente, la
atención primaria. Y por el mismo motivo, si alguno de los dos niveles pudiera haber visto comprometida su
eficiencia este ha sido, sin duda, el hospital. Aunque en el fondo el sistema es uno, y las ineficiencias de un nivel repercuten indefectiblemente en el otro y en el global del sistema. Por ejemplo, cuando en EEUU están "descubriendo" los beneficios en eficiencia y en nivel de salud derivados de la longitudinalidad (aquí), en nuestra atención primaria se desprecia la misma (aquí). ¡Manda huevos con los "expertos", lo que hay que aguantar!
PD.- A lo largo de este mes de junio se espera que el Ministerio
publique los datos actualizados hasta 2016 de la Estadística
del Gasto Sanitario Público. Probablemente, los datos vuelvan a seguir
la tendencia de los últimos 30 años intensificada con la crisis. En todo caso, los lectores del blog
estarán puntualmente informados del asunto en cuanto dicha actualización
se publique sea en junio o cuando sea.
Tienes más razón que un santo, Juan
ResponderEliminarMuy claro, gracias Juan.
ResponderEliminarEl grave problema de los "lugares comunes" es la vulgarización de conceptos. El Eficiencia es uno de los más sangrantes, por la polisemia en la que se mueve.
ResponderEliminarBajo el axioma de la EFICIENCIA expresamos, tanto el QUÉ/CÚANTO, como el gastar menos sin mirar el numerador, clave para la justificación moral, social o política del RECORTE, por imperativo que sea.
La inercia nacional directiva ni siquiera declina el viejo y simple cociente del QUÉ/CUÁNTO, porque para ello tendría que DEFINIR y medir el QUÉ, y que es muy diferente si lo consideramos como LO RESUELTO, o como LO ATENDIDO (sin mirar la resolución o su impacto). O peor, podemos seguir considerando, como secularmente se hace en Primaria, que el QUÉ son las VISITAS y no los EPISODIOS ATENDIDOS, por lo que cuanto más visitas mejor (y peor para la Eficiencia real).
El hospital no se queda atrás, qué va. Para ello tiene siempre a mano el COSTE/PROCESO y su sinómimo de la "Estancia media", que equipara, así con lenguaraz desparpajo, a la EFICIENCIA, por lo que se estabiliza el "Cuánto peor, mejor". Cuantas más urgencias entren en el Servicio de Urgencias, y ya estamos con cifras escandalosas de banalidad en ellas, mejor para el indicador, por lo que se aseverará que hay MÁS EFICIENCIA", porque baja el COSTE POR PROCESO, aunque ello tumbe el COSTE POR HABITANTE, disparando la inflación.
Supongamos que nos entrara la ciencia infusa y por fin aceptáramos que la EFICIENCIA es LO QUE SE RESUELVE / POR LO QUE SE CONSUME, pues aún estaríamos en la oscuridad y en el equívoco, puesto que la verdadera definición de EFICIENCIA, que impediría la afirmaciones desnortadas o las perogrulladas que comentabas, Juan, es LO QUE SE RESUELVE respecto de LO QUE EXISTE, en base epidemiológica y poblacional, dividido por LO QUE SE CONSUME.
Es decir, la definición de la EFICIENCIA incluye, además del evidente denominador de COSTOS, el Numerador de EFECTIVIDAD (lo Resuelto / Lo Atendido) y la TASA de OFERTA (Lo Atendido / Lo Esperado), lo que obligaría a los sistemas a medir y procurar ambas cosas.
Las actuales, inerciales y deficientes definiciones de EFICIENCIA, nos mantienen encallados en esta inercia inflacionaria y destructiva del SNS por este babeo por el lóbulo frontal de nuestra casta directiva.
Entonces veríamos de verdad si hay o no la Eficiencia que se cacarea.
ART angelruiztellez@cymap.es
Sesudas afirmaciones, basadas en realidades. Juan da en el clavo y ARTY CYMAP lo redondea. Clave el comentario de las urgencias, lo que justifica para los gestores la hinchada plantilla de dichos servicios. Servicio muy rentable, claro: muuuuchos usuarios, cifras "maravillosas" en la atención y resolución, aunque más de la mitad de los que acuden no deberían haber utilizado a ese servicio. Ya se ha dicho, con este concepto de eficiencia el sistema se hundirá más tarde o más temprano. Claro, que hay paradojas: se mantienen médicos rurales con menos de 200 tarjetas sanitarias (en invierno efectivas la mitad o poco más, pues se van a las grandes ciudades próximas), sin trabajo apenas, pero que siguen ahí porque cualquiera le discute a un alcalde y porque llegadas las elecciones municipales y autonómicas se saca partido político de esa supuesta atención sanitaria de calidad... una vez más, cifras pero no eficiencia.
ResponderEliminarUn saludo.
doctorcabrejas@gmail.com