lunes, 23 de abril de 2012

"La receta roja ha muerto, viva la receta roja" (un daltónico)

Es muy pronto para saber las ventajas y desventajas del nuevo sistema de copago farmacéutico. No olvidemos que a mucha gente le ha costado más de 30 años darse cuenta de las ventajas y desventajas del todavía actual sistema. Algunos otros no se han enterado de prácticamente nada, lo que no les impide opinar en mil tertulias radiofónicas y televisivas para, presuntamente, informar al gran público. Pero los datos son datos, y ese, y no otro, era el objetivo de la anterior entrada del blog: dar a conocer unos datos que no muchos médicos de familia conocen y que conviene conocer especialmente ahora. Y como los datos son mi manía, volvamos a ellos.


Requiem æternam dona ei, Domine. Et lux perpetua luceat ei.
Requiescat in pace.
Amen.

Con datos de la primera parte de la década de 1980, Puig Junoy estimó en una investigación que los activos trasvasaban a las cartillas de pensionistas entre el 30 y el 40% de las recetas que consumían, lo que equivalía en aquellos tiempos al 15-20% del total del número de recetas. Este ha sido el principal abuso, no el que menciona la ministra, que sólo la prescripción informatizada y, últimamente, electrónica ha reducido prácticamente a cero. No lo sé, pero quizás el mango ha costado más que la azada y el fraude evitado gracias a la informatización de la prescripción no ha compensado el coste de ésta. Pero bueno, ese es otro cantar. Ha habido, por lo tanto, abuso. Y lo ha habido hasta no hace mucho pero el abuso del que habla la ministra no le llega ni a la suela de los zapatos al descrito por Jaume Puig.

Ninguna decisión política es neutral, ¿acaso hubiera sido neutral dejar seguir el sistema actual que ha penalizado durante años a los activos enfermos crónicos? ¿Acaso hubiera sido neutral ampliar a toda la población el gratis total del que gozaban los pensionistas del régimen general? No olvidemos que la reducción del porcentaje efectivo de copago es ya inferior al 6% y en pocos años se hubiera situado por debajo del 5%. Mayores descensos ridiculizarían la situación, si no lo es ya, al tiempo que agravarían la inequidad (absoluta y relativa) de los activos enfermos crónicos. Mayores descensos en un futuro próximo hubieran incluso aconsejado, “políticamente” hablando, la ampliación del gratis total a toda la población pues con un copago efectivo, pongamos, del 3% ¿qué político pagaría el coste electoral de cambiar el tipo de copago para frenar la caída del copago efectivo? ¿Por un 3%? Ninguno, y menos en tiempos de bonanza (si es que alguna vez vuelven).

El problema del tipo de copago farmacéutico español fue crear una papelito de color rojo que significaba el gratis total para el que lo tuviera en la mano. Lo importante era conseguir, como fuera o fuese, que la medicación que hacía falta en casa se prescribiera en ese papelito de color rojo. Ese fue el error. Hasta 1978, el copago en farmacia no distinguía entre activo y pensionista, a partir de entonces sí y el error cometido fue monumental, prolongadísimo y probablemente imprevisible entonces. A finales de los 70, el porcentaje del gasto público en farmacia de receta atribuido a pensionistas se encontraba entre el 40-50%, mientras que ahora alcanza casi el 80%. Mejor nos hubiera ido con no crear la receta roja.

Por cierto, con el nuevo modelo de copago previsto ya no tiene ningún sentido distinguir entre rojo y verde, ¿no? Tengo pacientes daltónicos que no detectan que he puesto la receta del color incorrecto en la impresora hasta que llegan a la farmacia y resulta que tienen que pagar: puse la verde en vez de la roja. La receta roja ha muerto, viva la receta roja.

Puig Junoy J. Gasto farmacéutico en España: Efectos de la participación del usuario en el coste, Investigaciones Económicas. 1988; 12: 45-68. Disponible en: http://www.econ.upf.edu/~puig/publicacions/Any1988/1988Invest_Econ.pdf




1 comentario:

  1. Hola, Juan.
    Como veo que te gustan los datos, me voy a permitir hacerte unas preguntillas a fin de aclararme en el maremagnum de cifras que viene apareciendo en la prensa estos días.
    A ver si lo he entendido bien:
    -- ¿Es cierto que el gobierno debe a la industria farmacéutica 15000 millones de euros más otros 22000 millones en concepto de facturas sin pagar?
    -- ¿Qué porcentaje del PIB destinamos a Sanidad? (Porque me encuentro cifras entre el 7 y el 9,5)
    -- ¿Es cierto que no se conoce el gasto farmaceutico en Hospitales? (El País habla de 5800 millones)
    -- Hay quien propone llamar al Copago "Repago" puesto que pagamos dos veces. Pero a ver: ¿el pago que hacemos via impuestos, ¿qué porcentaje de los medicamentos cubre exactamente?
    -- La cifra que el ministerio da para gasto farmaceutico 2011 es de 11.355.898.032 euros. ¿Sabes dónde puede -si es que se puede- consultarse oficialmente a qué productos concretos corresponden esos dineros? Porque en la red hay numerosas listas de "medicamentos más consumidos", "más vendidos", "más recetados", que obviamente indican por dónde van los tiros, pero no concretan y precisan el gasto.
    Gracias de antemano.
    Un saludo.
    J.

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