Vivimos en una sociedad enferma
A veces nos invade el desánimo que agudiza la impotencia frente a un mundo cuyo devenir nos parece amenazador e increíble. No importa desfallecer ocasionalmente, pero sí importa perder la esperanza pues sabemos que la desesperanza en una forma de deslealtad con la sociedad, especialmente con la población marginada y oprimida. “Vivimos en una sociedad enferma”, y es verdad. La respuesta no es adaptarse a tal sociedad, ni medicarse con psicofármacos.









