miércoles, 8 de febrero de 2012

Personal y gasto de personal en nuestra sanidad pública

El gasto de personal en la sanidad pública está siendo una de las dianas de los ajustes que en sanidad se llevan a cabo ante la crisis. Se reduce dicho gasto básicamente mediante la reducción del salario del personal fijo y eventual y la reducción del contingente de personal eventual. La otra gran diana es el gasto en farmacia de receta. Destacaré en esta entrada alguna información referida al personal y al gasto de personal en nuestra sanidad pública.

Según la Estadística de Establecimientos Sanitarios en Régimen de Internado nuestra sanidad pública empleaba en 2009 a 445.041 personas en atención especializada-hospitalaria. Según el Sistema de Información en Atención Primaria ese mismo año la atención primaria española empleaba a 85.501 personas. La suma de ambos resulta en 530.542 personas.

Las figuras 1 y 2 representan el desglose según tipo profesional del personal empleado en cada uno de ambos niveles asistenciales. Si uno hace cálculos resulta que los médicos de familia representamos, como mucho, el 5,35% del total.


Con datos procedentes de la Estadística del Gasto Sanitario Público, el gráfico 1 describe la evolución entre 1991 y 2009 del porcentaje que representa el gasto de personal en el gasto sanitario público, en el gasto en atención especializada y en el gasto en atención primaria. Se detecta un claro descenso progresivo del peso del gasto de personal en el conjunto del gasto sanitario público, y también dentro del gasto en atención especializada y del gasto en atención primaria, aunque se percibe una ligera recuperación entre 2006 y 2009. En el promedio del periodo 1991-2009, el gasto de personal representa el 45% del gasto sanitario público, el 54% del gasto en atención especializada y el 78% del gasto en atención primaria.


Por último, el gráfico 2 describe el crecimiento del gasto per cápita sanitario y del gasto per cápita en personal entre 1991 y 2009. Los datos de gasto tienen el mismo origen que los de la gráfica anterior y los demográficos (necesarios para calcular el per cápita) del INE. Claramente hay una divergencia creciente entre el crecimiento de ambos gastos con el paso de los años. El crecimiento es el nominal (sin tener en cuenta la inflación). El crecimiento real sería menor pues habría que ajustar por la inflación (IPC).


Será interesante dentro de unos años evidenciar la repercusión de los “ajustes” en la continuación de estos gráficos a partir de 2010. Lamentablemente, dado el retraso con el que se actualiza y publica la Estadística del Gasto Sanitario Público no podremos estudiarlo hasta, al menos, el año 2016 o 2017 cuando, esperemos, hayamos salido de esta.

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