domingo, 17 de marzo de 2019

Gasto sanitario público y color del Gobierno de España

En esta entrada veremos cómo han crecido las distintas partidas funcionales del gasto sanitario público (gasto en atención especializada, en atención primaria, en farmacia de receta y resto del gasto) durante el periodo democrático según el partido que haya sustentado al Gobierno de España. Concretamente, atenderemos al periodo que transcurre desde la aprobación de la Constitución en 1978 hasta el año 2016, último para el que disponemos de datos oficiales. 



¿Porqué hago esto?
Sabemos que la sanidad está transferida a las Comunidades Autónomas (CCAA) y que, al menos desde 2002, el Gobierno de España no gestiona directamente el Sistema Nacional de Salud. Sin embargo, y en primer lugar, sí tuvo durante muchos años responsabilidad directa en dicha gestión que perdió progresivamente a medida que se iban transfiriendo las competencias en salud a las diferentes CCAA. En segundo lugar, todavía hoy el Gobierno de España es directamente competente en la gestión de la asistencia sanitaria del Mutualismo Administrativo (Muface Isfas y Mugeju) y de la asistencia sanitaria de las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla (INGESA). Y por último, alguna responsabilidad ha de tener como Gobierno (además de como Ministerio de Sanidad, con las competencias propias no transferidas) pues da la impresión de que fue Hacienda y no Sanidad quien de verdad "gestionó" la sanidad pública española, al menos desde la financiación, durante los años más duros de la crisis. Y probablemente también ahora, algo tendrá que decir Hacienda pues el Programa de Estabilidad que el Reino de España ha comprometido con Europa conlleva seguir adelgazando la parte del PIB dedicada a sanidad y llevarla al 5,59% en 2021 (aquí y aquí -pág87-). Por lo visto, el papel de "poli malo" que le tocó desempeñar a Hacienda durante la crisis no le gustaría tener que volver a jugarlo y propone, igual que existe en la pensiones, la creación de un fondo de reserva que permita a las CCAA mantener los servicios públicos fundamentales, como la educación y la sanidad, en próximos "periodos recesivos" (aquí). Por lo tanto, en cuestiones de gasto sanitario no es irrelevante el Gobierno de España, ni el partido que lo sustenta, por mucho que desde 2002 la gestión del SNS ya no sea competencia directa del mismo.


Procedencia de los datos
Los datos de gasto proceden como siempre de la Estadística del Gasto Sanitario Público del Ministerio de Sanidad (aquí). Esta fuente aporta datos de gasto nominal, es decir si deflactar. Para calcular el incremento o decremento anual del gasto en términos reales utilizaré como deflactor el IPC aportado por el INE (aquí).


Color del Gobierno y crecimiento del gasto sanitario público en términos nominales
La siguiente figura muestra el crecimiento anual (promedio de cada periodo) de cada una de las partidas funcionales del gasto en términos nominales; es decir, sin ajustar por el IPC. Además de los distintos periodos de cada Gobierno, se considera el periodo desde el inicio de la reforma de la atención primaria hasta el último año disponible (1984-2016).



Color del Gobierno y crecimiento del gasto sanitario público en términos reales
La siguiente figura muestra el crecimiento anual (promedio de cada periodo) de cada una de las partidas funcionales del gasto en términos reales; es decir, ajustando por el IPC (tomado también éste como promedio de cada periodo). Además de los distintos periodos de cada Gobierno, se considera el periodo desde el inicio de la reforma de la atención primaria hasta el último año disponible (1984-2016).


































Comentario
Desde el inicio de la reforma de la atención primaria (1984) hasta el último año disponible (2016), el crecimiento anual del gasto en atención primaria NUNCA ha sido superior al crecimiento anual del gasto en atención especializada en el promedio de ninguno de los periodos de Gobierno estudiados. Tan sólo en el primer periodo del Gobierno del Partido Popular (1996-2003) ambos gastos crecieron prácticamente en la misma intensidad. Por otro lado, al llegar los recortes, la reducción siempre ha sido mayor en el gasto en atención primaria que en el de especializada. 

Es importante destacar, que las diferencias en el crecimiento o decrecimiento del gasto entre atención primaria y especializada se amplifican en perjuicio de la primera cuando se considera el crecimiento real en vez del nominal. Así, por ejemplo, durante la segunda etapa del Gobierno del PSOE (2004-2011) el gasto en atención especializada creció anualmente 1,30 veces más (es decir, un 30% más por año) que el de atención primaria en términos nominales. Sin embargo, en términos reales su crecimiento anual fue 1,74 veces más (es decir, un 74% más por año) en el promedio de dicho periodo. 

Durante el segundo periodo del Gobierno del PP (2012-2016), y a falta de conocer el desglose del gasto en 2017 (todavía no publicado), la reducción anual real del gasto fue 2,69 veces más intensa en atención primaria que en atención especializada en el promedio de dicho periodo. Toda una hazaña.


Desde el inicio de la reforma: serpiente "nominal" y serpiente "real"
En el promedio del periodo 1984-2016, el gasto en atención especializada creció anualmente en términos nominales 1,21 veces más (es decir, un 21% más anual) que el de atención primaria. Pero si consideramos el gasto real, el crecimiento anual del gasto en atención especializada en el promedio del periodo 1984-2016 ha sido 1,50 veces mayor que el de atención primaria (es decir, un 50% más anual). De esto modo, "tacita a tacita" (últimamente "tazota a tazota") se llega a esto: en términos nominales el gasto en atención especializada (AES) crece un 48% más en el acumulado del periodo 1984-2016, pero sube al 68% si ajustamos por el IPC acumulado del mismo periodo. Es decir, cuando tenemos en cuenta el incremento (o decremento) real del gasto deflactando por el IPC, la serpiente abre todavía más la boca como se muestra en las siguientes dos figuras.











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