El
papel del Banco de España como supervisor está en el punto de mira en casos
como el de Bankia (aquí
y aquí),
el de Forum Filatélico (aquí
y aquí)
y el de la burbuja inmobiliara (aquí),
por no hablar sobre la supervisión de las cajas quebradas (aquí)
politizadas hasta la médula de sus consejos de administración (aquí). Todo ello, ha traído
mucho sufrimiento para cientos de miles de pequeños ahorradores.
En
el caso de las preferentes de Bankia, distinguir entre inversores
institucionales y ahorradores, a la hora de decidir las quitas a los tenedores
de estos productos, hubiera ayudado a mitigar daños.
Al parecer, a ello se negó el FROB (aquí). Además, en 2011 existió la
posibilidad de que los titulares de las preferentes bankianas se salieran del
producto al precio al que lo habían comprado, pero ni la Bankia de Rato ni el
Bankio de España movieron un dedo para que eso fuera así (aquí).
El resultado final de todos estos presuntos fallos regulatorios es que, proporcionalmente, pagaron el pato más los más débiles que los grandes inversores institucionales (aquí). Pese a todo esto, ser empleado del Banco de España (BdE) no está del todo mal. Mientras en otros organismos públicos se producían “despidos”, el BdE se reforzaba con más personal (aquí). Doscientos empleados más pasaron a formar parte de una plantilla con más de 2600 empleados, que pueden optar a un apartamento de veraneo que les pone el propio BdE: “No se podía subir los sueldos y por ello se aceptaron retribuciones en especie como los apartamentos en la playa en verano”, que supusieron más de un millón de euros el año pasado (aquí). Igualito que al resto de empleados públicos a quienes rebajaron de forma inmisericorde el sueldo entre otras medidas de "austeridad". El BdE también tuvo casi 300 mil euros para regalar pulseras y relojes "austeros" a sus empleados más veteranos (aquí). Desconozco si con el reloj o la pulsera les obligaron a jubilarse de forma forzosa como a cientos de profesionales de la sanidad pública durante la crisis. Aunque da la impresión de que no se precisa "fuerza" alguna pues los empleados del BdE se jubilan de media a los 60,5 años (aquí). Estas criaturas, pagadas con dinero público, disponen de otras ventajas ("beneficios sociales", las llaman) que los demás ni soñamos: hipotecas a prácticamente un tipo cero, menú subvencionado, refugio en la sierra... (aquí y aquí). Aparte está el dinero contante y sonante del salario. Y en esto último, el BdE paga mejor a sus empleados que su homólogo germano Bundesbank (aquí y aquí).
El resultado final de todos estos presuntos fallos regulatorios es que, proporcionalmente, pagaron el pato más los más débiles que los grandes inversores institucionales (aquí). Pese a todo esto, ser empleado del Banco de España (BdE) no está del todo mal. Mientras en otros organismos públicos se producían “despidos”, el BdE se reforzaba con más personal (aquí). Doscientos empleados más pasaron a formar parte de una plantilla con más de 2600 empleados, que pueden optar a un apartamento de veraneo que les pone el propio BdE: “No se podía subir los sueldos y por ello se aceptaron retribuciones en especie como los apartamentos en la playa en verano”, que supusieron más de un millón de euros el año pasado (aquí). Igualito que al resto de empleados públicos a quienes rebajaron de forma inmisericorde el sueldo entre otras medidas de "austeridad". El BdE también tuvo casi 300 mil euros para regalar pulseras y relojes "austeros" a sus empleados más veteranos (aquí). Desconozco si con el reloj o la pulsera les obligaron a jubilarse de forma forzosa como a cientos de profesionales de la sanidad pública durante la crisis. Aunque da la impresión de que no se precisa "fuerza" alguna pues los empleados del BdE se jubilan de media a los 60,5 años (aquí). Estas criaturas, pagadas con dinero público, disponen de otras ventajas ("beneficios sociales", las llaman) que los demás ni soñamos: hipotecas a prácticamente un tipo cero, menú subvencionado, refugio en la sierra... (aquí y aquí). Aparte está el dinero contante y sonante del salario. Y en esto último, el BdE paga mejor a sus empleados que su homólogo germano Bundesbank (aquí y aquí).
Es posible que este trato y remuneración haga que algunos hayan vivido y todavía vivan un poco fuera de la realidad y que, por ello, piensen que los demás también atamos los perros con longanizas. Quizá por ello acaban proponiendo brutalidades en sus informes. Desde este punto de vista se podrían comprender las recomendaciones del Banco de España de retrasar la edad de jubilación, reducir la cuantía de las pensiones y la del
salario del resto de los mortales (aquí
y aquí), lo que en 2016 todavía se llamaba incrementar las “medidas de austeridad” (aquí
y aquí).
De
todos estos “beneficios sociales” de los que disponen los empleados del BdE
quiero terminar destacando el seguro médico privado que se les paga desde hace
muchísimos años con el dinero de todos aquellos a quienes dicha institución propone
reducir el salario o la pensión. El último seguro, para cuatro años, se pagará
con más de 17 millones de euros de dinero público y constará de más de 10.000 pólizas pues,
además de los empleados en activo, el seguro también lo disfrutan los
prejubilados, los pensionistas y los familiares convivientes de todos ellos (aquí).
Y lo disfrutarán pese a que todos ellos tienen derecho a la prestación
sanitaria del Sistema Nacional de Salud a la que, obviamente, no renuncian por
el hecho de disfrutar de dicho seguro privado.
Ya
se ha señalado en este blog el daño que la “dualización sanitaria” imperante en
España ha hecho especialmente a la atención primaria mediante el progresivo “descremado
sociológico” de la misma (aquí, aquí y aquí).
En cuanto al disfrute de un
seguro médico privado para directivos y empleados de instituciones o empresas
públicas pagado con dinero público hay muchos ejemplos como el del Banco de España. Pero este caso es tan especial que merecía un comentario aparte pues sus
recomendaciones y decisiones pueden afectar mucho a la vida de la gente corriente. Esa gente corriente es la que paga todo esto (relojes, pulseras, apartamentos, seguro médico, etc.). Por cierto, en el FROB, esa institución
dependiente del Ministerio de Economía que decidió no distinguir entre
ahorradores e inversores institucionales en el caso de las preferentes de
Bankia, también ocurre lo mismo: directivos y plantilla cuentan con un seguro
médico privado que pagamos todos (aquí).
Con la salud asegurada a costa de los demás cuesta menos hacer recomendaciones de reducir el gasto público... ¿a que sí?
Con la salud asegurada a costa de los demás cuesta menos hacer recomendaciones de reducir el gasto público... ¿a que sí?
El Banco de España gasta 267.549 euros en 181 relojes y pulseras de oro para sus empleados veteranos
Yo tengo cada vez más claro que el entorno económico no trabaja para el bien común, sino para el bien de sólo unos pocos. De ahí que el 1% de la población acumule el 85% de la riqueza mundial. Y toda la economía que conocemos está al servicio de ese 1% como condición previa a serle útil al resto de la humanidad. Lo malo es que los que trabajan en ese campo tienen interiorizadas todas las dinámicas que se producen en ese privilegiado sector.
ResponderEliminarMientras tanto, que los sanitarios se multipliquen para resolver los problemas reales de la población. Una vergüenza
Creo que la historia es importante (que se lo pregunten a los cuponazos vasco-navarros). En este caso, la historia se llama "empresa colaboradora de SS", un modelo financiado con cuotas de SS parecido a Muface que tenían muchas empresas (RTVE. Telefónica, Bancos incluido el B. de España) ...hasta 2009 que se suprimió.....para comprar este tipo de seguros de empresa (rentas salariales exentas de IRPF .....como lo están desde este año, los viajes a congresos médicos gracias a Montoro y Ciudadanos
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