domingo, 20 de mayo de 2018

Actividades preventivas según clase social y tipo de aseguramiento (EESE)

Se dedica esta entrada a la realización de determinadas prácticas preventivas según clase social y tipo de aseguramiento atendiendo a la declaración de los sujetos encuestados a partir de los microdatos anonimizados de la Encuesta Europea de Salud en España 2014. La encuesta pregunta por la realización de algunas prácticas preventivas. Entre ellas, algunas determinaciones como la de la tensión arterial (TA), la del colesterol, la del azúcar (glucosa) y la de sangre oculta en heces (SOH). También otras pruebas como la mamografía, la citología vaginal y la colonoscopia; y una intervención como la vacunación antigripal. Se presentan los resultados referidos al tiempo transcurrido desde la última prueba o determinación en algunos grupos de interés de edad y sexo.






LAS PREGUNTAS
Las preguntas que indagan sobre la cuestión son la nº 88, nº 90, nº 92, nº 94, nº 96, nº 99, nº 101 y nº 104 del cuestionario del adulto.




RESULTADOS

Se ha vacunado de la gripe en la última campaña 
(En ambos sexos, > 64 años) [n=6.520]



Al menos una determinación de toma de TA, colesterol, azúcar en los últimos 12 meses
(En ambos sexos, ≥ 30 y ≤ 70 años) [n=15.729]






Al menos una determinación de sangre oculta en heces (SOH) en los últimos 2 años 
(En ambos sexos, en ≥ 50 y ≤ 69 años) [n=7.226]



Realización de al menos una colonoscopia en los últimos 10 años 
(En ambos sexos, ≥ 50 y ≤ 69 años[n=7.226]



Realización de al menos una mamografía en los últimos 2 años 
(En mujeres, ≥ 45 y ≤ 69 años) [n=4.866]



Realización de al menos una citología vaginal en los últimos 3 años 
(En mujeres, en > 20 y < 66 años) [8.117]







RESULTADOS
Vacunación antigripal en mayores de 64 años en la última campaña. La vacunación antigripal a partir de los 65 años de edad es algo más prevalente en las clases más bajas y en aquellos sujetos que tienen al SNS como único asegurador sanitario. Probablemente esto tenga que ver con que estos grupos hagan una mayor utilización del MF y de la atención primaria que la que hacen los mutualistas y aquellos con seguros privados de salud.

Determinación de TA, colesterol y azúcar en los últimos 12 meses en ambos sexos entre los 30 y 70 años de edad. No se detectan diferencias relevantes entre clases sociales ni entre grupos de aseguramiento. Todos los subgrupos comparados se sitúan alrededor del 70%, con una ligera ventaja en el grupo con seguros médicos privados.

Determinación de sangre oculta en heces (SOH) en los últimos 2 años en ambos sexos entre los 50 y 69 años de edad. Se detecta un claro mayor uso en las clases sociales más altas y en aquellos que disponen de seguros médicos privados, Curiosamente, los mutualistas son el grupo que hace un menor uso (incluso por debajo del uso que hace la clase social más baja).

Realización de al menos una colonoscopia en los últimos 10 años en ambos sexos entre los 50 y los 69 años de edad. En este caso si se detecta un claro gradiente decreciente en la utilización de la prueba conforme se desciende en la escala social. Mutualistas e individuos con seguro médico privado hacen un uso claramente superior al grupo que cuenta con el SNS como único asegurador sanitario.

Realización de al menos una mamografía en los últimos 2 años en mujeres entre los 45 y los 69 años de edad. Se detecta un menor uso entre las dos clases sociales más bajas. Según tipo de aseguramiento, el mayor uso se encuentra en las mujeres con seguro médico privado y el menor en las que tienen al SNS como único asegurador sanitario.

Realización de al menos una citología vaginal en los últimos 3 años en mujeres entre 20 y 66 años de edad. En este caso también se detecta un claro gradiente decreciente en la utilización de la prueba conforme se desciende en la escala social. Igual que en el  caso de la mamografía de cribado, el mayor uso se encuentra en las mujeres con seguro médico privado y el menor en las que tienen al SNS como único asegurador sanitario.



Comentario
Algunas de las prácticas preventivas por las que se pregunta en la EESE 2014 son menos utilizadas por las clases sociales más bajas y por el grupo que tiene al SNS como único asegurador sanitario (SOH, colonoscopia, mamografía y citología). En el caso de la mamografía de cribado, algún trabajo de investigación recientemente publicado también lo refleja (aquí). Pero claro, las dudas alrededor de la efectividad de algunas de ellas y de la iatrogenia generada en forma de sobrediagnóstico hacen que algunos piensen que, a veces, la desigualdad socioeconómica puede ser beneficiosa para los pobres al recibir menos atención preventiva sin fundamento (cribados de cáncer, por ejemplo) (aquí).








2 comentarios:

  1. Aparte de la Iatrogenia cultural (introducido por primera vez, en el sentido de Ivan Illich, en España en el Documento de Iatrogenia SESPAS-OMC, 2017) que es el daño más profundo e inadvertido para los individuos y sociedades, consecuencia de una hegenómica interpretación biomédica como única forma de afrontar el sufrimiento ante los desafíos existenciales de las personas, gran parte de los cuales en realidad no son ni de lejos del ámbito de la medicina. A poco que se profundice la iatrogenia cultural se manifiesta en una injusticia epistémica (como conocedor) del tipo hermenéutico (interpretación narrativa de lo que me está sucediendo).
    Pero sin profundizar en las otras muchas formas de intepretación del sufrimiento (para confrontarlo y/o incorporarlo a la narrativa, cuyo fin es la vida buena), incluso si hubiera una única forma de interpretación, la biomédica, las actividades preventivas palmariamente pueden ser mejores, iguales o peores que no hacer nada. Eso es lo que pretendieron las menciones a la Salud Pública Basada en la Evidencia (o, mejor dicho, en pruebas observacionales o experimentales), que Ildefonso Hernández, como Director General de Salud Pública, impulsó en la exposición de motivos y en el articulado de la Ley 33/2011, General de Salud Pública (cuyas menciones copio y pego al final de este comentario).
    Pero lo que ahora quiero destacar, es que las frases como "Más vale prevenir que curar" son entimemas erróneos, como se puede demostrar en este escuetísimo resumen:

    ENTIMEMAS ERRÓNEOS: EL MAL USO DEL ENTIMEMA ES FUENTE DE ERRORES
    El entimema hace referencia a un silogismo incompleto en el sentido de que no se expresa una premisa, que se da por implícitamente sobreentendida.
    «Prevenir "vale" más que curar»
    Se trata de un entimema erróneo que oculta el esquema siguiente:
    Primera premisa: Si es verdadero que prevenir "vale" más que curar, entonces también es verdadero que hacer un programa masivo de screening (cribado) de cáncer de mama mediante mamografía bienal a las mujeres sanas de más de 40 años proporcionará en más de 10 años un mejor balance de beneficios, daños, inconvenientes y costes que no hacerlo.
    Segunda premisa OMITIDA: Como empíricamente se muestra (Gotzche 2013 , Miller 2014 , Moss 2015), no hay diferencia en la mortalidad total (pues aunque con el screening hubiera menos muertes por cáncer de mama, quedarían compensadas con las más muertes por las demás causas), y además los efectos adversos graves, los inconvenientes y los costes con el screening son mayores que sin screening.
    Conclusión: Luego la hipótesis no es verdadera.
    El error del anterior entimema se descubre cuando se formula correctamente la premisa principal (desambiguando además el término "vale") y se busca y encuentra la premisa menor.

    Muchísimas gracias por la generosidad, Juan.
    Galo Sánchez




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  2. MENCIONES QUE CONDICIONAN A LA EVIDENCIA CIENTÍFICA O AL PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN LAS ACTUACIONES DE LA Ley 33/2011 General de Salud Pública.
    https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2011-15623


    PREÁMBULO
    (../..)

    Por ser autónoma, la salud reconoce la libertad de escoger siendo consciente de las consecuencias, para lo cual hay que proporcionar una educación que asegure la capacidad crítica, la posibilidad de madurez democrática y participativa.
    (../..)

    Alcanzar las mayores ganancias de salud, objeto de esta ley, requiere que la sociedad se organice de forma que se fomente, proteja y promueva la salud de las personas, tanto en su esfera individual como colectiva, y que ello se haga desde el riguroso conocimiento científico y con la anticipación necesaria.
    (../..)

    El desarrollo científico mundial sobre acciones y políticas de salud pública debe potenciarse a fin de que sea capaz de emitir recomendaciones fundamentadas científicamente, tal como ocurre en los ámbitos sanitarios asistenciales. En España se cuenta con suficiente desarrollo científico como para poder disponer de recomendaciones sólidas en salud pública y, si se dispone de la organización oportuna, avanzar considerablemente en el desarrollo de acciones basadas en el conocimiento.
    La inteligencia en salud pública, entendida ésta como el conjunto de personas con capacidad profesional y científica para abordar problemas de salud pública, es de alto nivel en España, pero no se ha trabado aún una organización que aproveche eficientemente estos recursos consiguiendo la cohesión humana imprescindible.
    (../..)

    El capítulo III establece las líneas generales que deben seguir las políticas en materia de prevención de problemas de salud y sus determinantes, que tienen por objeto reducir la incidencia y la prevalencia de ciertas enfermedades, lesiones y discapacidades en la población y atenuar sus consecuencias negativas mediante políticas de carácter sanitario, ambiental, económico, laboral, alimentario o de promoción de la actividad física, entre otras; se regulan también las actuaciones específicas sobre cribados, correspondiendo a las autoridades sanitarias promover que los mismos se implanten con la máxima calidad posible y la mayor accesibilidad posible para la población realizando las campañas oportunas. Esta ley debe ser un instrumento clave para evitar la implantación de acciones supuestamente preventivas cuyo beneficio no se ha demostrado científicamente y que pueden causar perjuicios.
    (../..)

    Por otra parte, si se pretende una salud pública con una orientación científica, basada en pruebas científicas, es imprescindible incluir la labor investigadora del personal profesional de salud pública. Para mejorar la calidad de las actuaciones en salud pública, éstas han de estar muy ligadas a un tipo de actividad investigadora que promueva cauces de diseminación del conocimiento generado y de las buenas prácticas.

    NO continúo más, porque no cabe.
    Galo Sánchez

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