viernes, 12 de abril de 2024

Ausencia de seguridad, supervisión y formación MIR en los servicios de urgencias, por Juan Carlos Lorite (@PerritoDelMir)

Han pasado ya casi dos semanas desde que publicamos el mapa de la vergüenza (aquí), una investigación mediante la cual nueve residentes hemos informado sobre la explotación laboral y ausencia de supervisión que sufren los MIR en las guardias de Urgencias Generales en los hospitales de la Comunidad de Madrid. Todo salió a la luz a una semana del comienzo de la adjudicación de plazas MIR. La supervisión nocturna es inexistente en la mayoría de hospitales marcados en rojo en la figura adjunta: todos los especialistas se van a dormir a la vez y dejan el servicio de urgencias a cargo de los residentes. Sí, un servicio con pacientes graves e inestables completamente a cargo de personal en formación. Un plan sin fisuras. 

A ello se añade, en la mayoría, que los residentes de primer año (R1) están sin supervisión directa, presencial y física, tal y como marca la ley (Real Decreto 183/2008). Esto incluye dar altas, de tal modo que estos R1 dan altas solos o supervisados por otro residente mayor, lo cual está expresamente prohibido por ley.

Además, a partir de R2 se establece la disminución progresiva de la supervisión pero en ningún caso esto puede conllevar que todos los adjuntos estén durmiendo en sus habitaciones, lo que genera una enorme barrera al dejar de estar accesibles para los médicos residentes. Deben estar con nosotros en el servicio de urgencias. Al menos un médico especialista, qué menos. Se pierde tiempo en llamarlos y en acudir desde los lugares donde duermen. También hay miedo a malas contestaciones y a represalias por despertarles. Esto es un injusto ejercicio del reparto de la carga de trabajo y de los descansos: los residentes ven muchos más pacientes y, además, suelen dormir entre 0 y 2 horas. Sin embargo, los adjuntos, que ven menos pacientes, duermen entre 6 y 8 horas. No es solamente la grave falta de supervisión que pone claramente en riesgo la vida de los pacientes, sino el abuso de poder y la dejación de sus funciones docentes y éticas del trabajo en equipo.

¿Es aceptable que llegue a las urgencias un paciente en parada cardiorrespiratoria y solo haya personal en formación, sin especialistas, para atenderle? Evidentemente no. No hay debate.

Un rápido vistazo al mapa revela que es en los hospitales más grandes, prestigiosos y con historia de décadas (color rojo), donde menos importa la formación y salud de los residentes (y pacientes). El hecho de que casi todos los hospitales pequeños tengan supervisión constante (color verde), probablemente se deba a que son de construcción más reciente y su "prestigio", a la hora de atraer residentes, no es tanto como el de los grandes y antiguos hospitales de Madrid. Quizá por ello, estos hospitales más pequeños cuiden mejor a los residentes como señal que emiten para aumentar su capacidad de atracción. En el fondo, es una cuestión de cultura organizacional, más chusquera en los antiguos grandes hospitales y más acorde con los nuevos tiempos en los menos grandes y más nuevos.

Nuestro informe se hizo viral en cuestión de horas y en menos de una semana alcanzó más de tres millones de visualizaciones. Residentes de toda España aplaudían la iniciativa y pedían un mapa igual en su comunidad autónoma. Los periodistas, sorprendidos por la gravedad del asunto, se pusieron manos a la obra. Múltiples medios de comunicación se han hecho eco: iSanidad (aquí), El Confidencial (aquí), el Huffington Post (aquí), Infobae (aquí), Cadena SER (aquí) y Radio Nacional de España (aquí).

Ha sido un tema común en las jornadas de puertas abiertas para los MIR. Y en los hospitales, especialistas de urgencias enfurecidos por sentirse señalados mostraron su enfado en redes sociales. Siempre tirando balones fuera: que si somos unos vagos, que si no queremos trabajar... Es difícil estar orgulloso de un servicio que no garantiza la docencia, la supervisión y la formación de los residentes ni la seguridad del paciente. El “yo pasé por esta injusticia, así que tú ahora también”, no cuela en nuestra generación. Hay que romper el ciclo.

Lo publicado en nuestro informe es algo bien conocido por todos los médicos residentes que nos formamos actualmente la Comunidad de Madrid. Pero es muy novedoso y alarmante para la población general que observa atónita como la sanidad está en manos de personal en formación sin descanso ni supervisión dignos.

Nuestro informe ha supuesto un terremoto en algunos hospitales: nos consta que en varios se han convocado reuniones de urgencia entre dirección médica, los jefes de servicio de urgencias y también tutores de residentes. En otros, el shock ha sido tal que parece que ahora van a empezar a repartir los descansos y la carga de trabajo con los residentes, algo histórico y que ojalá se materialice.

La prensa ha preguntado directamente a varios hospitales como el de Móstoles, La Paz y el Príncipe de Asturias (Alcalá de Henares). Todos rechazaron la oportunidad de hacer declaraciones al respecto, alegando que no era un estudio hecho por profesionales. Ni siquiera negaron la falta de supervisión y seguridad del paciente que denunciamos en sus servicios de urgencias, lo cual les deja en evidencia. Ellos son plenamente conscientes de lo que ocurre en sus servicios desde hace años, no es algo novedoso ni aislado. La aparición del informe les pilla por sorpresa, no su contenido.

Por otro lado, la prensa también ha acudido al Gobierno de la Comunidad de Madrid para conocer su postura respecto a este informe. Estos han ido más o menos por el mismo camino: “no compartimos esta información y no vamos a entrar a valorarla, porque no está elaborado por profesionales”.

Queda claro que los médicos residentes solamente somos profesionales para lo que les interesa. Para los salarios y los derechos laborales no somos profesionales, para actuar sin supervisión alguna, sí. Curioso cuando menos.

Vaya, que en vez de hacer inspecciones en los hospitales señalados o investigar más sobre un tema gravísimo de cuya existencia sabe todo sanitario, pretenden ignorarlo y perpetuarlo.

El miércoles pasado, el Secretario de Estado de Sanidad tuvo acceso al informe y nos aseguró que pronto se retomarán las auditorías de las condiciones de nuestra formación, tras años paralizadas. Es la consecuencia positiva y motivo de esperanza,

Este mapa debe servir para que los hospitales ejerzan de una vez la docencia, tal y como deben. Y si solo quieren la acreditación docente para tener residentes a los que explotar sin formar ni supervisar, dicha acreditación debe ser retirada. Los residentes tienen un contrato laboral que también gira en torno a la formación con supervisión.

Sabemos que el recorrido no ha terminado y seguiremos con todo para ejercer la presión necesaria para que esto llegue lejos y se tomen medidas rápidamente en todos los servicios de urgencias de todo el país. Muchísimas personas nos han pedido que hagamos este mapa también en su comunidad autónoma lo cual estamos valorando, pues es un tema complejo por su amplitud y nuestra escasez de recursos.

Sería maravilloso que desde el gobierno central se tomen medidas para garantizar nuestra formación y supervisión en la práctica a lo largo de todo el país, pero no tenemos mucha fe en ello.

Los nueve residentes que hemos realizado este estudio estamos sorprendidos con el impacto que ha tenido. Estamos muy agradecidos a las más de tres mil personas que han participado en la investigación y también a todos los periodistas que nos han dado voz. 

Nos consta que en la elección MIR de este año, la tendencia a priorizar la calidad de vida y la no explotación laboral está muy al alza. Muchos nos comentan que están ojeando el mapa para salir de dudas y tomar decisiones. Como médico que eligió Madrid para realizar el MIR en un hospital en rojo, aconsejo a la gente que valorare lugares y hospitales con mayor calidad de vida: alquiler más barato, el poder ir caminando a los sitios, la tranquilidad, la habitabilidad de los espacios urbanos y la menor sobrecarga asistencial que permite formarte mejor.

Llega un punto a partir del cual, el hecho de ver más pacientes no implica formarte más ni mejor sino todo lo contrario: colapsas mentalmente. Si volviese dos años atrás, no habría escogido esta Comunidad para formarme aunque la especialidad (Endocrino) sí que no la cambio por nada. Pero bueno, todos tenemos derecho a equivocarnos y es bueno ser consciente de ello y ayudar a que los que vienen detrás vivan y escojan mejor.

Lo comentaba yo el otro día con una amiga de twitterMIR: si no tienes ataduras, nada mejor que formarse en un hospital mediano o pequeño, aunque tenga menos “reputación”, y luego completas si es necesario con rotaciones externas. Si un hospital tiene acreditación para formar sobre una especialidad es porque la mayoría del programa formativo lo puedes hacer allí perfectamente. La calidad de vida, lo que más buscamos los nuevos residentes tras seis estresantes años de carrera y el examen MIR.


Juan Carlos Lorite / @PerritoDelMIR en Twitter (X).
Puedes ver el informe completo aquí


 











3 comentarios:

  1. Cuando las unidades docentes no son auditadas conforme a método y por profesionales, son los interesados, los no profesionales, los que tiene que llamar la atencion. Una pena que no se haga también en las UDMAFyC excesivamente dependientes de la gestión sanitaria y a veces con resultado tan deplorables.

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  2. La falta de supervision del residente al que se le utiliza como petroleo barato data de los años 80 segun mi experiencia y lo grave es que ha continuado hasta hoy en dia y sigue ... y no solo en los hospitales, tambien en los centros de salud. Por supuesto hay honrosas excepciones.

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  3. https://www.change.org/p/tu-vida-está-en-nuestras-manos-y-n-o-p-o-d-e-m-o-s-m-á-s-stop-guardias-médicas-24-horas

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