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jueves, 29 de junio de 2017

La atención primaria en la UCI

El Ministerio ha publicado la actualización de la Estadística del Gasto Sanitario Público. La figura que muestra la evolución del crecimiento del gasto en atención primaria y en atención especializada desde 1984 que se inició la reforma dibuja desde hace unos años una serpiente que abre la boca cada año un poco más. La serpiente fue descrita en junio de 2014, en junio de 2015 y en junio de 2016. Fiel a su cita, vuelve la serpiente en junio de 2017 con la boca más abierta todavía, devorando todo lo que se le pone por delante.



LA SERPIENTE EN 2017
El gráfico muestra el crecimiento acumulado del gasto en atención especializada y del gasto en atención primaria desde 1984 hasta 2015 en el conjunto del gasto sanitario público.


Figura 1




EVOLUCIÓN DEL PESO DE CADA PARTIDA FUNCIONAL
El siguiente gráfico muestra la evolución del peso de cada partida funcional (atención especializada, primaria, farmacia de receta y resto) en el conjunto del gasto sanitario público desde que se conocen datos (1960) hasta 2015.
Figura 2




EVOLUCIÓN RECIENTE EN EL SNS
El siguiente gráfico muestra el crecimiento del gasto en atención primaria y en atención especializada en el conjunto del SNS (los 17 sistemas regionales de salud) desde 2002 hasta 2015.


Figura 3



El siguiente gráfico muestra el crecimiento del gasto de personal en atención primaria y del gasto de personal en atención especializada en el conjunto del SNS (los 17 sistemas regionales de salud) desde 2002 hasta 2015.

Figura 4





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La serpiente abre cada año más la boca en el conjunto del gasto sanitario público (Figura 1). Es decir, cada año que pasa, el gasto en Atención Especializada (AES) crece más (o decrece menos, durante la crisis) que el gasto en Atención Primaria (APS). Ambos crecen en 2015 respecto de 2014, pero el de AES crece más del doble que el de APS (7,74% vs. 3,15%). Si nos ceñimos al gasto sanitario del SNS, el de las 17 CCAA (Figura 3), que representa el 92,44% del total del gasto sanitario público, también se ve la misma evolución y, respecto de 2014, el gasto en AES crece en 2015 más del doble que el de APS (7,73 vs. 3,16%).


Un año más se pulverizan los records
Por cuarto año consecutivo se pulveriza el record de máximo histórico del gasto en AES que en 2014 representó el 61,4% del total del gasto sanitario público. En 2015 este porcentaje llega al 62,4%, un punto porcentual más que en 2014 y el porcentaje más alto desde 1960 que se conocen datos. También se pulveriza por cuarto año consecutivo el record de mínimo histórico del gasto en APS que en 2014 representó el 14,6% del total y que en 2015 baja todavía más y se coloca en el 14,2%. Jamás de los jamases había caído tan bajo (Figura 2). Si nos fijamos en el gasto sanitario del SNS (Figura 5), estos porcentajes se extreman todavía más y en 2015 el gasto en AES representa el 63,6% y el de APS el 13,4%.

Una serpiente insaciable
Desde 2003, todo el peso que ha perdido el gasto en farmacia de receta dentro del gasto sanitario público se lo ha comido literalmente el gasto en atención especializada. Nada, absolutamente nada, del supuesto "ahorro" en farmacia de receta ha ido a parar a la atención primaria. Es más, desde 2010, el gasto en especializada se come no sólo TODA la parte que cede el de farmacia de receta, también se come TODA la parte que cede el de atención primaria y TODA la parte que cede el resto del gasto sanitario público (Figura 2). Este es el motivo por el que se pulverizan los records de máximos en AES y de mínimos en APS año tras año a partir de 2012. Las serpiente es insaciable también en el gasto del SNS (17 sistemas autonómicos de salud) como se puede apreciar en la figura 5 que representa la distribución porcentual en 2002 y en 2015 del gasto sanitario público del SNS. No precisa mayores comentarios: más de 10 puntazos más del pastel en 13 años.


Figura 5


Brecha de financiación durante la crisis en APS respecto de AES en el SNS
La serpiente no sólo abre más la boca en el conjunto del gasto sanitario público (Figura 1). Entre 2009 y 2015, la brecha entre el gasto en APS y el de AES en el SNS se ha ido incrementado y ha pasado de una diferencia de 13 puntos en 2009 (200 vs. 187) a una diferencia de 46 puntos en 2015 (209 vs. 163); es decir, más del triple en 2015 respecto de 2009 (Figura 3). Por lo que respecta al gasto de personal en el SNS (Figura 4), la brecha también se amplía y pasa de una diferencia de 9 puntos en 2009 (201 vs. 192) a una diferencia de 22 puntos en 2015 (189 vs. 167); es decir, más del doble en 2015 respecto de 2009.

El gasto en AES "sale" de la crisis pero el de APS sigue en ella
El gasto sanitario público del SNS hizo máximos en 2009. En 2010 empezaron los recortes. Respecto de 2009, puede decirse que el gasto en AES ya "ha salido" de la crisis puesto que supera sobradamente (en 9 puntos porcentuales) el que alcanzó en 2009 o su máximo de 2011. Sin embargo, el gasto en APS sigue enfangado en su crisis particular pues se sitúa todavía 24 puntazos por debajo de su máximo de 2009 (Figura 3). Esto significa que el gasto en AES en el SNS es en 2015 un 4,5% superior al de 2009. Sin embargo, el gasto en APS en el SNS en 2015 es todavía un 12,8% inferior al de 2009. 

En el conjunto del gasto sanitario público ocurre lo mismo (Figura 1). El gasto en AES en 2015 supera en 40 puntos el de 2009, mientras que el gasto en APS en 2015 se sitúa todavía 100 puntos por debajo del que alcanzaba en 2009. Esto significa que en el conjunto del gasto sanitario público en 2015 el gasto en AES es ya un 4,3% superior al de 2009, mientras que el gasto en APS en 2015 es todavía un 13,2% inferior al de 2009.

Miremos lo que miremos, gasto sanitario público total (Figura 1) o el gasto sanitario en el SNS (Figura 3), el gasto en AES en 2015 supera con creces su máximo histórico de 2011 mientras que el de APS se sitúa en 2015 en niveles de 2007. La atención primaria está en la UCI.




El gasto de personal en el SNS
La evolución del crecimiento del gasto de personal en el SNS también es llamativamente ofensiva para la atención primaria. Cuando atábamos los perros con longanizas (hasta 2009), el gasto en personal de atención especializada creció más que el de atención primaria. Tanto en primaria como en especializada, el gasto de personal hizo máximos en 2009. En 2010 empezaron los recortes en personal. Recortes que afectaron más al personal de primaria que al de especializada. En especializada se recortó en personal durante los años 2010, 2011 y 2012. Durante esos tres años el gasto en personal de especializada se redujo un 10%. Pero en personal de primaria, además de los recortes de 2010, 2011 y 2012, también se recortó en 2013 y en 2014. Durante esos cinco años de recortes (2010 - 2014), el gasto en personal de primaria se redujo un 16%. Es decir, el recorte en personal ha sido más prolongado (2 años más) y profundo (un 60% más) en atención primaria que en especializada.

En la próxima entrada veremos que no todas las CCAA han hecho lo mismo. Hay diferencias sustanciales. Hay CCAA, las más, en donde la APS ha sido más desfinanciada que la AES durante la crisis. Y hay CCAA, las menos, en las que eso no ha ocurrido. A destacar especialmente una CCAA que ha sido ejemplar en el trato presupuestario de ambos niveles de atención. No se pierdan, pues, la próxima entrada.








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