Juan Simó. Médico de familia. Centro de salud Rochapea. Pamplona. Navarra. España. ju.simom@gmail.com
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sábado, 25 de febrero de 2017
El Robin Hood español actúa en sanidad
domingo, 19 de febrero de 2017
Ingreso hospitalario en el último año (excluye parto o cesárea) por clase social y tipo de aseguramiento (EESE)
Se muestra en esta entrada la utilización del
ingreso hospitalario (excluyendo parto o cesárea) según clase social y tipo de aseguramiento a partir de los
microdatos anonimizados de la Encuesta de
Salud Europea para España 2014. Con un horizonte temporal referido a los últimos
12 meses, se muestra la prevalencia del ingreso hospitalario y el número de ingresos en los últimos 12
meses. Indagan sobre estos aspectos las preguntas nº 66 y nº 67 del cuestionario.
domingo, 12 de febrero de 2017
¿Ir cuatro veces más que al cine, es ir mucho al médico?
Los datos anonimizados de la Encuesta Europea de Salud en España 2014 ofrecen información sobre el número de visitas que el entrevistado ha hecho en las últimas cuatro semanas tanto al médico general/de familia como al médico especialista. Se ofrece en esta entrada información sobre estas visitas según la edad del entrevistado, categorizada en quinquenios. Si comparamos con los datos oficiales del mercado cinematográfico se concluye que los españoles van mucho más al médico que al cine.
jueves, 9 de febrero de 2017
El "descremado" sociológico de la Atención Primaria española
Los datos indican que en España existe
una desigualdad pro-ricos en la utilización ambulatoria del médico especialista
(ME) y una desigualdad pro-pobres en la utilización de la consulta del médico
general o de familia (MF). En el fondo, todo gira alrededor de la
existencia de una dualización sanitaria
responsable de que las clases medias-altas hayan tenido y sigan teniendo un
acceso directo al ME sin paso previo por el MF. Gran parte de este acceso
directo al ME se financia públicamente de modo directo (Mutualismo
Administrativo) o de modo indirecto (incentivación fiscal de los seguros
médicos privados). Esta dualización
se sitúa en el genoma del propio Sistema Nacional de Salud (SNS) y priva de
hecho a la atención primaria de usuarios influyentes e informados que
contribuirían decisivamente a elevar sus estándares de servicio y
calidad. Ello ha conducido a un progresivo descremado sociológico de la atención primaria en parte responsable
de la situación de estancamiento por desinterés, cuando no de abandono y
deterioro, que arrastra este nivel de atención desde hace mucho tiempo. Al ser
muy infrautilizada por los sectores sociales con más capacidad de influencia
sobre la opinión y el poder públicos, la atención primaria ha perdido uno de
los estímulos más potentes de mejora representado por los ciudadanos más
informados, formados, exigentes e influyentes y va camino de convertirse en una
atención primaria para pobres y, por tanto, en una pobre atención primaria.