¿Qué tal el gasto sanitario público como porcentaje del PIB como indicador para comparar el gasto sanitario entre comunidades autónomas?

En ocasiones se leen noticias, comentarios o declaraciones en las que se utiliza el gasto sanitario público como porcentaje del PIB como único indicador de gasto sanitario para comparaciones entre comunidades autónomas. En algunas ocasiones se reclama mayor gasto si dicho porcentaje resulta relativamente bajo. En otras se presume de que se invierte de forma notable en sanidad si el porcentaje resulta relativamente alto. ¿Es el gasto sanitario público como porcentaje del PIB un buen indicador para comparar el gasto sanitario de las comunidades autónomas?

Declaraciones paradójicas.

Como parte del PIB Cataluña invierte en sanidad pública menos que Galicia. Sin embargo encontramos declaraciones como las siguientes. Por ejemplo, en 2008 podíamos leer esta noticia: "La consellera ha recordado el peso del sector sanitario en Cataluña, que genera el 5% de la ocupación y representa el 4,2% del PIB catalán, lo que le convierte en un ámbito estratégico 'y con más posibilidades de futuro', ya que actúa no sólo como motor de gasto sino también de inversión".  También en 2008 en esta noticia se ponía también en palabras de la ex-consejera Geli lo siguiente: "Cataluña se encuentra ante un 'momento histórico' para planificar los recursos destinados a la salud, que ha de apostar por la 'calidad y la eficiencia'. Reivindicó el sector como 'generador de riqueza', que ya representa más del 5 por ciento del PIB. En este sentido, Geli aseguró que invertir un millón de euros en el sector sanitario equivale a dar trabajo a 22 personas, lo que supone superar la media de otros ámbitos, que es 16". Se trata de dos ejemplos en los que la ex-consejera Geli, lejos de lamentarse por invertir un 4 o un 5% del PIB en sanidad, parece mostrarse razonablemente satisfecha. Sin embargo, ya en 2012, y pese a encontrarnos en plena crisis, nos topamos con un titular como este: "Amenaza a la sanidad pública. El gasto público sanitario apenas supera en Galicia el 6% del PIB", con un claro matiz quejoso introducido por el "apenas". Si la ex-consejera Geli parecía satisfecha con un 4 o 5% del PIB destinado a sanidad, ¿deberían estarlo más los gallegos por superarlo y situarlo "apenas" en un 6% del PIB?

Gasto sanitario público como porcentaje del PIB y riqueza de las CCAA

Importa pues conocer qué factor o factores explican las diferencias en el gasto sanitario público como porcentaje del PIB entre las Comunidades Autónomas. Y tratándose de riqueza (PIB), y sabiendo que el nivel de riqueza es, en general, el principal determinante de las diferencias del gasto sanitario entre los países, lo primero que habría que hacer es determinar la relación existente, si es que hay alguna, entre el gasto sanitario público como porcentaje del PIB y la riqueza  de las CCAA. La siguiente figura representa dicha relación en el periodo 2002-2008.

Correlación entre gasto sanitario público como percentaje del PIB y PIB per cápita.

Comunidades autónomas (n=17). Promedio periodo 2002-2008.

Y hay relación. ¡Vaya si la hay! Muy importante, un coeficiente r muy alto y negativo (r = - 0,91). Es decir, las comunidades más ricas destinan una menor parte de su riqueza a sanidad pública. Y es lógico que sea este el resultado en un sistema que intenta ser equitativo de modo que las diferencias en renta no determinen la cuantía del gasto más que las necesidades de salud. Las diferencias, la variabilidad, en el PIB per cápita entre las CCAA en el promedio de dicho periodo mostraba un coeficiente de variación (CV) de 0,20, más del doble que el mostrado por el gasto sanitario público per cápita (CV=0,08). Además, como sabemos, la correlación entre riqueza (PIB per cápita) de las regiones y gasto sanitario público pér cápita es prácticamente nula (r = 0,12), aunque sí exista, como hemos visto en anteriores entradas, correlación positiva con la riqueza en el gasto per cápita de algunas de sus partidas.

CONCLUSIÓN: Utilizar el gasto sanitario público como percentaje del PIB como único indicador para hacer comparaciones entre CCAA es poco informativo si no se considera para su interpretación la importante relación negativa existente entre este indicador y la riqueza de las regiones.