viernes, 27 de junio de 2014

Presentación de la última edición del Martín-Zurro

Anteayer, miércoles 25 de junio, tuvo lugar en Madrid el acto de presentación de la 7ª edición de la obra Atención Primaria, coloquialmente conocida por los médicos de familia españoles como "el Martín-Zurro". Fui invitado por los editores del libro para dar la conferencia central de este acto de presentación ("Treinta años de política sanitaria en atención primaria: narrativa y números"). Pasadas exactamente 48 horas, y ya con la cabeza más fría, quiero agradecer públicamente esta invitación y, especialmente, el trato recibido durante el acto y las horas posteriores por parte de los organizadores y editores. Amando, Paco y Joan ya son para mí algo más, bastante más, que los editores de la principal obra de referencia mundial sobre atención primaria escrita en castellano. El asunto me permitió, además, saludar a viejos conocidos y amigos y a otros asistentes a los que sólo conocía por sus publicaciones aunque no personalmente. Por todo ello, no tengo más que palabras de agradecimiento tanto para los editores como para los asistentes. Muchas gracias.

Reseña de Elsevier

Reseña de Acta Sanitaria


 
 


 
 


 




 
 






Y de propina estos dos videos en los que se entrevista a los editores de la obra
 

domingo, 22 de junio de 2014

Hombre blanco hablar con lengua de serpiente... y la boca de la serpiente

Hace pocos días el Ministerio de Sanidad publicaba la actualización anual de la Estadística del Gasto Sanitario Público que llega hasta 2012 con un resultado deprimente para la atención primaria. Nunca jamás el presupuesto destinado a la atención primaria había significado tan poco como parte del gasto sanitario público: un 14,8%. Al mismo tiempo, la parte del gasto sanitario público destinada a la atención especializada-hospitalaria bate record histórico y se sitúa en el 60,7% en 2012. Y esto cuando nos referimos al TOTAL del gasto sanitario público. Cuando nos referimos únicamente al gasto sanitario dependiente de las 17 CCAA (92,11% del gasto sanitario público en 2012) los porcentajes son del 61,9% para el hospital y del 14,0% para primaria. Batimos marcas históricas en ambos casos. Nunca habíamos llegado tal alto en un caso y tan bajo en el otro. Y eso que todavía no se reflejan en dicha estadística los recortes de Rajoy, únicamente dejan huella los efectuados durante la segunda legislatura de Zapatero.

domingo, 15 de junio de 2014

Entrevista sobre APS a Carlos Álvarez-Dardet

Esta entrevista forma parte de una serie realizada entre septiembre y diciembre de 2013 a 28 personas, buenas conocedoras de nuestra atención primaria. Hasta que no se recibieron todas ellas no se empezó su publicación semanal en este blog a partir de enero de este año. Más información aquí.

1) ¿Cómo describirías en menos de 300 palabras la situación actual de la atención primaria en España? Creo que en estos momentos ha mejorado mucho desde sus comienzos hace 30 años, pero supone una enorme maquinaria de iatrogenia. Se ha desplazado el interés del diagnóstico y tratamiento de enfermedades clínicas al diagnóstico y tratamiento de riesgos, en un intento de reducir a medicina preventiva las acciones de salud pública. Desgraciadamente la medicina preventiva es la actividad sanitaria con menos base de evidencia científica. Sin embargo se practican en atención primaria cribados de dudosa utilidad para los pacientes. La atención primaria es un espacio extraordinario para las estrategias de disease mongering de las farmacéuticas. Es lo que David Sackett definió como la arrogancia de la medicina preventiva. Vivimos una situación que he llamado de "salud persecutoria" (libro, artículo) en donde la atención primaria tiene un papel enorme. Otra cuestión que se ha dejado de lado es la participación comunitaria, se legisló mal en los 80 y no se ha sabido deshacer el entuerto. La atención primaria en España es muy prescriptiva, medicalizada y vertical, no participa en los debates ni ofrece soluciones a los problemas derivados de las políticas del cuerpo que los conservadores están poniendo en marcha. Que en España se muera dignamente, por ejemplo, es una cuestión de atención primaria. Es urgente que nos devuelvan nuestro cuerpo, expropiado, y para esto la atención primaria es esencial. Aun no ha empezado a preocuparse de los determinantes sociales de la salud, ni a tomarse en serio las desigualdades en salud. En resumen, en mi opinión la atención primaria es manifiestamente mejorable mediante prevención cuaternaria, slow medicine, participación comunitaria e implicación en las desigualdades en salud.




domingo, 8 de junio de 2014

Entrevista sobre APS a Sergio Minué


Esta entrevista forma parte de una serie realizada entre septiembre y diciembre de 2013 a 28 personas, buenas conocedoras de nuestra atención primaria. Hasta que no se recibieron todas ellas no se empezó su publicación semanal en este blog a partir de enero de este año. Más información aquí.

1) ¿Cómo describirías en menos de 300 palabras la situación actual de la atención primaria en España? A pesar de sus muchas limitaciones, la reforma de la atención primaria ligada a la creación de equipos de atención primaria, la aparición de la especialidad de medicina de familia y la construcción de centros de salud supuso una mejora sustancial en el primer nivel asistencial e indirectamente en el sistema sanitario español, máxime al partir prácticamente de cero. Sin embargo el retroceso ha sido creciente desde mediados de los 90, intensificándose en la última década de forma manifiesta en la mayor parte de las comunidades autónomas.

La atención primaria ni ha sido ni es una prioridad política para ninguna de las administraciones, que ni la conocen ni la aprecian (si medimos el conocimiento y el aprecio por los hechos y no por las palabras, que por el contrario suelen ser siempre laudatorias). Las prioridades han estado condicionadas mayoritariamente por los propios intereses políticos, fomentándose aquellas intervenciones que tuvieran una mayor rentabilidad electoral: construcción de hospitales para satisfacer reivindicaciones locales, potenciar la inversión en investigación básica de dudosa rentabilidad, crecimiento de las plantillas hospitalarias y creación de todo tipo de unidades especializadas sin criterios de coste-efectividad, fomento de todo tipo de intervenciones de “ vanguardia”,…

Frente a ello, las sociedades profesionales han optado a menudo por el silencio, en muchas ocasiones cómplice, a cambio de otro tipo de beneficios derivados de una actitud complaciente con las decisiones de las respectivas administraciones. De tal forma que no se han cuestionado apenas las decisiones políticas aunque en muchas ocasiones perjudicara significativamente el desempeño en atención primaria (sistemas de objetivos e incentivación, historias electrónicas sin capacidad de explotación por le médicos de atención primaria, reducción presupuestaria continuada,…).

Por último los propios profesionales han optado por la tranquilidad antes que la reivindicación, aceptando la “paz” (evitando conflictos, o reivindicaciones) a cambio de “territorios” de comodidad (escaso control y exigencia más allá de lo indispensable, bajo el alegato de “esto no es mío”)

domingo, 1 de junio de 2014

Entrevista sobre APS a Albert Planes


Esta entrevista forma parte de una serie realizada entre septiembre y diciembre de 2013 a 28 personas, buenas conocedoras de nuestra atención primaria. Hasta que no se recibieron todas ellas no se empezó su publicación semanal en este blog a partir de enero de este año. Más información aquí.

1) ¿Cómo describirías en menos de 300 palabras la situación actual de la atención primaria en España? Con la reforma de la atención primaria (y la formación específica como médico de familia) se produjo un cambio muy relevante. Se abrió también una puerta a la esperanza de una mejor atención sanitaria. Ese cambio y esa esperanza se vieron cumplidos con creces (la mejora de la atención, la capacidad de resolución, la importancia de la atención primaria en el sistema sanitario han sido muy relevantes). Pero no se cumplieron todas las expectativas, y los profesionales, arrastrados en parte por su incapacidad para innovar, se han ido desmoralizando (incluyendo la acepción de pérdida de “moral”, de valores éticos o profesionales). Curiosamente la opinión de los ciudadanos sobre su atención primaria de salud mejoró, mientras los profesionales se encerraban, en exceso, en el discurso de la queja (“así no se puede trabajar”). El progresivo deterioro del presupuesto dedicado a la atención primaria se ha agudizado con el advenimiento de los recortes sanitarios realizados bajo la falsa escusa de la “crisis económica”. Los recortes, la tendencia privatizadora  y la baja moral de los profesionales son una peligrosa combinación que pone en peligro las mejoras conseguidas.