lunes, 29 de julio de 2024

"Faltan médicos... ¡Y punto!", comentario de texto.

Hace tres días, el pasado 26 de julio, José María Vergeles, médico de familia, expresidente  de la Sociedad Extremeña de Medicina de Familia y exconsejero de sanidad de Extremadura (aquí), publicaba un artículo titulado "Faltan médicos... ¡Y punto!" (aquí). Vergeles ha sido el máximo responsable de la política sanitaria extremeña entre 2015 y 2023. En esta entrada comentaré su artículo cuyo texto aparece en negro con margen ajustado a la izquierda, mientras que mis comentarios aparecen en rojo con margen ajustado a la derecha.

Faltan médicos... ¡Y punto!

Desde hace unos días, se vuelve a repetir la machacona cantinela de la nota de corte en el MIR. Llevo muchos años escuchando ésta letanía.

Sin embargo, cuando uno se va a las últimas órdenes de convocatoria de plazas de Formación Sanitaria Especializada, la realidad es tozuda. Y lo que dicen esas órdenes de convocatoria es que el examen MIR se supera (si por superarlo, entendemos poder optar a plaza) con un 1,9 sobre 10. Los que hemos estudiado en la EGB, sabemos que eso es “muy deficiente”.

Entonces ¿Por qué hablamos y seguimos hablando de nota de corte en el MIR? Lo desconozco.

Permítanme que analice otro hecho más. En la última convocatoria del examen MIR, en la elección de plazas, se hizo “repesca”. Esa repesca estuvo abierta a todos los aspirantes al MIR. Entonces ¿Por qué seguimos hablando de una nota de corte en el MIR? Pues sinceramente creo que se debe a la impotencia que se genera en los servicios regionales de salud de no disponer de los especialistas que se necesitan, especialmente en la Atención Primaria de salud.

Estimado compañero y exconsejero, los políticos hablan reiteradamente de la nota de corte porque de algo tienen que hablar. Mejor si hablamos de algo irrelevante e intrascendente que del asunto mollar pues, como bien señalas, en la "repesca" ofrecen todas las plazas no elegidas en primera ronda a todos los presentados al examen que, superando la ínfima nota de corte, no eligieran plaza en esa primera ronda abriendo la posibilidad de que también elijan aquellos médicos extracomunitarios que por su insuficiente puntuación -pese a superar la nota de corte- no consiguieron formar parte del cupo de "extracomunitarios" y no pudieron, por dicho motivo, elegir plaza en esa primera ronda. 

Eliminar la nota de corte contribuye a desprestigiar el examen MIR. La nota de corte actual es, por muy baja, intrascendente e irrelevante para el asunto que nos ocupa (que queden muchas plazas desiertas), pero al menos prevenía, hasta ahora, que alguien consiguiera plaza sin responder una sola pregunta del examen o, incluso, con puntuación negativa como ocurrió durante algunas ediciones. Y los políticos hablan de "eliminar la nota de corte" por el mismo motivo que hablan de que "faltan médicos". Y dicen que "faltan médicos" en un país con una de las mayores tasas de médicos en activo de los países desarrollados y en un país que cuenta ahora mismo con la mayor tasa de médicos en activo nunca antes vista. Tenemos en España más médicos en activo que nunca pero mejor decimos que "faltan médicos" a tener que admitir que no tenemos -o no queremos destinar- un puto euro para contratar y dimensionar plantillas, especialmente en primaria, para no tener que cerrar consultas hospitalarias y miles de camas en verano y para que, en los centros de salud, no vayan como puta por rastrojo médicos y pacientes durante julio, agosto y septiembre.


La impotencia es lo que nos lleva una y otra vez a hablar de nota de corte en el MIR. Y empatizo con las declaraciones de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, con los estudiantes de Medicina y con el Foro de la Profesión Médica cuando critican que se siga insistiendo en la nota de corte del MIR. Coincido por el prestigio del MIR y porque no es real que el MIR en las últimas convocatorias tenga esa nota de corte.

Efectivamente, esa nota de corte no impide que tengan posibilidad de elegir plaza, en la última convocatoria, 

Una apreciación, no es la "impotencia" es la "jeta", la "cara dura". Cuando uno sabe que lo que propone como solución  (eliminar la nota de corte) no es en realidad ninguna solución es que es un mierda que quiere enmerdar al asunto. Y si no lo sabe es que es un imbécil. Y como bien señalas, la "nota de corte" no impidió, en la última convocatoria, que  casi 14.000 médicos la superaran y pudieran elegir entre 8.772 plazas (1,6 candidatos por plaza). Por cierto, ¿cuántos candidatos por plaza deberían de haber para que no quedaran plazas desiertas? ¿10 vs 1 como cuándo servidor eligió Familia en 1988? Es decir, ¿87.000 candidatos?


De mi experiencia en la política sanitaria y en la gestión sanitaria recuerdo que siempre se recurre al mantra de lo complicado que es realizar una planificación de las necesidades de médicos especialistas por los años de formación, y es cierto.

Siempre se ha dicho también que no hay estudios de necesidades. Pero ahora no tenemos esa excusa, tenemos estudio de necesidades. Otra cosa es que los actuales responsables de las diferentes consejerías en materia sanitaria de forma mayoritaria no les interese hacer caso por el “orgullo científico” de algún servicio concreto.

Hemos pasado la convocatoria con más plazas vacantes de la historia del MIR en nuestro país, y es especialmente dramático en Medicina Familiar y Comunitaria, y en determinadas Comunidades Autónomas, como por ejemplo donde resido, donde ejerzo y donde pretendo jubilarme, mi Extremadura.

José María, discrepo aunque levemente. No tenemos estudios de necesidades desde "ahora". El primer informe de las profesoras Patricia Barber y Beatriz González se publicó hace 17 años, en 2007 (aquí); es decir, ocho años antes de que llegaras a consejero de sanidad de Extremadura. Cuando en 2015 llegaste a consejero de sanidad ya se habían publicado tres de estos informes. Por cierto, en 2005 ya se publicaban noticias de que en Extremadura faltaban médicos para verano; es decir, hace casi 20 años. 


¿No ha habido tiempo suficiente en casi dos décadas para dimensionar correctamente las plantillas de médicos de familia en los centros de salud extremeños para que no pase lo que ahora está pasando? En el fondo, lo que la noticia en realidad está diciendo es que en 2005 empezaba a agotarse el "petróleo barato". Un recurso que vino muy bien durante muchos años para tener a los profesionales precarizados y "sustitutos" para casi cualquier cosa y sitio a precio de saldo. La solución, querido compañero, no está en volver a fabricar "petróleo barato" sino en dimensionar plantillas en el sistema, especialmente en primaria pues el número de profesionales (médicos y enfermeros) en el hospital ha crecido en los últimos años mucho más que en los centros de salud (aquí). 


Me siento en la necesidad de expresarme en libertad, sé que algunas de mis opiniones serán entendidas de mejor manera y otras de peor manera. Pero creo que seguir haciéndonos trampas al solitario no nos conduce a nada.

¿Sirve seguir aumentando el número de plazas de formación MIR? Mi opinión empírica es que no. A lo que llevará es a que queden más plazas vacantes. Llevamos varias convocatorias en las que hay un menor número de egresados de las facultades de Medicina que plazas MIR convocadas.

¿Sirve bajar la nota de corte? Desde mi experiencia es que ya no, primero porque no existe tal nota de corte y segundo, los aspirantes afortunadamente, en una inmensa mayoría se pueden permitir renunciar al MIR de ese año para presentarse a la siguiente convocatoria.

¿Elección de plaza MIR de forma telemática o presencial? ¿Importa?

También se ha hablado del efecto de elegir de forma telemática. Entonces llegan a mi memoria cuando yo elegí la plaza MIR, se hacía a mano sobre un papel tamaño A3 en las puertas del Ministerio de Sanidad y quedaban vacantes las que no habías tachado ¿Es mejor o peor esta fórmula? Creo que no lo tengo en mis prioridades, lo que no creo que solucione las necesidades de especialistas en este momento.

¿Cuál es la evidencia? Que tenemos necesidades de determinados especialistas en determinadas zonas de nuestro país o de nuestro Sistema Nacional de Salud. Pero esto no se tiene en cuenta en la planificación de la oferta formativa para el MIR.

Si necesitamos médicos, y los necesitamos, la Universidad española pública, insisto pública debe poner toda la carne en el asador por disminuir las notas de acceso al grado de Medicina, y esto debe hacerse durante un tiempo de seis años, al menos. Y esto es una exigencia social a la Universidad pública española, estamos en un tiempo donde la necesitamos. Combatir esta falta de médicos con las Universidades privadas no es, a mi modo de ver, la solución. Los egresados de esas facultades, de forma mayoritaria no eligen sobre las especialidades deficitarias.

Aquí ya discrepo gravemente. Pues claro que sirve aumentar el número de plazas MIR, lo que no sirve es lo contrario, reducirlo como se redujo en la crisis económica de 1993 y en la crisis de 2008. Diez años tardamos en ambas ocasiones hasta recuperar el nivel previo a la reducción. Hay inversiones que son estratégicas y que no pueden "reducirse" en una crisis pues el pato siempre se paga. La elección presencial en tiempo real ayudará a que queden desiertas algunas plazas menos pero estoy de acuerdo contigo en que no cambiará radicalmente la situación actual. Por cierto, plazas MIR desiertas de MFyC han habido desde hace muchos años, no es una cosa nueva (aquí). De la irrelevancia de eliminar la nota de corte ya hemos hablado. Estoy de acuerdo contigo en que el peso de la enseñanza privada en medicina es desmesurado: más del 20 % de los alumnos que se gradúan proceden del ámbito privado. Es injusto que quien no obtiene nota para estudiar Medicina en la pública, con dinero pueda conseguirlo en la privada. 

Estás pidiendo a las facultades públicas de medicina que al menos durante 6 años formen a muchos más médicos que los que ahora están formado. ¿En base a qué? ¿Faltan médicos en España? Nuestro país, en tasa (ajustado por población), forma médicos en la media de los países europeos desarrollados y el doble que países tan desarrollados como EEUU o Canadá (aquí). España tiene, también en tasa, más médicos que la media de estos países. Estás pidiendo a las facultades públicas de medicina que fabriquen, al menos durante 6 años, "petróleo barato" para volver a tener, como en los años 70 y 80, miles de médicos precarizados para poder "tirar" de ellos a placer y que no quede ni una sola plaza MIR desierta. ¿Sabes lo que estás pidiendo? ¿Sabes cuántos alumnos hay que admitir en primero de medicina para volver a fabricar ese "petróleo barato" de los años 70 y 80? Por ejemplo, en el curso 1977-1978 el número de matriculados en medicina fue de 83.033, casi el doble que los actuales (aquí). ¿Sabes que las fronteras europeas están abiertas y no cerradas como en los 70 y 80? ¿Te has enterado de que existe una cosa llamada Erasmus que pone en contacto a nuestros universitarios con el resto de la Europa desarrollada?




El papel de la ANECA aquí es muy importante, se deben flexibilizar los criterios de acreditación para llegar a ser profesores los clínicos que se han dedicado a la clínica, la falta de profesores titulares vinculados es un problema de primera magnitud en la Universidad pública española.

La Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud debe llegar a un gran acuerdo y que este se respete. Hay muchos consejeros y consejeras que cacarean lo del pacto de Estado en sanidad, pues este es un asunto por el que empezar. El acuerdo consistiría en adecuar la oferta MIR a las plazas de las especialidades en las que somos deficitarios, reduciendo las plazas en las que somos excedentarios. Y eso lo tienen que respetar todas las Comunidades Autónomas, de poco vale que lo haga una sola, se convertiría en la Comunidad Autónoma menos elegida.

Efectivamente, lo del "pacto de Estado en sanidad" es un lugar común que se invoca cuando uno no tiene otra cosa mejor que decir, no sabe qué decir o no tiene ni idea de nada y se va al córner del "pacto de Estado" con un balón en los pies que no sabe qué hacer con él más que perder tiempo. 

La citada Comisión, junto con la Abogacía del Estado deben encontrar soluciones excepcionales a un problema excepcional como en el que nos encontramos. Primero se debe exigir que el especialista cuando termine su especialidad ejerza durante unos años en el Sistema Sanitario Público. Segundo, se deben penalizar los rechazos de plazas de Formación Sanitaria Especializada o no acudir a la firma de un contrato una vez elegida una determinada plaza.

Por favor, José María, ¿cuál es ese problema tan "excepcional" en el que nos encontramos? Yo te lo diré, que los capataces sanitarios, supuestos gestores a las órdenes de políticos infames, ya no tienen ese "petróleo barato". Y espero que sigan sin tenerlo. ¿Por qué? Porque no necesitamos "sustitutos" sino plantillas bien dimensionadas. Hay que dimensionar suficientemente las plantillas (habría que haberlo hecho hace muchos años), especialmente en atención primaria, para que se pueda atender dignamente a los pacientes por los médicos presentes cuando se producen ausencias por vacación, enfermedad o permisos varios.

Las Comunidades Autónomas deben velar por la calidad en la Formación Sanitaria Especializada, esto ha sido especialmente sangrante en la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, que muchos tutores han inoculado el desánimo por una Atención Primaria de salud que es necesario reforzar. Hay que exigir a tutores y a residentes.

José María, soy tutor de residentes desde 1995. A cuatro años de jubilarme, cuatro residentes terminarán su residencia conmigo: Asier, Lierni, Yésica y Andrea. Personas excelentes que prometen ser también excelentes médicos de familia. Me gustaría que en tu artículo hubieras explicado en qué te basas para afirmar que los tutores hemos "inoculado el desánimo" a nuestros residentes. Y por supuesto qué más hay que exigir a nosotros los tutores y a nuestros residentes. Me parece una ofensa gratuita a miles de tutores a quienes responsabilizas de no se muy bien qué. A ver si va a resultar que la atención primaria está como está por culpa de los tutores.

Esto no impide poner en marcha incentivos, no solo económicos, para las zonas de difícil cobertura.

Estamos ante uno de los mayores dilemas éticos de la historia reciente de nuestro Sistema Nacional de Salud, enfrentando derechos laborales y formativos con el derecho a la protección de la salud. 

Si este dilema lo atendemos de una forma simplista, los resultados serán malos para los ciudadanos. Por cierto, no nos vendría mal “desmedicalizar” nuestra sanidad española, pero eso da para otro debate.

En este debate nadie ha enfrentado hasta ahora el derecho laboral y formativo con el derecho a la protección de la salud. El cumplimiento de uno de los derechos no se produce por menoscabo del cumplimiento del otro. No es así. Nadie en su sano juicio, sólo una mente perversa, plantearía ambos derechos en competición: el mayor cumplimiento de uno reduciría el del otro. No es así y no hay dilema que valga. Es más, los dos derechos se potencian: una plantilla adecuadamente dimensionada, estable y bien formada proporciona una mejor protección de la salud de la población. Por último, ambos derechos han de ser garantizados al máximo y a la vez por los políticos. Y el político que no quiera o no sepa hacerlo que se dedique a otra cosa, quizá a ejercer de médico de familia.




4 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo con Juan. El "milagro sanitario español" se construyó sobre la inmensa bolsa de médicos parados y desesperados. Tiempos de desánimo, cinismo y chulería. Pero en esas se crió mentalmente toda una generación de gestores y cargos intermedios. Gente que no saben otra que invocar esos "tiempos felices" en que un administrativo tiraba de lista y te convocaba sí o sí para sustituir a 90 km al día siguiente (vehículo y gasolina propia, por supuesto). No se han dado cuenta de que, por medio, sucedió algo llamado Bolonia y que cada puesto de alumno de Medicina tiene unos requisitos. Se acabó, afortunadamente, la época de producirlos como churros. Plantillas adecuadas. Y revisen los sueldos, que Francia duplica.

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    1. Mucho cuidado con las soluciones mediante las que se pretende sustituir a médicos por otras profesiones. Las recetas peregrinas de formar "pseudo-médicos" express. Hay médicos traidores que se han prostituido y supervisan a pseudo-médicos para que, en su nombre, puedan hacer lo que a los médicos ha costado tanto esfuerzo aprender. Algún día tendrán las manos manchadas de sangre.

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  2. A estas alturas del psicodrama, cuando uno lee o escucha copipegas como “la realidad es tozuda”, empiezas a temer que estás perdiendo miserablemente el tiempo. Un rosario de retórica basada en lugares comunes te deja al final donde estabas no, donde lo siguiente.

    Para bucear en ciertas profundidades (y el cielo sabe que el abordaje del problema mentado en esta entrada lo es) hace falta algo más que chapotear con un tubo de esnórquel. Más vistoso desde la superficie, sí, pero no es lo mismo.

    Politiquillos y gestorcetes de todo pelo y rango, expertos en retórica “parlamentaria” con ínfulas. Mientras estuvieron en cargos de responsabilidad ejecutiva hicieron entre nada, menos y negativo para mejorar las cosas, justificar un sueldo público, merecer la confianza de votantes enésimamente defraudados. Transitadas ya las responsabilidades públicas, liberados del chapoteo aparente, ala, a impartir magisterio respecto a problemas que no supieron o no quisieron entender. Para que los solucionen otros, claro. Porque siempre son los demás quienes atienden los dilemas de una forma simplista.

    Queda finalmente acreditado el advenedizo en sus disfunciones y audacias cuando toda su aportación consiste en elevar a la categoría de problema fundamental menudencias irrelevantes, datos que suplantan realidades, enfoques de anteojeras. En una palabra, el chocolate del loro (si a copipegas vamos).

    Y, a menudo, las visiones ideología-dependientes ciegan por igual a articulistas, refutantes y comentaristas.

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  3. Muy buenos días
    Primero felicitarte por lo interesante de la entrada y este blog en general, que he descubierto recientemente.
    A lo largo de la lectura de la carta he coincidido con algunas interpretaciones y también estoy en desacuerdo con otras.
    Pero claro, en la parte de derechos laborales ya no he podido más. Pienso que aún siendo médico "de mañanas" empiezo hoy las fiestas locales en mi municipio y terminaré 8 días más tarde con 160 horas trabajadas, conduciendo entre pueblos, con las consultas saturadas... y veo una clara merma del derecho a la salud, pero la propia.
    No se da la circunstancia de que sea tutor de residentes, pero me pregunto qué calidad puedo aportar como docente. Como para transmitir ilusión a MIRes está la cosa.
    Voy a hacerlo por compromiso con mis compañeros que merecen las vacaciones que yo también disfrutaré y porque creo que no me va a pasar nada y porque sé que en verano hay que hacer un esfuerzo extra y nuestra especialidad es preciosa los otros 10 meses del año. Porque soy coordinador de centro y acepté ese calendario y porque veo a mis compañeros esforzarse también con la falta de médico y medio de 4.5 que somos. (De que no hay pediatra en nuestra zona ya ni protestamos)
    No tengo muy claro cual sea la solución, pero en mi centro y los de mi entorno no aguantaremos mucho así.

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