Extrañarse de la escasa afluencia a convocatorias por SMS para hacer prueba PCR a población vulnerable, llamar "educación para la salud" a los consejos telefónicos de un “rastreador”, invertir más en construir un “hospital pandémico” que en reforzar la primera línea de contención (Atención Primaria y Salud Pública), poner más énfasis en el país de nacimiento que en la situación social de los casos, descubrir que hay personas que no siguen la recomendación de cuarentena o temen hacerse la prueba PCR, creer que una ayuda social llega a los beneficiarios por el hecho de publicarse en el boletín, hacer pasar como pedagógicas medidas de corte policial (obligación de uso de la mascarilla en la calle), señalar a la “inconsciencia de los jóvenes” como el origen del problema, pensar que los patrones de sociabilidad van a cambiar a golpe de consejo o campaña publicitaria, llamar comisiones interdisciplinarias a las formadas mayoritariamente por profesionales de la medicina de diferentes especialidades (en las que además es escasa la presencia de salubristas), considerar que la población no está preparada para compartir con ella la evolución de los indicadores de alerta, pretender reabrir los colegios sin aumentar las plantillas, etc., etc.
Juan Simó. Médico de familia. Centro de salud Rochapea. Pamplona. Navarra. España. ju.simom@gmail.com
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miércoles, 26 de agosto de 2020
Contra la simpleza pandémica, por Javier Segura
sábado, 22 de agosto de 2020
¿Algunos malabarismos europeos con el coronavirus?
Daniel Lacalle, reputado economista y tertuliano, destacaba el pasado jueves en su twitter (aquí) un artículo de Blommberg publicado un día antes (aquí). Lacalle traduce una frase del mismo en su tuit. Bloomberg dice: "Sanchez’s handling of the pandemic has been widely panned while Italy, which served as model for Spain in being the first to head into lockdown, appears to have a better handle on the crisis". Lacalle escribe textualmente: "Italia tiene una mejor gestión de la crisis". La diferencia entre una cosa y otra es muy sutil. Se trata del "appears" que aparece en el artículo: "appears to have a better handle on the crisis " (parece tener un mejor manejo de la crisis). Ya hemos visto en este blog que muchas veces las cosas no son como parecen. Y alguna mosca tendrán detrás de la oreja los de Blommberg para usar el "appears" que no usa Lacalle. Es esta la tercera entrada en la que propongo como explicación al mayor numero de casos en España en esta segunda ola la mayor efectividad del cribado de casos, el diagnóstico precoz de los mismos y el estudio de contactos, tarea que llevan a cabo, con sangre, sudor y lágrimas, salud pública y atención primaria. En esta voy a comparar los datos españoles con dos países (Italia y Bélgica) y con el conjunto de Europa y la Unión Europea con datos del CDC europeo.
miércoles, 19 de agosto de 2020
Atención primaria: del estrés al caos en pocas semanas
Fernando Simón reconocía este lunes (aquí) que aunque "no hay una presión excesiva, algunos hospitales sí están observando situaciones que generan un cierto estrés en el personal médico". Según Simón esto ocurre por "varios motivos, por una parte porque están aumentando los casos; porque estamos en verano y hay profesionales de vacaciones, porque tienen que irse de vacaciones a descansar y la sobrecarga recae sobre el resto de profesionales; y porque se está tratando de recuperar las consultas habituales". No le no he escuchado una sola palabra a Simón sobre el estrés al que está siendo sometida la atención primaria y todos sus profesionales desde hace casi dos meses. Ni una sola palabra. Ya sabemos que la atención primaria, sus profesionales y sus pacientes son invisibles. Pero, claro, si los principales responsables la ignoran, más invisible será. Ahora ingresan en los hospitales entre el 3 y el 4 por ciento de los casos confirmados de infectados (aquí). El resto y sus contactos estrechos (varios por caso) se los come la atención primaria y la salud pública. Hagan cuentas, pues, sabiendo que del 1 de julio a hoy se han confirmado más de 120.000 casos nuevos. Preparémonos para lo peor al tiempo que trabajamos para que lo peor no llegue.
domingo, 16 de agosto de 2020
Más casos pero menos muertos que otros países europeos comparables: ¿lo hacemos tan mal? (2ª parte)
sábado, 8 de agosto de 2020
Incompetencia + arrogancia + dejadez = ¿desastre?
lunes, 3 de agosto de 2020
Más casos pero menos muertos que otros países europeos comparables: ¿lo hacemos tan mal?
Hace dos días Antena3 daba la noticia adjunta (aquí) que contribuye poco a clarificar las cosas a la gente. Según el titular, la letalidad del nuevo coronavirus se ha reducido del 15% al 0,1% (unas 150 veces). Para Antena3 el virus se ha convertido poco menos que en una inofensiva hermanita de la caridad que mata poco. Y eso no es así. El nuevo coronavirus no se ha vuelto menos letal, ni en España ni en ninguna parte parte del mundo. La diferencia entre lo que ocurre ahora mismo y lo que ocurría el pasado enero y febrero es que lo de ahora se conoce mientras que lo de entonces no lo conocimos. Ahora afloran casos porque se buscan y se diagnostican entre Salud Pública y Atención Primaria. En febrero había, probablemente, muchos más casos que ahora pero no se diagnosticaban, entre otras cosas, por que los protocolos de Salud Pública lo impedían y la PCR se reservaba para los casos más graves candidatos a ingreso hospitalario. Llegó el Estado de Alarma y en este blog se pidió que la PCR estuviera a disposición de los médicos de los centros de salud, pero se decidió que no, que la PCR estaría a disposición de Salud Pública y del Hospital pero no de Atención Primaria. Los médicos de los centros de salud pudimos disponer de la PCR a finales de abril o primeros de mayo, una vez pasado lo peor de la primera oleada epidémica.
sábado, 1 de agosto de 2020
Lecciones no aprendidas de la pandemia de la COVID-19
«No decimos NO suficientemente a objetivos inalcanzables, políticas sin evidencia alguna, trabajo sin financiación. Realizamos numerosas tareas porque pensamos que son necesarias para el bien común; sin embargo, no se considera que también nosotros somos parte de ese bien común. La vocación en medicina puede compensarnos con la enorme alegría y diversión que supone el ejercicio profesional. Pero también permite que esos profesionales sean explotados. No puede ser blanda, incapaz de decir no. Necesita ser también de armas tomar, capaz de rebelarse. Espero que 2017 nos traiga a todos una justa (y vocacional) ira»